30 de octubre de 2009

Glifosato: vecinos cuestionaron su uso en las vías del tren


Por Noelia Leiva y Guillermo D’Ambrosio

El herbicida es usado para erradicar la vegetación de los costados de los rieles, aunque fue generado para el cultivo de soja transgénica. Los especialistas aseguraron que llega a provocar trastornos en el equilibrio sanitario de las personas. Es más económico que emplear trabajadores permanentes. Pese a las denuncias, Ugofe sostuvo que la implementación del agroquímico “fue autorizada”.

De paradojas está hecho el relato de la realidad. Asociado a un pasado de esplendor, el errocarril, que impulsó el desarrollo comercial de las poblaciones que atravesaba, se convirtió en un agente peligroso para los ecosistemas aledaños a las vías. A partir de las denuncias de vecinos y especialistas, los métodos de desmalezamiento que aplica la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe) están en la mira por la implementación de glifosato, un herbicida de amplio espectro que afecta a organismos vegetales y animales y que puede generar hasta afecciones embrionarias en los seres humanos. La empresa reconoció la utilización del químico pero se respaldó en las autorizaciones oficiales para implementarlo.
Como una crisis o una enfermedad se anuncian con síntomas, las personas que viven en las cercanías a las estaciones de la Línea Roca en el Conurbano Sur sospecharon la presencia de un factor no deseado cuando las plantas en sus jardines o en los mismos terraplenes ferroviarios comenzaron a languidecer. Y entonces la búsqueda de antecedentes los llevó a otros distritos bonaerenses, como Vicente López,donde organizaciones barriales
se manifestaron contra el uso de la sustancia y su catalizador asociado, implementados originalmente en el cultivo de soja transgénica que es inmune a sus efectos nocivos por la
manipulación artificial en su composición.
LA TERCERA comprobó el resultado del trabajo de las cuadrillas contratadas por Ugofe en Turdera, donde integrantes de la Asamblea local, representantes del Parque Finky y del Foro Hídrico lomense describieron el proceso que logró erradicar la vegetación en las nmediaciones. “No actúa solo sino con un coadyuvante que le permite abrir las membranas (de las plantas) para ser absorbido”, precisó Alejandro Almeida, miembro de las entidades ambientales y uno de los precursores del proyecto para que el Concejo Deliberante corte toda
acción contaminante en el territorio sobre el que legisla.
Las huellas del químico no se redujeron a un foco en el trayecto del tren. En Almirante Brown y Esteban Echeverría, agrupaciones ambientales elaboraron comunicados y propuestas presentadas a los ediles contra el mecanismo que aplica la concesionaria. En Lanús, los vecinos impulsaron una ordenanza, aprobada el viernes último, por la que se “prohíbe la aplicación de agroquímicos para la eliminaciónde pastizales en los predios ubicados
en el distrito, sean de dominio público o privado perteneciente al Estado nacional, provincial o municipal, y en predios de dominio privado de uso o acceso público”, según establece la normativa.

¿Corredor “ecológico” o “cancerígeno”?

La sustancia “actúa como un defoliante, es un tóxico de acción prolongada”, aseguró el biólogo e integrante de la Asociación Ecológica de Lanús. Según subrayó, el glifosato
produce la muerte de la flora -que en general es autóctona y, por ello, da entidad de “corredor ecológico” al área- y de batracios, peces o reptiles que se constituyen en depredadores naturales de los mosquitos, sobre todo en época de generación de epidemias. “El agente transmisor del dengue (el Aedes Agypti) no tiene un control natural”, denunció el
especialista. Por otro lado, los trastornos en la salud humana se conocen a partir de sus antecedentes en la agricultura: “Efectos cancerígenos y reproductivos y acción mutagénica”,
denunció un estudio del médico de la Universidad de Buenos Aires Jorge Kaczewer.
“Nos están afectando social y sanitariamente, todo por su negocio y a costa nuestra”, denunció Almeida. Es que a la hora de preguntarse por qué la firma aplica químicos en lugar
de aumentar la cantidad de empleados en el desmalezamiento manual, la reducción de costos se presenta como la principal respuesta.


Con "autorización" oficial

Aunque todas las miradas apuntan a Ugofe, la Unidad Gestora no inició acciones en el campo legal, tampoco tras la reciente aprobación en Lanús de la ordenanza que impide la eliminación vegetal con el agroquímico cuestionado. Pese a las críticas, la empresa defendió
la implementación del mecanismo y se respaldó en los avales estatales.
“Trabajamos con dos métodos: el desmalezado manual y otro con un herbicida, el glifosato, en dosis bajas y a 30 o 40 centímetros del piso”, aseguraron a LA TERCERA desde el área de Prensa y Relaciones Institucionales a cargo de Eduardo Montenegro. Tenemos la autorización (para usar la sustancia) del (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) Senasa, y de la Secretaría de Producción del Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense, para
contratar a esas empresas”, arguyeron sobre la toxicidad de la sustancia.
Primero se efectúa la práctica artesanal de corte de pastizales y luego se aplica el producto para evitar el crecimiento verde, detallaron. La unidad de gestión contrata a compañías cuyos trabajadores están obligados a emplear indumentaria adaptada. “Si no cumplen, no podrán trabajar con Ugofe”, perjuraron. No obstante, los vecinos denunciaron
que el personal sólo se cubre el rostro con barbijos descartables.

"Utilizarlo en las vías del tren es injustificado"

Uno de los integrantes del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(Conicet), Andrés Carrasco, sentenció que la utilización del aminoácido sintético conocido
como glifosato es “injustificada” para el control de la vegetación lindera a los rieles. Por el contrario, es “preferible que se acondicionen esos terrenos como espacios verdes; no que se rocíen jardines, animales y niños (de las áreas) lindantes a las vías” con el químico.
A través de trabajos que el embriólogo llevó a cabo con su par en el Consejo Alicia Massarini, Carrasco concluyó que “lo novedoso, aproximadamente desde 1990, es la aparición de paquetes tecnológicos de siembra”. Según explicó a LA TERCERA, se trata de combinaciones productivas de semillas, herbicidas y métodos de cultivo intensivo desarrolladas por grupos agropecuarios especializados en oleaginosas. Los paquetes se extendieron fácilmente por la gula financiera de los inversores que encontraron en la vedette de los biocombustibles -la soja- un refugio financiero de alta plusvalía.
“Los herbicidas no son inventos modernos. Probablemente el glifosato sea el primero, pero es seguro que no será el último porque las grandes empresas lo fabrican para lograr reacciones a las que las plantas son resistentes y obtener semillas transgénicas con esa resistencia. Constituyen un paquete tecnológico de semilla más herbicida que mata todo lo que hay en el suelo menos la planta (genéticamente alterada). Crece sin interferencia de malezas u otros vegetales. Eso es lo nuevo”.
El glifosato es el principio activo de esas sustancias. Aunque “no es fácil”, el producto puede mezclarse con el agua luego de un contacto prolongado. Esa propiedad y su “facilidad” para filtrarse en las células humanas lo hacen un factor medioambiental de riesgo para las fases de agua subterránea: “No es difícil que entre en las células animales, de hecho es más fácil que penetrar en las vegetales”, especificó Carrasco.

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Carta al gobernador tucumano por el asesinato de Javier Chocobar


SEÑOR GOBERNADOR:

Los que suscribimos la presente miembros del Consejo de Acontecimientos Aborígenes de Argentina – CAA, doña Vibiana DIAZ ALANCAY L.C.4.472.160; doña Luisa MAMANI DNI.11.477.309; don Gudelio Ignacio BÁEZ DNI.92.383.733; Wenceslao VILLANUEVA DNI.18.727.320 y don Ricardo Luís ACEBAL DNI. 4.648.651 nos dirigimos a usted a fin de expresarle nuestra gran preocupación por la injusticia y violencia que sufren nuestros Pueblos Originarios en vuestra Provincia.
Le recordamos las palabras de respuesta del Jefe Indígena Seattle (de la nación aborigen Dewamish) al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Franklin Pierce. No entendía como se podía comprar y vender la Tierra y respondía “el hombre no puede poseer la Tierra, así como tampoco puede ser dueño del Cielo, del frescor del aire, del brillo del agua”. Hoy, después de casi dos siglos, aún asombran y admiran al mundo occidental esas simples respuestas cuya sabiduría, critica, prudencia y esperanza identifica a nuestros pueblos originarios quienes las practican en sus acciones.
Nuestro Consejo, viene observando que las comunidades indígenas de gran parte del continente americano y en particular de las Provincias de nuestro Territorio Argentino, están viviendo con mucha zozobra las acciones de desalojo y desmonte de su hábitat. Así ocurre en vuestra Provincia con la Comunidad India Quilmes en Colalao del Valle y el pueblo Lule en el Nogalito.
Actualmente estamos viviendo el trágico desenlace ocurrido en la Provincia de Tucumán, donde para evitar que un individuo sea dueño del cielo, del frescor del aire, del brillo del agua haya sido asesinado don Javier Chocobar (un anciano indígena), y otros cuatro hermanos de la comunidad Chuschagasta hayan quedado heridos gravemente por las armas de quienes no quieren comprender el mensaje del Jefe Indígena Seattle.
Se dice que el principal responsable del hecho sería un reconocido hombre, cercano a vuestro gobierno, Darío Amín (supuesto propietario). Por este motivo alertamos a usted por la gravedad de la situación trágica en que viven nuestros hermanos de Chuschagasta, ya que fueron objeto de una brutal agresión, cuyo fin es el triste resultado que hoy las familias Chocobar, Mamani y otras junto a todas las comunidades, lloran y seguirán llorando, hasta que las lágrimas se conviertan en un contundente tsunami telúrico que nos vuelva a nosotros mismos.
Una muerte mas justo el 12 de octubre, fecha de “la puñalada de 1492” y que queremos sacar de nuestra memoria. Es muy triste seguir contando nuestros muertos, en vez de estar trabajando por el fortalecimiento y sostenimiento intercultural con los Pueblos Originarios. Se reavivan otra vez los cinco siglos de dominio occidental sobre nuestras comunidades originarias, con un saldo de mas de 90 millones de masacrados en toda América.
Exigimos a vuestro Gobierno que en forma inmediata, por intermedio de sus poderes dentro de sus competencias, tomen las medidas necesarias y concretas para asegurar las tierras que nos pertenece por el derecho consuetudinario y ancestral. Y en particular hagan las investigaciones del caso, eficaces y transparentes para que este hecho sea esclarecido a la mayor brevedad, aplicándose las sanciones máximas pertinentes a los responsables, como se suele hacer en las sociedades progresistas y civilizadas.
Somos concientes que estamos en vísperas de celebrar el “Bicentenario de la Independencia”, por lo que no se puede seguir tolerando que ciudadanos argentinos tengan poca o ninguna consideración con la vida de sus congéneres y mas con la vida y dignidad de nuestros hermanos de los pueblos originarios.
Tenemos claro que vuestra responsabilidad como gobernador de esa Provincia se encuentra muy comprometido ante la muerte de nuestro anciano Chocobar; Por lo que consideramos que este crimen debería aclararse de inmediato y hacer la debida justicia.

Saludamos respetuosamente. 

Fuente:  Consejo de Acontecimientos Aborígenes (CAA) de Argentina

26 de octubre de 2009

Educación sexual o cómo mirarse a sí mismo

Por Noelia Leiva 

Hablar sobre deseos y sentimientos no es tarea sencilla, menos si se trata de los propios. El tratamiento educativo de la sexualidad le demanda al adulto generarse interrogantes, romper prejuicios. La información para el respeto del otro, en una “educación para la vida”.


Es como mirarse al espejo, pero a uno que buscara más allá de lo que se ve a simple vista. Como cuando la imagen del yo interroga, la sexualidad genera cuestionamientos que, a veces, se resuelven con el silencio. El abordaje de la temática desde la educación está reglamentada por una ley y diseñada por un programa nacional, con un cumplimiento progresivo. Contra los prejuicios, la necesidad de un recorrido integral del sujeto, que es sexual en sí mismo.
Las críticas a hablar sin eufemismos se sucedieron a lo largo de los años. La última, proveniente de un arzobispo de la Iglesia Católica, asociaba la información sobre la problemática con conceptos “neomarxistas”. Para los especialistas, las observaciones negativas del diálogo con niños y adolescentes se explican por un entramado de causas más asociadas a la persona que dice, al reflejo de las propias dudas, que a ponerse en el lugar de quien recibe la información.
Que la sexualidad no es otra cosa que genitalidad es el primer espejismo a desenmascarar, lo que demanda involucrarse desde aspectos más profundos del ser: “Implica trabajar los sentimientos, los afectos, la comunicación. Debe formar parte de la educación para la vida, es fundante de cada uno de nosotros”, definió Marisa Milesi, responsable del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable en Esteban Echeverría. La clausura de expresar lo que moviliza remite a la falta de respuestas, sustentada, a su vez, en la reducción de la información.
El plan oficial comenzó a funcionar en 2002. Cuatro años más tarde, la ley 26.150 demandó la elaboración del Programa de Educación Sexual Integral, por el que “todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual en lo establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada”. Los contenidos se abordan desde espacios institucionales como “Salud y adolescencia” o Biología, aunque para ello es preciso que los docentes trabajen sobre qué es para sí mismos ese aspecto vital. La misma observación se extiende a los adultos en el grupo familiar.
Es que “desde el silencio y lo actitudinal también se transmite”, señaló a LA TERCERA Marta Boimel, sexóloga educativa y asesora del Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia (CLAE). “Detrás, hay mucho dolor y muerte”, interpretó la especialista. Y las estadísticas grafican que crecen los fallecimientos de las mujeres y los niños por abortos o enfermedades de transmisión sexual.

El campo del nosotros

Trabajar la temática remite a la construcción de las personas, entendidas en su marco sociocultural. Para ello, hay una acentuación progresiva de una visión desprovista del marco patriarcal que permita vivir sin culpa la libre elección, negada por modelos ajenos de qué es ser mujer y qué ser hombre. El abordaje áulico apela al reconocimiento del otro como par, como base de la relación consensuada con quien está al lado.
Como se trata de vínculos, la participación determina el camino a seguir “desde las dudas y preguntas de los chicos”, aseguró Natalia Baigorria, coordinadora de Niñez, Adolescencia y Familia lomense. La utilización de métodos anticonceptivos y el asesoramiento sobre VIH/Sida son los principales tópicos sobre los que se dialoga. Con la misma óptica, la subsecretaria de Educación de Almirante Brown, Esperanza Córdoba, resaltó la importancia de “que, sobre todo en las zonas vulnerables, no vivan los embarazos no deseados como un mero designio”.
Desde los 4 años, los contenidos se orientan al cuidado del propio cuerpo, a conocer “que les pertenece todo el tiempo, que hay cosas que pueden permitir y otras que no”, explicó Boimel. Es una herramienta más para impedir que sufran abusos sexuales, “un abuso de autoridad que, en algunos casos, se aprovecha del vínculo de amor que siente el niño”, cuando los agresores pertenecen al núcleo de adultos significativos.
Cuando son más grandes, el trabajo también se cimienta en la importancia de elegir cuándo y con quién mantener relaciones sexuales, en función de una decisión integral del sujeto, que lo comprometa desde lo que es y que cuente con las medidas para la protección de la salud. A diferencia de quienes consideran que exponer lo que pasa es una manera de incentivar prácticas irresponsables, la educación sexual se plantea como “un elemento fundante del respeto por el otro”, subrayó Milesi.
*
Diálogo fuera de las aulas

El tratamiento de la sexualidad en los barrios periféricos del Conurbano se topa con la falta de caminos con la que cuentan niños y adolescentes que no tienen recursos económicos. La dificultad para acceder a la información en zonas donde el nivel de escolaridad es bajo deja a los sujetos más desamparados frente a sus propias dudas. En ese marco, organizaciones sociales y políticas trabajan en la inclusión.
“Primero hay demanda, los pibes quieren saber, después aparecen los prejuicios”, describió René Contreras, del área de Salud de Barrios de Pie en Esteban Echeverría. En las exposiciones en La Morita y Altos de Monte Grande, se repite el concepto de la mujer como responsable de la prevención de embarazos mediante la utilización de píldoras anticonceptivas, sin que el varón esté obligado a usar preservativos, incluso cuando las pastillas no actúan contra el contagio de enfermedades.
Los talleres buscan favorecer la planificación familiar, que encuentra dos obstáculos fundamentales: “Los discursos contradictorios que provienen de algunos sectores de la Iglesia y la situación de riesgo social”, factores que el referente señaló como causas del alto número de mamás adolescentes.

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25 de octubre de 2009

El invierno en tiempos de cólera

Por Noelia Leiva

No son personajes literarios ni viven en páramos desconocidos. Su resistencia a veces se parece a la esperanza, a veces a la resignación. Frío y enfermedades se multiplican en los asentamientos, donde la satisfacción de derechos no es una constante. Una espera que no es ficción.


En tiempos de cólera no espera sólo el amor, desde el banco de una plaza, como en la novela de pluma colombiana. Las ausencias se hacen presente con mayor fuerza cuando la satisfacción de las necesidades básicas de los sujetos no llega. Frío, pies mojados y enfermedades son constantes en los puntos olvidados, donde las respuestas se aguardan y la realidad se padece. En asentamientos como el “17 de Noviembre”, de Ingeniero Budge, el invierno está lleno de paradojas.
En la distancia que puede recorrer un colectivo local, las miradas de los vecinos pueden mutar. Las diferencias entre centro y periferia, como en el mapa mundial, pueden repetirse en cualquier ciudad. Pese a que los meses pasan luego de que el predio que alberga a alrededor de 15 mil personas recibiera el reconocimiento de la expropiación, las dificultades para la organización –cuando los intereses políticos dividen- hacen que la situación de riesgo social se agrave. Y las bajas temperaturas traen enojo, generan preguntas. “Es una situación paradójica: no tenemos agua corriente pero tenemos el agua en los pies”, señaló Armando Chávez, delegado de la manzana 16 del asentamiento.
Hace una semana, la última lluvia –que, como la promesa del personaje de García Márquez, nunca resulta la última - provocó que las bases de 50 centímetros sobre las que algunas familias habían construido sus casas no fueran suficientes para mantener el piso seco. La inundación hizo que los vecinos se agruparan en las casillas de quienes habían podido armar cimientos más altos, más lejos del piso de tierra. Hacinados, las historias se mezclaban. “Estamos hermanados en la pobreza”, describió el referente.
Así las cosas, la cotidianeidad es la misma que la de cada invierno en cada asentamiento: ni gas, ni agua potable ni tendido de luz. Los integrantes del barrio montaron a principios de año una red propia para extender la energía eléctrica, pero con el frío la demanda es tanta que “no alcanza para encender la candela de una estufa de cuarzo”. La calefacción tampoco puede apelar a la combustión, porque las paredes están hechas de material inflamable, como madera, y puede que se “incendie lo único que tienen”, apuntó Armando.
El “17 de Noviembre” tiene 115 manzanas. Se estima que viven allí 2500 grupos familiares, pero los vecinos no conocen cuántos son los que, como ellos, viven en la espera, como el hombre de ficción que envió 131 cartas para reconstruir la esperanza. “Hay números, pero no los conocemos”, aseguró el delegado, porque no todas las manzanas reciben ayuda de los programas bonaerenses de asistencia. También entre ellos hay diferencias. Y con el frío, duelen más.


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24 de octubre de 2009

Contra una problemática “intercultural e interclasista”

Por Noelia Leiva

La apertura de la primera Comisaría de la Mujer en Lomas de Zamora reabrió el juego para que las voces sociales analizaran causas y características del maltrato contra ellas. De cómo la historia personal está atravesada por los cánones culturales que determinan un modelo de mujer dependiente.

Decir que no sucede, mirar para otro lado hasta que todo termine o el ciclo comience otra vez,buscar explicaciones en los cánones que designan cómo debe ser una mujer, incluso más allá de sus deseos. El círculo de la violencia de género se alimenta de esos  modos de actuar, trampas culturales que el sistema patriarcal justifica. Contra ello, los ámbitos de contención buscan dar respuestas,aunque las controversias también los abarcan. La apertura de la primera Comisaría de la Mujer en Lomas de Zamora se presenta como un disparador para hablar del tabú del sometimiento, en una problemática que tiene al silencio como principal aliado.
La semana próxima se estima como la fecha en la que la división policial comenzará a funcionar en 25 de Mayo al 300, Temperley. Será un proyecto que entiende a ellas en su núcleo familiar, laboral y la vía pública, ámbitos en los que pueden materializarse situaciones de violencia. Para ello, las áreas del Ejecutivo municipal especializadas en derechos e igualdad de género prestarán su servicio para ayudar a las denunciantes a que lleguen hasta la flamante comisaría. Sin embargo, la decisión de poner en palabras el padecimiento es el resultado de un proceso de flagelación de la persona durante años. “Es una problemática compleja, con múltiples factores que atraviesan todas las clases sociales. Es intercultural e interclasista”, definió a LA TERCERA la trabajadora social Natalia Baigorria, coordinadora de Niñez y Violencia de la Dirección de la Municipalidad de Lomas de Zamora de Promoción de los Derechos Sociales que comanda la psicóloga Miriam Etcharren.
La iniciativa está impulsada por el Foro Municipal de Seguridad, cuyo titular,Jorge Revoredo, entendió la presencia de efectivos de esa fuerza capacitados como un paso importante para la “defensa de la mujer”, tal como difundió a través de un comunicado de prensa. Claro que no se trata de su tutela ante el sometimiento,sino, en cambio, de que ellas vuelvan a considerarse sujetos con posibilidades y aptitudes.

El dogma del poder del padre

“La base de todo está en la sociedad patriarcal, que naturaliza ciertas conductas del hombre y construye los valores de cómo debe ser una mujer”, subrayó Baigorria. El mandato familiar en el que el poder desciende del varón y hace de sus decisiones pretendidas formulaciones incuestionables.
Frente a ello, el desafío es “socializar,cuestionar, hacer circular la palabra con respeto a los tiempos de cada persona”. En este punto, el abordaje no tiene que dejar de ver que la falta de un espacio físico donde la mujer vaya a vivir con sus hijos lejos del agresor, de un sustento económico, judicial y emocional son los obstáculos contextuales que incentivan al silencio.


Ayudar a decir

“Esta vez él tenía razón” es la frase que Adriana Fonte, coordinadora de la Fundación para la Prevención y Asistencia en Salud Mental (Prasam), indicó como una de las más pronunciadas por las mujeres que atraviesan situaciones de violencia, desde descalificaciones verbales hasta violaciones sexuales en el interior de la pareja o el matrimonio, porque las instituciones
legales tampoco las preserva del maltrato. La entidad, que trabaja en Almirante Brown, como su par lanusense Propuesta son puntos de referencia para cuando deciden buscar ayuda. La aflicción está potenciada por “la cultura del ‘mejor callarse’, de ser sumisa”, definió la especialista browniana. En ese marco se entiende cómo a las características individuales se suma la macro-determinación de la herencia social. Y si de evaluar estadísticas se trata, una encuesta realizada por Propuesta indica que el 97 por ciento del universo consultado reconoce a la violencia como un delito, del que sólo el tres de cada diez acepta conocer algún caso. Ocho puntos por encima de la mitad de encuestados reducen la problemática a una enfermedad” del golpeador.
*
Algo más que buenas intenciones

Los movimientos sociales y feministas asumieron como propia la bandera de la lucha contra la violencia de género desde una mirada que critica al Estado y su ausencia. El Espacio de Mujeres del Frente Popular Darío Santillán organiza talleres en los barrios periféricos del Conurbano, donde los casos de mujeres víctima no son pocos. Sin embargo, el colectivo se encarga de aclarar que el problema no es exclusivo de los sectores más vulnerables, aunque está potenciado por la pobreza como una forma más de abolición de derechos. Y que las comisarías, en vez de ayudar, obstaculizan.
Hay una “doble victimización”, consideró Adriana Pascielli, también integrante del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Lanús. La primera se produce cuando el varón agrede, mientras que la segunda se genera al momento de denunciar y  “en
la comisaría la culpabilizan, porque pareciera que es responsable de la violencia que sufre”.
Si la problemática tiene como origen “la opresión de la mujer por el patriarcado”, la solución se inicia en un cambio de paradigma. En ese camino, las organizaciones “pueden tener buenas intenciones, pero el Estado tiene que estar presente”, demandó .

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El camino de la lucha colectiva

 Por Noelia Leiva

El predio estaba abandonado. Un grupo de trabajadores desocupados lo recuperaron e instalaron allí cuatro centros productivos y una escuela para adultos. Sin patrones pero organizados, su lucha se llevó un nombre: Darío Santillán. Desde su asesinato, reivindicar a su compañero es otro de los motivos que los impulsa a seguir la transformación social.

"Saber qué es lo equitativo y no hacerlo, he ahí la cobardía”. La frase de Confucio abrió la charla. Sobre la mesa, un libro del filósofo chino y otro sobre la vida de Fidel Castro, además de herramientas para tratar el metal. Carlos Romeo es una de las personas que trabaja en la herrería. En total, son cuatro los proyectos productivos que funcionan en el predio recuperado Roca Negra, en Monte Chingolo, Lanús, bajo el “esfuerzo militante” del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) local desde hace 6 años. Allí trabajó Darío Santillán antes de ser asesinado el 26 de junio de 2002. Allí se gesta una mirada propia para luchar por “el cambio social”.
La consigan es clara. Los integrantes del movimiento buscan revolucionar y revolucionarse para llegar a “ese hombre distinto que quería el Che, que sea solidario, pueda compartir, acompañar”, definió Carlos, de cuerpo cansado por el trabajo al sol y conceptos decididos. Se trata de una cruzada por una forma de trabajar y de educar distinta, sin líderes ni patrones.
En el Roca hay herrería, bloquera,taller de serigrafía y un mercado frutihortícola. El 10 por ciento de las ganancias se destinan al movimiento y el resto es repartido de forma equitativa entre los trabajadores. Además, avanza el sueño de la escuela propia, a la que ya concurren 17 alumnos y tiene una importancia particular porque deja asomar un cambio en las prioridades de las personas más pobres, aunque aún halla necesidades básicas insatisfechas. Antes la gente se sumaba por la promesa de obtener un “bolsón de alimentos o un plan social”. En cambio, la escuela permite incorporar adherentes que se interesen por los valores del MTD a partir de comprenderlos, de aprender a leer y escribir. “Antes reclutábamos por la panza. Ahora, por la cabeza”, puntualizó el herrero.
Las decisiones de qué comprar,cómo organizar la labor productiva y cómo defender la lucha se toman necesariamente en asamblea. Que la agrupación no tenga referentes retrasa los tiempos de acción pero, a la vez, la fortalece porque “si mataran al líder, todo se desorganizaría”. Para Carlos, en el movimiento pasa otra cosa: “Acá nosotros sabemos que si nos matan, va a haber un montón de compañeros atrás del asesino y va a tener cadena perpetua”.

La historia

El predio de Camino General Belgrano al 4400 estaba deshabitado desde hacía 15 años. Guillermo Parodi, su dueño, pidió un crédito de 10 millones de pesos y desapareció.En 2002, las Madres de Plaza de Mayo entendieron que era el espacio ideal para fundar un centro de producción solidaria, aunque más tarde la reacción de la organización no fuese la más deseada. Al principio, los MTD de Lanús, Almirante Brown y Solano se reunieron para poner en marcha esa forma distinta de compartir el trabajo con el otro, sin patrones. Pero de a poco, por distancia geográfica y criterios diferentes, se decidió que los representantes lanusenses iban a ser los únicos responsables del predio.
Pero en septiembre de 2008, recibieron una mala noticia. Tras más de una década y media sin presentaciones fiscales, el Roca Negra debía ser rematado. Una primera movilización al Centro de Martilleros de Capital Federal dilató la fecha de la operación, hasta que con el segundo intento de remate la organización entendió que debía agudizar la resistencia e ir por la expropiación. Entonces acudieron a las Madres.
“Fuimos a hablar y le contamos. Nos dicen: ‘Qué vamos a hacer nosotras, fíjense ustedes qué pueden hacer y los acompañamos, pero no queremos hacer nada más con eso’. Imaginate, es como si te abandonara tu mamá”, relató Carlos. “Así que empezamos a ir a La Plata. Les decíamos a los diputados: ‘Dale, firmame la ley”.
El 27 de febrero el proyecto de expropiación ingresó en la Legislatura bonaerense. La Cámara Baja lo aprobó el 30 de abril y el Senado le dio el sí definitivo el 26 de noviembre de 2008, a partir de lo cual el espacio pasó a pertenecer a la asociación civil del movimiento, “Semillita de Algarrobo Colorado”.

La identidad

“Somos piqueteros y estamos orgullosos”, subrayó el hombre de la herrería. A veces, la misma gente del barrio prioriza su “prejuicio” y prefiere comprar en otro lugar porque cree que quienes trabajan en el Roca son “gente difícil de tratar”, sonrió Carlos. La reacción de algunos vecinos es, en definitiva, un reflejo de la desviación más amplia del concepto en la vidriera de los medios, con un tinte en general negativo y una mirada que no abarca al contexto social de la lucha. “No podemos negar lo que somos. Y menos cuando hasta los hijos de puta, como los del campo, usan nuestros métodos” para sus reivindicaciones.

La lucha después de la muerte

Desde el 26 de junio de 2002, para Leonardo Santillán integrar el MTD genera sentimientos encontrados. La lucha, por un lado, lo alimenta pero, por otro, le hace sentir de cerca la ausencia de su hermano, Darío, asesinado por una bala policial en Puente Pueyrredón.Ambos trabajaron en la bloquera del movimiento en Villa La Fe, Lanús, que luego se trasladó al Roca Negra por falta de espacio. Allí compartieron labores hasta el día de la muerte. Ahora, el trabajo es una forma de recordarlo, al tiempo que se autogenera la posibilidad de acceso a ese derecho.
Durante el verano, él y Juan trabajan en la fabricación de bloques que venden a 2,50 pesos. “Son más baratos que los de afuera pero de mejor calidad”, subrayó Leonardo. En una semana, se propusieron hacer mil unidades para poder tener un stock disponible para cuando surjan pedidos. Es que en la bloquera, como en todos los proyectos que funcionan en el predio, el trabajo no es constante.
“Darío nos marca el camino, como tantos otros”, se emocionó Leonardo. Para él, se trata de acompañar la lucha en el campo popular para “evitar que más compañeros se caigan”.

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Una suma de dificultades para acceder a la salud

Por Noelia Leiva


Una organización social realizó una encuesta para verificar con qué posibilidades reales cuentan las familias de Villa Fiorito para hacer frente a la Gripe A. Los niños son los más afectados porque sólo hubo turnos para 40 de ellos en las unidades sanitarias. Cuando las falencias impiden la prevención.


Ausencia de profesionales por falta de pago y escasez de insumos resultaron las constantes en el funcionamiento de las cuatro unidades sanitarias que deben atender a 42 mil habitantes en Villa Fiorito, según lo reveló un relevamiento que realizó la organización Che Pibe sobre 102 familias consultadas, en el marco de la expansión de la Gripe A (H1N1). "Acá, eso de que si tenés fiebre vas al médico no existe", afirmó Marcela Val, referente de la organización.

Las fallas en el sistema de salud se evidenciaron cuando el 14 por ciento de las 583 personas encuestadas expresaron apelar al lavado de manos para evitar infectarse con el virus, aunque "la aplicación efectiva de las medidas está limitada por las deficientes condiciones sanitarias, como el no acceso al agua corriente", aclaró el pre-informe, al que accedió AUNO.

De esta manera, la extensión del virus en los barrios y la difusión mediática de la patología evidenció las dos variables que dificultan enfrentar la enfermedad en las barriadas pobres: la falta de los recursos básicos para la prevención y la de las herramientas médicas equitativas para actuar ante cuadros declarados.

La recorrida por las casas de Fiorito se realizó entre el 6 y el 8 de julio últimos, los primeros días de suspensión de las clases para evitar contagios, cuando la curva de consultas por la gripe ascendía.

Según el informe, un 68 por ciento aseguró querer consultar al médico al tener síntomas de enfermedad pero "sólo dos de las cuatro unidades sanitarias entregaron turnos para pediatría" durante la semana de las entrevistas", indicó Val. Mientras que las otras dos salas otorgaron hasta 40 turnos para una población total de 42.902 habitantes.

Si los niños de la salita "La salud como derecho", ubicada sobre el pasaje Eva Perón, sufrían algún malestar durante la primera semana del mes, no iban a poder atenderse, porque de las dos pediatras que estaba contratadas, una había presentado su renuncia y otra se encontraba bajo licencia médica. La misma suerte corrieron los vecinos más chicos de la Unidad Sanitaria "Villa Urbana", entre Larrazabal y Calingasta, donde la especialista no trabajaba desde marzo.

Por su parte, en el centro sanitario "Nueva Fiorito" hubo cupo para 30 pacientes, 15 por cada uno de los dos días de atención, y en el "Ramón Carrillo" sólo para 10, atendidos por dos doctoras.

LOS PROBLEMAS Y LAS CAUSAS
Mientras en la población con más recursos económicos el menor síntoma de fiebre o malestar respiratorio despertaba la preocupación de padecer la enfermedad pandémica, en Fiorito los números confirmaban los problemas de salud históricamente asociados a la precariedad de la infraestructura del barrio.

El 66 por ciento de los encuestados tenían marcas de broncoespasmos, asma y bronquiolitis, que el informe de Che Pibe explica como consecuencia de la debilidad de las construcciones donde viven las familias, la ausencia de redes cloacales, agua limpia con la que higienizarse o cocinar y la instalación de las viviendas en cercanía a focos infecciosos, como basurales y arroyos con caudales contaminados.

LOS ENCUESTADOS
Aunque desde hace diez años la zona es catalogada como "ciudad" por la cantidad de habitantes que alberga, las familias no cuentan con los servicios básicos y sus necesidades son negadas estratégicamente por "el individualismo, la cultura del miedo y el no te metás", denunció la organización en sus conclusiones.

Entre los pobladores hay una mayoría de personas que nació en el interior del país o en países vecinos, como Bolivia, Chile y Paraguay. En la población juvenil, la constante es la dificultad para alcanzar la independencia económica, por lo que incluso cuando son padres conviven con el núcleo parental.

Según el análisis, las dificultades económicas están signadas por la inestabilidad laboral, ya que la mayoría de los vecinos "trabaja en relación de dependencia, comúnmente como changarines en albañilería, cartoneros, botelleros y empleados domésticos", puntualizó el documento. Además, como "no existe fuente de trabajo" en la zona, los vecinos deben trasladarse a la Ciudad de Buenos Aires u otros distritos del Conurbano bonaerense para encontrar una oportunidad de empleo.

MNL-AFD
AUNO-29-07-2009 


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Leoneras del patriarcado estatal

Por Noelia Leiva

Anuncios no faltan en Estado cuya bandera es la de la promoción de derechos. Pero del lado de las organizaciones sociales, el panorama no es propicio para celebrar una apertura social en materia de género. El Espacio de Mujeres del Frente Popular Darío Santillán denunció un “doble discurso” oficial por la demora en la asignación del aval prometido a los talleres sobre salud reproductiva e igualdad que otorgan a las mujeres de los barrios más pobres del Conurbano sur.
Si contra un mandato familiar y cultural dominado por el varón hay que trabajar, también frente a un aparato que puede demorar acciones de participación. Desde octubre de 2003, el colectivo femenino no detuvo sus actividades de formación en el intercambio con militantes de diversas agrupaciones, incluso cuando el respaldo financiero para expandir sus talleres contra la marginación se convirtió en un signo de interrogación. Y la espera sigue.
“Falta trabajar en derechos, para que las mujeres se den cuenta de lo que el patriarcado les vedó durante años”, subrayó Adriana Pascielli, integrante del Espacio y del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Lanús. Con esa impronta, las actividades que se realizan en ese distrito se extienden a Almirante Brown, Lomas de Zamora, La Plata y Berisso. “En 2008 presentamos dos proyectos para poder expandirnos y sumar especialistas (mediante recursos del Gobierno), pero hace cuatro meses que nos dicen que está a cobrar”, denunció, en diálogo con LA TERCERA. Al cierre de esta edición, la agrupación había recibido la promesa de que el dinero estaría asignado hoy para la puesta en marcha de más propuestas de género. “Esperemos que la denuncia pública dé resultado”, ese recurso que a veces cumple los roles ausentes.
La demora parece mayor cuando, como producto del trabajo barrial, el frente detecta que la violencia y la imposibilidad de decidir sobre el propio cuerpo son constantes entre las familias sumidas en la pobreza. Y no sólo se trata de un reclamo en pos de la despenalización del aborto como forma de evitar la muerte de quienes no tienen acceso a ámbitos donde, aunque todavía ilegales, se interrumpen embarazos con asepsia. En las unidades sanitarias de zonas de riesgo social “no se cumple la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, no se dan anticonceptivos”. Falta de acceso a la información y a las herramientas de cuidado suelen ser la combinación por la que esas mismas mujeres se conviertan en blanco de los prejuicios.
“Hay bastante por hacer”, resumió Pascielli. Es cuestión de seguir, porque el camino ya está empezado.

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