20 de diciembre de 2009

Una nena “desaparecida” estaría en manos de su padre, acusado de pedófilo

Por Noelia Leiva

Tiene 5 años. Un operativo policial autorizado por un Tribunal lomense se la llevó de su casa. Los familiares aseguraron que fueron golpeados por el grupo especial de tareas que intervino en el supuesto allanamiento. No hay registros de su paradero en la Justicia. Sospechan que está con su padre, denunciado por comprar y vender material pornográfico de niños y niñas.

El Tribunal de la Familia Nº3 de Lomas de Zamora estaba recusado. Pese a ese impedimento a actuar, ordenó el allanamiento del domicilio donde vive Ana Paula Crespo para llevar a su hija de 5 años, Abigail, hasta las manos de su padre, Diego Greppi, acusado de conductas pedófilas. El comportamiento se alejó aún más de la constitucionalidad: un operativo armado a cargo del Grupo Halcón, golpes a integrantes de la familia y un simulacro de fusilamiento completaron el procedimiento. Hace 13 días que no hay noticias sobre la niña.
El viernes 4 de diciembre rodearon la casa de Wilde 40 efectivos, 16 de la división especial de operaciones de la Policía Bonaerense, según describió el abuelo de la nena y padre de Ana Paula, Oscar Ángel Crespo. Lo que siguió no fue un habitual cambio de tenencia, que demanda un proceso de representación de los progenitores ante la Justicia. Derribaron la puerta, “patearon la panza a la madre, le gatillaron en la sien tres veces con un arma descargada al tío y secuestraron a la nena, la propia jueza (María Silvia Villaverde) se la entregó al padre”, describió, por su parte, Raquel Holway, presidenta de la organización Alerta Vida. Durante dos días, la mujer agredida debió recibir atención médica a causa de una hemorragia ginecológica como consecuencia, explicó la referente social, de las agresiones policiales.
Desde el “secuestro judicial”, la familia no encontró ningún registro del paradero de la nena, pese a la exigencia de los protocolos legales. “Lo único que dice (la magistrada) es que está con el padre, pero no hay nada por escrito”, sostuvo la titular de la asociación reconocida por su intervención en el caso del psicólogo Jorge Corsi, procesado por pedófilo. Para aumentar la desidia, “se supone que Greppi vive en (la localidad bonaerense de) San Martín pero no hay un domicilio legal de él”, informó.
La falta de explicaciones a la violencia institucional y fáctica no es una sensación nueva. Tras las primeras acusaciones contra el papá, el Tribunal le otorgó un régimen de visitas. Los encuentros “debían realizarse en el Puesto Vasco”, informó la militante social a LA TERCERA. Se trata de un ex centro clandestino  de detención y tortura que funcionó durante la última dictadura militar en la localidad bonaenrese de Quilmes.
Los allegados a la pequeña no se explican por qué los funcionarios judiciales no la defienden. Entre las organizaciones que acompañan el reclamo de la aparición de Abigail circuló el dato de que, en una populosa red social virtual, el acusado es ‘amigo’ de familiares de Villaverde.

Vínculos abusivos

El matrimonio no convivió nunca. Cuando Ana Paula quedó embarazada, Greppi “se borró”, graficó Crespo padre. Volvieron a saber de él cuando la beba nació. Según describió, a pocos meses, la mujer comenzó a detectar algunos comportamientos en el hombre que podían ser peligrosos. “Le metía la mano dentro de los pañales a la niña, pero no lo denunció porque recién empezábamos a entender del tema”, aclaró. Investigaron y descubrieron que Greppi compraba y vendía material fotográfico de chicos y chicas en situaciones sexuales, a través de una página web.
Con esos antecedentes la familia denunció al hombre ante el Tribunal. Por la falta de acción, llevaron su queja sobre al Congreso de la Magistratura nacional y a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos, pero parecen haber caído en oficinas con cajones muy hondos.

Publicado en La Tercera del 17/11/2009
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