29 de diciembre de 2010

“Los pibes a veces ‘existen’ porque cometieron un delito”

Por Noelia Leiva

Lo advirtió la directora del Centro de Referencia del Departamento Judicial de Lomas de Zamora que recibe a chicos y chicas menores de 18 años que cometieron delitos. Atiende casos de seis distritos. El equipo entiende que el conflicto con la Ley es generado como una “crítica” a la sociedad, una expresión de una necesidad insatisfecha, de un derecho vulnerado. De los hechos punibles, sólo el 4 por ciento fue llevado a cabo por niños o adolescentes hasta 16.

Frente a cada uno de los y las jóvenes que llegan al Centro de Referencia del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, el objetivo de su equipo es facilitar una “inserción plena” en el contexto social de esos adolescentes que cometieron algún delito. Encarnan una alternativa a las medidas clásicas de privación de la libertad, desde una mirada integral de los individuos. Las historias de cada quien, sus deseos, la lectura de la sociedad de consumo y la inequidad como algunas de las claves para el abordaje.
Las experiencias de los tres representantes del grupo de trabajo que dialogaron con LA TERCERA -la directora del espacio y trabajadora social Jorgelina Camiletti, la psicóloga Agustina Romero y el operador comunitario Alberto Gallini- convergen hacia una mirada que borra la culpabilidad de la juventud para hablar de responsabilidad, sin dejar de entender el conflicto con la norma penal como una consecuencia de la vulneración previa de derechos. Reciben a pibes derivados por los jueces de Esteban Echeverría, Ezeiza, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Lanús y Avellaneda.
-¿Desde qué paradigma se posicionan en el trabajo con los jóvenes?
-J.C.: Nuestro paradigma es el de la promoción y protección de los derechos de los chicos, a partir de la ley 13.634 que no puede pensarse fuera del marco de la 13.298. Nos abocamos a la responsabilidad de los pibes.
-A.R.: Su espíritu es que el joven llega a cometer un delito porque tiene algún derecho vulnerado. A partir de la intervención judicial, se restituye. Como organismo ejecutor de la ley, recibimos al chico, hacemos una evolución psico-social y de su entorno. Buscamos construir junto al pibe una inserción social plena, porque la que tenía en algún punto fue deficitaria.
-¿La institucionalización de los jóvenes es la última medida?
-J.C.: Este dispositivo es una alternativa a eso. Consideramos que el pibe es privado de la libertad en diferentes formas. En los Centros de Contención, por ejemplo, porque está por una orden del juez. Por más que no tengan rejas, está ahí contra su voluntad. Los que vienen al Centro de Referencia también lo hacen obligados porque es una decisión judicial. (N.de R.: De los 180 varones y 7 chicas que se derivan al espacio, sólo 40 no cumplen con las pautas dadas por los profesionales).
-¿Qué importancia tiene la palabra de los jóvenes en los encuentros?
-A.R.: Considero que llegó a su situación porque no tomó las mejores decisiones por sí mismo. Dejar que decida tiene que ver con una ausencia porque si todavía no es mayor de edad es porque no tiene una total autonomía. Muchas veces los padres resaltan que le dieron libertad y los traicionaron, cuando lo que necesitan es tener al padre o la madre normándolos, además de darles afecto.
-J.C.: A los pibes se los escucha pero también deben escuchar porque tienen que entender por qué están acá, que somos un equipo de trabajo que les va a dar herramientas para que puedan seguir adelante. Pensaba en qué lugar tienen los chicos: el ‘no lugar’, porque no pertenecen a ningún lado y, lamentablemente, a veces ‘existen’ porque cometieron un delito.
-A.G.: En su mayoría no fueron escolarizados o la última vez que fueron a la escuela tenían 12 años. Empezaron en otra y los echaron. Lo bueno de las medidas alternativas es que siguen con sus familias, en el barrio, por eso también debe haber modificaciones en su entorno.
-¿Cuán crucial es la relación con el grupo vincular?
-A.R.: Los atravesamientos familiares, sociales e institucionales son determinantes. Para la  promoción de los derechos del pibe también debemos hablar con la familia para que pueda hacer un reordenamiento. Es muy común que un padre diga ‘yo no crié a mi hijo para esto, yo le hablo’. Lo primero que decimos es ‘¿lo escucha? ¿su hijo habla?’. El chico siempre va a volver al ámbito familiar y es ahí cuando debe haber una reformulación. Queremos transmitir un modelo vincular donde exista diálogo y acuerdo.

“Los derechos del victimario fueron vulnerados antes”

-Si pudieran sintetizarse las causas que llevan a que un chico efectúe un delito, ¿cuáles serían?
-A.R.: En lo biológico, están los problemas en la nutrición que hacen que el chico no desarrolle bien su sistema nervioso, no maneje bien sus impulsos. Por otro lado, la (falta de) seguridad de recursos para mantener sus necesidades, que repercute en cuestiones anímicas del pibe y sus padres, al no sentirse con el poder de satisfacer las necesidades de sus hijos. Se ve una madre narcisista, sobreprotectora, omnipresente, con dificultades para establecer un vínculo estable. El padre suele estar ausente, si no es en figura lo es emocionalmente. Hay conflictos no resueltos entre los padres que el chico recibe y pone en escena. Suelen ser jóvenes sobreadaptados porque se adecuan a un ambiente hostil cuando no tienen las estructuras de pensamiento necesarias para hacerlo. Hay problemas que tienen que ver con la autoestima de los chicos para construirse una realidad, un futuro. En la adolescencia todo tiene una inmediatez. Se agrupan con sus padres para satisfacer necesidades urgentes. La sociedad del consumo lo favorece. Los chicos no quieren ir a la escuela para tener un proyecto a futuro, quieren plata ya y si no consiguen trabajo van a buscarla de otra manera. Esto no siempre tiene que ver con que tengan hambre, eso también es un prejuicio. Quieren acceder a lo que ven que otros pueden tener. Como todo el mundo, quieren pertenecer.
-¿Se relaciona con el ‘tener’?
-A.R.: Sí, es la sociedad del tener más que del hacer. También, como otras causas, hablamos de padres con problemas de alcoholismo que los chicos muchas veces reproducen. Hay cultura en la familia relacionada con la transgresión de las normas, que no necesariamente implica el delito y la violencia pero el chico termina por tomar esa posta. También vemos padres que se sienten mermados en su rol, por ejemplo, por tener alguna discapacidad. Esto les repercute anímicamente por no poder cumplir el modelo hombre-macho-proveedor, ni construir otro. Los pibes necesitan desarrollar formas alternativas a la verbal para expresar su problemática. Con su accionar, le ponen el cuerpo a una crítica bastante fuerte a lo que somos como sociedad.
-J.C.: Entonces los pibes no nacen chorros o malos. Son un producto de esta enumeración, de la inequidad. Es más fácil mostrar un joven que cometió un delito que a quince adultos que hicieron lo mismo. Sobre el 100 por ciento de los delitos, sólo el 4 está cometido por menores de 18 años.
-¿Eso echa por tierra que bajar la edad de imputabilidad reduciría la cantidad de delitos?
-J.C.: Tenemos una ley que dice que los jóvenes que pueden ser punibles tienen que tener entre 16 y 17 años pero en la provincia de Buenos Aires hay jóvenes de 14 y 15 años privados de la libertad porque la misma norma (la 13.634) en su artículo 64 permite que un juez institucionalice a un joven no punible bajo la categoría de ‘seguridad’. Crearíamos lugares para encerrar a los chicos cada vez más niños y no es la solución. Es más profundo
-A.G.: Hay que fortalecer a los Servicios Zonales y Locales.
-A.R.: Y la prevención primaria del delito. Dicen ‘entonces hay que defender los derechos del asesino o el victimario”: los de la víctima siempre están más defendidos por la sociedad en su conjunto, los del victimario se suponen vulnerados mucho antes de haber cometido el delito, que es una consecuencia de esa vulneración previa.
-J.C.: Es un mito que ‘no pasa nada’, que ‘entra y sale si es menor de edad’. En la provincia, hay 490 pibes privados de la libertad y 2.700 con medidas alternativas.

Publicada en La Tercera del 28 de diciembre de 2010

La casa del vecino Norberto que se llamaba Rodolfo

Por Noelia Leiva

La periodista local Patricia Serrano se presentó como testigo en la causa por crímenes de lesa humanidad en la ESMA a partir de una investigación realizada sobre la última vivienda de Rodolfo Walsh. Está ubicada en el barrio El Fortín del distrito. Allí el escritor vivió durante tres meses con un nombre falso. En ese lugar también escribió la Carta a la Junta Militar. De ese hogar lo secuestró un grupo de tareas. Treinta y tres años después un juicio avanza tras los nombres de los culpables.
                                                             
“Por tres meses, Freyre fue otro vecino del barrio. La casa la compró con el mismo documento que había utilizado para escribir Operación Masacre, cuando por primera vez sintió la urgencia de una identidad falsa y papeles apócrifos. Más de quince años después, ese documento permitió a Rodolfo Walsh ser Norberto Freyre otra vez, en San Vicente”. Así da sus pasos iniciales el artículo que elaboró la periodista local Patricia Serrano sobre los tres meses que el escritor detenido y desaparecido en 1977 vivió en el distrito. Por esa investigación fue llamada a declarar como testigo en la causa por los crímenes de lesa humanidad perpetrados en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). En adelante, una de las aristas en las que ahondará la Justicia es la relación de la Policía local en el operativo que destruyó la vivienda, secuestró volúmenes de la obra inédita del militante y borró su paradero.
La proximidad geográfica pero más “la admiración” por el hombre que supo escribir la Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar movilizaron la búsqueda de información hace unos dos años, describió la comunicadora. Esa llama la impulsó hacia el mismo “barrio obrero” en el que hace tres décadas pisó, con los zapatos hundidos en el barro, el sujeto que decidió presentarse al vecindario con un nombre distinto para preservar su vida, aunque las botas terminaron por aniquilar su libertad.
Es que los ‘puntos finales’ al relato detrás del discurso oficial y el olvido neoliberal de 1990 contribuyeron a que todavía no se definieran el principio, nudo y desenlace de las experiencias tras los muros del hogar de El Fortín, hoy habitada por María Salas, hermana de Rubén, un efectivo retirado. Desandar el derrotero local de Walsh permitiría “reconstruir su historia y resolver la de San Vicente, que es tan necesario”, entendió la vecina.
Para dar con los datos de ese pasado reciente, la herramienta fue la entrevista cara a cara con las personas que vieron desde sus ventanas el accionar del grupo de tareas. A la gente de los terrenos lindantes “les dijeron que estaban buscando a una pareja, se confundieron de casa primero” hasta que dieron con la buscada y a punta de arma les indicaron “que se quedaran adentro”, relató la investigadora, en diálogo con LA TERCERA. Pese a que quienes ya son adultos mayores recuerdan esa jornada, muchos se enteraron de quién había sido en realidad Freyre cuando ella se acercó a desenredar el ovillo de vivencias violentadas.

De refugio a patrimonio histórico

Paradójicamente, a la cara de acción concreta de un modelo económico que estaba afianzado en la propiedad nada parecía importarle adentrarse en un espacio familiar cuya titularidad estaba escriturada. La expropiación de los bienes de los detenidos en centros clandestinos era el festín de los hombres del Falcon verde, sin contar el crimen de cosificar y apropiarse de niñas y niños. La casa del periodista en el partido no fue la excepción.
Allí había llegado en enero de 1977, tres meses antes de que escribiera la misiva a quienes iban a ser sus asesinos, en un juicio que recién ahora busca dar con el nombre de los culpables. Vivía con su compañera Lilia. Las parcelas “fueron compradas con dinero prestado por su primera mujer. Necesitaba algo barato pero que estuviese conectado con Capital y cerca del agua. El viejo Matute, dueño de una inmobiliaria del pueblo, se la vendió a un precio módico”, reflejó la sanvicentina en la crónica publicada en el diario Crítica que le valió la convocatoria como testigo del proceso judicial sobre la tortura y los homicidios ocultos tras las paredes blancas de la ESMA.
Entonces decidió que todos en el vecindario creyeran que era Norberto Freyre quien se había mudado. “Las partidas municipales (identificadas como 004411, 059749, 059750 y 059751) llegaban con ese nombre”, explicó Serrano a este medio. Así fue hasta que el Ejecutivo decidió dar de baja esa facturación, cuya deuda apenas superaría los 5 mil pesos, para convertir ese espacio de muerte en uno donde reviva la memoria: patrimonio histórico distrital.
Mientras el Congreso Nacional analiza darle a ese techo una importancia histórica federal, en su interior todavía habita la hermana de un policía cuya relación con el operativo que secuestró al autor está en averiguación.

Para que no hablen “los de los derechos humanos”

Rubén Salas ingresó a la escuela de cadetes Juan Vucetich en 1974. Dos años después, egresó y comenzó a ‘prestar servicios’ en la Comisaría Segunda de Almirante Brown. A partir del testimonio de Serrano se incorporó a la causa un listado del personal que en 1977 se desempeñaba en esa dependencia -en el que está incluido el hombre- para verificar “la colaboración de la Policía local para ayudar (en el ataque al dirigente) y permitir que pasara”, señaló la periodista.
Ese personaje aseguró, según el escrito publicado en el medio nacional ahora defendido por sus trabajadores, que hacia 1978 tomó la vivienda del referente de Montoneros y reparó su estructura, devastada por los verdes, como respuesta a un pedido de su madre. “Viste cómo son las viejas cuando se les mete algo en la cabeza”, trató de justificar el sujeto, según el informe. “Tengo miedo. Los de derechos humanos, con esto de que soy policía retirado, pueden hacer cualquier cosa, inventar”, esbozó.
Su hermana, María, es la actual moradora de la vivienda. “Esta casa estaba destruida. Nosotros la arreglamos. Es nuestra casa”, recalcó la mujer en el trayecto informativo que sirvió de dato a la Justicia. Cansada de las consultas incipientes sobre el dueño original del espacio, no suele dar explicaciones sobre su llegada a ese punto del Conurbano ni permitir tomar fotografías en su interior.
La vinculación entre la arteria local de la nada inactiva fuerza de la provincia durante la dictadura es la próxima instancia a revelar. Aunque Patricia Walsh, dirigente política e hija de Rodolfo, “tiene la idea de que la familia consiga una salida buena, que no sea para nada forzada, que se pueda conseguir una solución para todos”, aclaró la periodista.

***


“La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades”.
Así inicia la Carta a la Junta militar firmada con fecha del 24 de marzo de 1977. Al otro día, un grupo de tareas lo secuestró en su casa.


Publicado en La Tercera del 1 de diciembre de 2010

25 de noviembre de 2010

Discriminación en el ámbito laboral: cuando la equidad de género da trabajo

Por Noelia Leiva

Desde la concepción de la distribución de las tareas, el patriarcado reduce el desempeño de las sujetas a ámbitos secundarios. En la producción industrial, les reserva actividades repetitivas, mecánicas. En los espacios profesionales, naturaliza prácticas que privilegian la comodidad del varón. Movimientos por la igualdad se organizan para denunciar esas formas de violencia y generar el cambio.

Que la postulante tenga experiencia y juventud, además de ‘buena presencia’. Desde la primera aproximación al universo del trabajo pueden rastrearse signos de discriminación. Cuando los criterios de selección del personal y la determinación de las tareas están asociados a prejuicios de género, el ingreso restrictivo al campo laboral se convierte en otra forma de violencia hacia las mujeres, cuya erradicación se demanda en todo el mundo hoy, como cada 25 de noviembre. El avance en disciplinas marcadas -por el patriarcado- como exclusivas de los varones y el reclamo de obtener la misma remuneración por idéntica actividad encabezan la lucha por la equidad.
En las efemérides del movimiento feminista sobresalen las reivindicaciones en el campo popular. En 1908, 146 obreras de la fábrica textil Cotton de Nueva York, Estados Unidos, fueron asesinadas mediante un incendio provocado por los patrones para terminar con la protesta que sostenían por mejores salarios. Desde entonces, el colectivo por la igualdad pretendió que las muertes de sus compañeras superaran el inconsciente social reprimido para que el conjunto de las personas distinguiera las formas de esclavitud que el machismo adosaba al ‘modelo femenino’. En 1960, el femicidio de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, que velaban por le derecho a la participación política, en manos del dictador dominicano Rafael Trujillo marcó la fecha para recordar los alcances de la agresión androcéntrica.
Pero las huellas de la pelea no sólo se leen en clave histórica: “Las mujeres sufrimos en el ámbito laboral porque somos las que más trabajamos pero menos ganamos, con menores posibilidades de ascender de categoría o sueldo”, denunció Pamela Bulacio, miembra de la Comisión Interna de Kraft-Terrabusi. En la cadena de producción, ellas deben realizar actividades “más repetitivas y embrutecedoras, que generan cambios en el cuerpo y la vida”, describió la referente, en diálogo con LA TERCERA.
Si lograron ingresar al circuito y permanecer en él, la embestida puede meterse con su salud cuando precisamente tales movimientos en serie generan patologías que disminuyen su rendimiento, de modo que “muchas padecen violencia porque no pueden hacer las tareas normales de acuerdo a las enfermedades profesionales”, observó la delegada de esa fábrica. Las sujetas, cuya capacidad resultó reducida al uso mecánico de su físico, padecen doblemente la negación de su desarrollo cuando no existen alternativas a realizar en el interior de la empresa mientras dura su recuperación.
En esa fábrica alimenticia, la organización de delegados que se fortaleció en 2008 sufrió despidos que pretendieron fragmentarla, en un contexto de intereses de poder. La mayoría de los echados fueron varones porque -como dicta el paradigma imperante- ellos encabezaron la protesta, tal vez por la legitimación de la autoridad de su voz. Luego, las compañeras se sumaron a la resistencia. En ese marco, la posibilidad de ser expulsadas parece incrementarse cuando se trata de jóvenes o adultas porque los empleadores las consideran “material descartable”, calificó la dirigente.

Condición original

El tamiz de los roles es patriarcal. “A la medicina la escribieron los hombres”, sentenció la endocrinóloga Stella Maris Gilabert, representante del Asociación Sindical de Profesionales de la Salud bonaerense (Cicop). Ese condicionamiento original generó que las mujeres que quisieron iniciar la carrera “lucharan muchos años por ingresar en especialidades que eran ‘de varones’, como la cirugía”, describió la echeverriana.
En las clínicas y hospitales las pacientes todavía deben permitir que el manejo de su cuerpo esté pensado para servir a quien las atiende: “Las mujeres paren para comodidad del partero, acostadas, para que él esté tranquilo, cuando deberían hacerlo sentadas”, planteó la gremialista. La naturalización de que el nacimiento de un niño le provocará dolor físico a la madre también se asocia con la definición machista que ve en las individuas el ‘recipiente’ de contención del ‘hijo del padre’, un medio para dar a luz al ‘heredero’. Con todo y a modo de reivindicación, analizó que en ese espacio profesional la batalla se da cada vez más “por talento y no por género”.
En los hogares, el encasillamiento de las acciones asocia lo masculino con la toma de decisiones de forma autárquica y lo femenino con la reproducción de apariencias por fuera de sus deseos, la obligación de que ‘cada cosa esté en su lugar’: en casa. No obstante, hay indicios de modificaciones que ven en ellas a las protagonistas. “Nosotras somos las que peleamos, para nuestra organización está absolutamente enterrado que tengamos que depender de un marido o un patrón”, recalcó Vilma Bagnalasta, enfermera e integrante del Partido Obrero de Almirante Brown.
Con la definición de lo que les sucede en su mente y la necesidad de generar una realidad inclusiva, las mujeres se organizan en sus trabajos para pedir que las mejoras en las condiciones laborales también las favorezca. Desempeñarse como sus pares hombres en espacios de conducción es otra de las tareas hacia las que caminan. Las propuestas para vencer la doble discriminación, de género y clase, también suponen que los hombres deslegitimen el sometimiento. Un cambio colectivo que se empuja desde la calle y la fábrica.


*En el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres*

Publicado en La Tercera del 25 de noviembre de 2010 
http://www.diariolatercera.com.ar/detalle.php?articulo=Discriminaci%F3n-en-el-%E1mbito-laboral:-cuando-la-equidad-de-g%E9nero-da-trabajo&tipo=1&documento=6760&sistema=diarios

Mujer no es mercancía

Por Noelia Leiva

Si alguien hubiese formulado una Teoría del Propio Ombligo que infiriera sobre la clausura de acciones que perjudiquen el ‘yo’ sin más preocupaciones que las ‘ensimismadas’, ciertos medios de comunicación se consagrarían como discípulos. ¿Qué tiene de malo que una empresa periodística vele por su beneficio? La respuesta está en la balanza de los derechos: pesa más bregar por información que no estigmatice ni sostenga la violencia contra un sector de la población que alimentar las arcas comerciales a través de la promoción de actividades ilícitas. Eso parece atender la ordenanza que votó en su última sesión el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora que, en consonancia con medidas tomadas en cuatro provincias, limita la concesión de pautas publicitarias oficiales a los medios regionales, provinciales o nacionales que incluyan avisos o convocatorias asociados con la prostitución y la trata de personas. Ahora, resta que se cumpla.
Si lo que se presenta en la agenda informacional hegemónica legitima lo que sucede, que el mensaje reduzca a las sujetas a un objeto ‘fabricado’ para dar placer (sin leer las publicidades que las ridiculiza al mostrarlas fascinadas con la velocidad del lavado de platos o un superhéroe animado) extiende la aceptación de la subyugación femenina y la convierte en moneda corriente. Ése es el trasfondo de algo peor.
El marco machista que cree en la ecuación ‘mujer = vagina’ es causa y amparo para la reproducción de sistemas de explotación sexual, que no sólo naturalizan los avisos publicitarios sino que ayudan a perpetrarlos. Muchas víctimas fueron captadas mediante el engaño a través de “ofertas de trabajos en casas de familias o meseras”, cita el libro Se Trata de Nosotras, de Las Juanas Editoras. “Otra modalidad de los reclutadores es la realización de castings”, subraya.
Los anuncios que agrupó bajo el ‘rubro 59’ el multimedio cuestionado por su complicidad con la última dictadura -modelo para firmas más pequeñas- son, entonces, una puerta abierta al secuestro de niñas y grandes. La visibilización de la ‘oferta’ de lo que no es un trabajo sino una forma de esclavitud oculta, paradójicamente, la ilegalidad de los manejos de una acción condenada por el marco jurídico abolicionista al que suscribe Argentina.
La ordenanza oficialista busca “sensibilizar a la población” y “erradicar los avisos de contactos sexuales”, también camuflados como convocatorias a ‘importantes privados’. A partir de la reglamentación del texto, la Secretaría de Prensa comunal deberá poner los ojos para limitar la propaganda estatal. Ahora resta que no se mire para otro lado.

Publicado en La Tercera

1 de noviembre de 2010

Pantalla recuperada

Por Noelia Leiva

Un grupo de cinéfilos decidió que ya era hora de rehabilitar los espacios vecinales para proyectar películas. Documentales y largometrajes de ficción se ofrecen los fines de semana en centros culturales o comunitarios. También salen a las plazas. La impronta de la participación vecinal echada a rodar.


El rito iniciaba, aparentemente, al ingresar en la oscuridad de la sala para que se iluminara la mente -y, tal vez, el alma- frente a la pantalla. Pero no. Encontrarse con viejos conocidos de la manzana o nuevos vecinos era el principio fundamental de la trama. Más si añadía el condimento de algún dato exclusivo sobre los personajes de esa escenografía común. El cine de barrio, con el condimento de la identidad hecha de a muchos, era un espacio de encuentro entre la ficción y la realidad. Para poder hablar de él en presente, amantes del celuloide se organizaron en localidades sureñas para reavivar la llama. La función recién comienza.
Sobre la pared, una tela blanca o una pantalla gigante, los otros sujetos (los que captó alguna cámara) se recrean, en un encuentro que puede buscar generar interrogantes o un instante de esparcimiento. Para La Luciérnaga, autodefinida como “cine popular en Remedios de Escalada”, el motivo que justifica salir al ruedo cada domingo en la Federación de Entidades de esa localidad (FERE) es “la relación con el vecino, que a veces viene de otros barrios, que te dice qué película le gustaría ver”, describió ante LA TERCERA Martín Díaz del Río, integrante del colectivo.
En Almirante Brown, El Derrumblé es el centro cultural que cada sábado enciende el proyector de la mano del Cine Documental Alondras para Espejos, que surgió con la idea puesta en la difusión de las construcciones no ficcionales y experimentó el verano último la recepción en la plaza local General Belgrano. La clave para que un film con vidas imaginadas o reales sea seleccionado es que funcionen como “películas preguntantes”, graficó Guillermo Gugliotti, uno de los hacedores de la iniciativa. Indagarse a sí mismo primero, para ir por más.
A veces hay que buscar un acuerdo sobre qué significa para cada uno la temática propuesta para el ciclo mensual. Educación, animación, participación y problemáticas de género fueron algunos de los tópicos que invitaron a sumarse. En ambas realizaciones, el objetivo es recuperar el espacio de encuentro del y con el vecindario con el séptimo arte.
La sesión se inicia cuando las personas de todas las edades (solas, en pareja, en familia o con amigos) se adentran en la sala, que el resto de la semana alberga a otras formas creativas. Los lanusenses acostumbran a colocar una gorra a la entrada por si un espectador o espectadora quiere colaborar económicamente con ese emprendimiento autogestionado. “A veces nos colgamos y ni siquiera eso”, aseguró el partícipe de ese equipo. En el caso de sus vecinos, cuya iniciativa se costea de la misma forma, la mesa de ingreso se colma de snacks o pochochos, hechos por los anfitriones o traídos por el público.
La luz se apaga. El ojo que replicará cada cuadro se prende. La perinola cinematográfica empieza a girar.

Heteróclita elección

Para las luciérnagas (y los luciérnagos), la variedad proyectada responde a sus deseos y el de los concurrentes. “Si estamos ciclotímicos, agarrate”, bromeó Manuela García. La espontaneidad también se refleja después de compartir cada cinta: “Nos interesa, en general, material que llame al debate, la charla. Termina y les preguntamos qué les pareció, ahí surge” el encuentro con el auditorio, describió Soledad Pérez, otra miembra del plantel.
Desde documentales que rozan lo antropológico como “Chucalezna” de Jorge Prelorán hasta la comedia argentina de 1985 “Mingo y Aníbal contra los fantasmas”, la inclusión ecléctica se retroalimenta de las respuestas voyeurísticas. Además, hay meses que sus propuestas temáticas coinciden con las de sus pares brownianos aunque con títulos diferentes.
En la casa burzaquense, las reuniones de los cuatro coequipers (participan además Juan Pablo Rufino, Vanesa Bisutti y Guadalupe Rivaldo Lalin) buscan consenso sobre la matriz conceptual. La práctica se lanzó en el hogar de uno de ellos. Cuando se mudó al espacio cultural empezó a sumar trabajos producidos en set pero no incorporados al circuito comercial, bajo el lema “Otro cine, otra mirada”. También, la consigna fue apostar a incorporar el hábito de observar ‘docus’, que está “muy bastardeado”, consideró Gugliotti. Hasta ahora se vieron los testimonios obtenidos por Carlos Ruiz en Famatina y Chilecito para su producción sobre la mega-minería “Cielo Abierto”, el film francés “La Gran Seducción” de Jean Francois Pouliot, e “Imaginadores”, el largometraje de Daniela Fiore sobre la historieta argentina, entre otros.
Para el hacedor, una meta a alcanzar es tener “un cine ambulante para contactar agrupaciones de distintas provincias, cargar el proyector en la camioneta y salir” rumbo al nuevo escenario, una iniciativa que los oriundos de Lanús ponen en práctica durante las vacaciones de alguno de sus integrantes. Otro sueño para Alondras sería elaborar un material propio en el que los vecinos sean guionistas, técnicos, directores y actores. Sus pares dieron un paso adelante: algunos prestaron su cuerpo a personajes de un corto que refleja la vinculación entre el este y el oeste de Escalada y que ya se proyecta en los barrios.


En el espejo

“No se trata de qué tipo de sociedad quiero construir sino de qué tipo de individuo quiero ser”, es una de las premisas a la que el conjunto de Burzaco arribó cuando se preguntó por qué juntarse cada semana alrededor de una pantalla. “Es que el arte es una herramienta que se pone de costado, no es algo que imponga sino que te permite a vos reflejar, usarla como espejo”, transmitió el referente local. A través de ella, los ojos se posan sobre cada quien para luego buscar al otro y construir una propia “contracultura”.

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En marcha I

‘Quereme así, piantao’, parece invitar el ‘alondraje’. Este mes, llevará a El Derrumblé (Burzaco 716 de la localidad homónima, a las 20) un ciclo dedicado a la locura con títulos a confirmar. Mientras, recolectan contactos para elaborar una galería virtual que llevará el nombre de Mapa de Espacios Culturales Argentinos (Más data en www.alondrasparaespejos.com.ar).
La Luciérnaga concluyó el fin de semana último un ciclo realizado en conexión con la banfileña Huerta Bataraxa sobre soberanía alimentaria e “invasión de transgénicos”, prepara un festival de cierre del año con proyecciones, música y exposición de fotos. Será el domingo 14 de noviembre en el FERE, Rosales 954, de Remedios de Escalada (Consultar www.grupolaluciernaga.com.ar).
 
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En marcha II

Convocar, tender puentes. Saber que son muchas las ideas en movimiento, aunque parecen pocas si están aisladas. Un grupo de centros culturales del sur del Conurbano convocan a la tercera Muestra de Organizaciones Culturales y Comunitarias Autogestionadas (Mocca) que en diciembre llegará a Claypole, después de pasar por Burzaco y Escalada. Reunirá a representantes del arte en acción, con presencia barrial y la mirada puesta en la participación colectiva (Info en www.recenaccion.com.ar).

Publicado en la edición impresa de La Tercera del 1 de noviembre de 2010
http://www.diariolatercera.com.ar/detalle.php?articulo=Pantalla-recuperada&tipo=1&documento=6595&sistema=diarios

23 de septiembre de 2010

Aniversario del voto femenino: por una democracia sin discriminación de género

Por Noelia Leiva

Pasaron más de seis décadas desde la sanción de la ley que levantó la prohibición a que las sujetas participaran en los comicios. La participación femenina en el ámbito público creció. Implicó que ellas dejaran de recluirse en sus hogares, con la única función de madres o amas de casa. Algunas dirigentes sostienen que aun no se desactivaron los prejuicios patriarcales.

Que un bloque en el Legislativo o el organigrama de alguna instancia de gobierno contengan nombres femeninos es una acción testigo de una época posterior a la Ley 13.010, que el 23 de septiembre de 1947 les reconoció a las mujeres el mismo derecho que los varones a votar o ser elegidas para representar al pueblo en democracia. A 63 años de su sanción, la presencia femenina en el escenario político ganó más protagonistas, aunque el modelo vertical que asocia la detención ontológica del poder con la masculinidad todavía intenta inclinar la balanza a su favor.
Desde la génesis del país, las sujetas impulsaron el desarrollo de los colectivos sociales, incluso al ser condenadas al ostracismo por el relato oficial de la historia. En el contexto de la primera presidencia de Juan Domingo Perón, la norma quitó el prejuicio del género a la posibilidad de ejercer la ciudadanía. En 1948, Argentina firmó la Convención Interamericana sobre la Concesión de los Derechos Políticos a la Mujer que, paradójicamente, instaba a otorgarles a ellas la oportunidad de participar tras haber sido “compañeras” de los hombres pero no fijaba esa cualidad como propia de cada persona.
“Los derechos no se confieren, nos pertenecen. Sin embargo, el acceso a ellos son siempre producto de luchas que permiten llegar a nuevos puertos, de los que es difícil retroceder”, recalcó ante LA TERCERA Violeta Correa, coordinadora del Programa Políticas Públicas y Género de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa). La consolidación pública del voto femenino se presenta como un paso adelante en la distribución horizontal del poder, aunque las mismas dirigentes puedan tenderse una trampa como reflejo del modelo patriarcal en el que fueron criadas: “Muchas se convierten en líderes desde un lugar muy similar a los hombres, pareciera que internalizaron que la única manera es ser como ellos y, por esa misma línea, lo asocian (a la práctica de tomar decisiones con trascendencia en la sociedad) como
autoridad por sobre los que están debajo”, analizó la investigadora.
Así, la gimnasia dirigencial de ellas, culturalmente recluidas en el ámbito privado del domicilio familiar, las llama a asumir que sus pies tienen suficiente peso propio para dejar huellas por sí mismas, sin la tutela de un maestro de recorrido. Ese objetivo tiende a alcanzarse en grupos de militancia por la equidad, como los de “las feministas, las sindicalistas, hasta llegar a las Madres o Abuelas de Plaza de Mayo, en su lucha por hablar de los derechos de todos” y todas, citó la también especialista en Trabajo Social.
Hace falta una “negociación en el buen sentido” en una pareja heterosexual cuando la sujeta decide dedicarse a la vida política porque demanda “vencer el estereotipo de ‘mujer-en-la-casa’”, planteó Adriana Pascielli, integrante del Frente Popular Darío Santillán de Lanús. En su experiencia territorial, se evidencia la centralidad de “compartir las tareas domésticas” con sus compañeros, además de gestar guarderías colectivas para las hijas o hijos de las asambleístas, un proyecto en el que trabajan.
“Si se reconoce hoy nuestro derecho a decidir es porque nosotras desnaturalizamos el rol de sólo ser amas del hogar para tener amos en el resto de los terrenos”, enfatizó, por su parte, la edila de Libres del Sur (LdS) en Esteban Echeverría, Grisel Tarsia.
Para la integrante de la agrupación que recuerda a la víctima de la represión del 26 de junio de 2002, los “ámbitos más hostiles” de trabajo político son los de partidos tradicionales, cuya presencia suele tener una mayor impronta masculina, que se traduce en los hábitos de la organización interna. “Las reuniones no necesariamente deben ser de noche, ya que varias tienen que llevar adelante” la labor en su vivienda, demandó Graciela Santos, concejala echeverriana de Unión Celeste y Blanco. “Trabajamos desde las entrañas y tenemos la suficiente capacidad para estar en las listas igual que ellos”, subrayó.

Mirada con otros ojos

Los colectivos que luchan por la equidad entre los géneros piden simetría en el acceso a ámbitos de decisión, además de que cada una sea la única dueña de su cuerpo y su mente, por encima de las instituciones patriarcales. Pero eso no implica la homogeneización de los humanos y las humanas, sino pararse en una misma línea de largada para jugar con los propios recursos en un recorrido que, en realidad, no debería ser competitivo. Sin embargo, si hay candidatas en lugar de candidatos, “se piensa dos veces al votar”, señaló la dirigente de LdS en el Concejo Deliberante browniano, Ivanna Rezano.
Observar la propuesta con un tamiz diferente “está asociado a que ‘lo natural’ es que los representantes públicos sean hombres”, apuntó la referente. “Cuesta que aparezcan experiencias de roles compartidos o referencias diferenciadas para las mujeres, más allá de la cercanía con tal varón”, profundizó.
Para la integrante del bloque Frente para la Victoria de Lomas de Zamora María Victoria Lorences, que el Sillón de Rivadavia esté ocupado por una presidenta, Cristina Fernández, es una muestra del detrimento de los prejuicios. La jefa de Estado “demostró que puede tomar decisiones políticas que hasta el momento ninguno llevó a cabo”, recalcó, en diálogo con este medio. “Quienes no quieren a una mujer para que conduzca el destino del país lo hacen por su nombre y apellido, porque saben que puede luchar contra los intereses más enquistados de una Nación y volverse una absoluta defensora de los derechos que unos pocos preferían dejar olvidados”, exaltó.

Un porcentaje de igualdad

Desde 1991, el 30 por ciento de los nombres que integran una lista partidaria deben ser femeninos. La estrategia, fijada por la Ley 24.012, se dirigió a garantizar la representación de las ciudadanas. Para algunas concejalas de la región, es preciso ir por una paridad real y elevar la presencia a la mitad, mientras que otras la consideran una medida “prescindible”, tal como calificó la miembra del bloque Coalición Cívica-ARI en Almirante Brown, Myriam Locher.
“En otros tiempos, la herramienta del ‘cupo’ era la oportunidad de que las mujeres, por esos tiempos ya con participación testimonial, puedan intervenir y así demostrar que eran capaces de forjarse un camino. Esa pelea nos permitió a nosotras estar donde estamos, sin bautismos de fuego”, evaluó la representante, para explicar por qué la vigencia del espíritu de la normativa podría sostenerse sin que rija la obligación legal.
Además, señaló que “muchas son ‘esposas, hijas o hermanas de’, situación que paradójicamente tiene relación” con la porción de mujerío en las bancadas o las carteras estatales, porque son ellas las señaladas por sus “bastones políticos” varones para ocupar esos cargos.
En cambio, para Tarsia “que la participación de las mujeres, en cualquier ámbito social, sea una noticia habla mal de la sociedad, y que nuestra injerencia política necesite aún de medidas de discriminación positiva es la mayor expresión de lo que significa el sexismo en nuestras vidas”. En coincidencia con su compañera de fuerza Rezano, sostuvo que se debe ir por el aumento de la cantidad de dirigentas hasta llegar al 50 por ciento de la propuesta presentada en los comicios. “En una sociedad donde se llama ‘crimen pasional’ al femicidio, donde el cuerpo de las mujeres es una mercancía, donde el insulto más corriente y visceral sea ‘hijo de puta’, donde la soberanía sobre nuestro cuerpo sea patrimonio del Estado o la religión; la Ley de Cupo es necesaria y debería crecer en número e instancias de incidencia”, demandó.

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Historia con voz de mujer

“Aquí está, hermanas mías, resumidas en la letra apretada de pocos artículos, una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas”, enfatizó Eva Duarte ante la multitud el día que anunció la sanción de la norma por la que las mujeres empezaron a tener el mismo derecho que los varones a elegir a sus representantes y a ser elegidas. Una proclama que se transformó en bisagra del recorrido político de las sujetas en un marco social donde los hombres todavía fruncían el ceño ante el avance femenino, que no era otra cosa que proclamar que ellas y ellos eran igual de aptos para tomar decisiones sobre la vida del pueblo.
Con salitres de la sociedad patricia reinventada en la década infame de 1930, las cúpulas de poder militar y civil no eran tierra fácil de sembrar con las semillas de la equidad. Era más factible controlar la toma de las riendas entre unos pocos mientras las argentinas esperaban que su presencia histórica fuera reconocida. Entonces, llegó el texto de la 13.010 que en su artículo 1 declaraba que “las mujeres tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones”.
La medida abrió un capítulo nuevo en el derrotero de la participación democrática, aunque en sus primeros años las manos masculinas no dejaron de tener el cetro. Las presiones de los polos de dominio presionaban para que Evita truncara su candidatura a vicepresidenta, que luego debió abandonar como consecuencia de la enfermedad que la llevó a la muerte en 1952. Con la violencia iniciada por la Triple A en los sectores más crudos del peronismo y, después, los años de plomo que erosionaron la capacidad de organización hasta 1983, ése y todos los derechos debieron esperar siete años para reiniciar el camino de recuperación de su vigencia.
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Cuando las políticas faltan

Hay mujeres con carrera partidaria abocadas a la creación de las normas o los dispositivos que satisfacen necesidades. Pero hay otras, a veces anónimas, que ponen sus brazos a trabajar para suplir la ausencia de políticas sociales en el terreno real de las carencias. “El ejemplo te lo dan las madres que abren comedores o jardines maternales en las barriadas, que se organizaron para promover los derechos, especialmente en las épocas del neoliberalismo donde se notaba la gran ausencia del Estado”, describió Marcela Val, referente de la lomense Fundación Che Pibe de Villa Fiorito, abocada a la defensa de la niñez.
En el territorio, mirar a la cara a quienes esperan herramientas para modificar sus realidades puede enfrentar a las hacedoras a obstáculos burocráticos, aunque así desarrollen la capacidad de convertir las dilaciones en esperanza. La Asociación Civil Carlitos de Guernica, en Presidente Perón, es otra de las representantes de las mangas recogidas, en una apuesta a defender la infancia protagonizadas por las vecinas. “Hay cosas que nos cuestan, pero sobrellevamos la lucha cotidiana todas unidas, con esfuerzo”, le contó a LA TERCERA Norma Blanco, responsable de la entidad.
Con barro o en calle asfaltada, con sol o lluvia, agrupaciones sociales encuentran otra manera participar en democracia cuando, además de concurrir a las urnas, dan forma a espacios propios para contener a las personas que no pueden esperar al próximo período electivo.

Publicado en el Diario La Tercera
LA RUTA DE LOS TELÉFONOS PÚBLICOS ES LA RUTA DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL

Jueves 23 de setiembre

Marcha desde Congreso a Plaza Miserere

-      17.30 nos encontramos en Callao y Rivadavia - Congreso  (esquina ex Molinos) para marchar hasta Plaza Miserere

-      19 hs Plaza Miserere

 
Convocatoria para todas y todos  las/os  que se sientan con ganas de expresarse con  sus acciones, sus ruidos, sus sticker, sus grafitis, sus palabras.

PROPONEMOS:

·        Retirar durante el recorrido todos los volantes promocionando la explotación sexual.

·        Poner en su lugar  reflexiones en contra de la explotación sexual.

·        Nos acompañaremos con redobles de tambores más lo que cada una/o lleve.

·        En Plaza Miserere radio abierta

·        Quema  de todos los volantes que hemos retirado durante el recorrido.


23 de Setiembre  

DIA INTERNACIONAL CONTRA LA EXPLOTACION SEXUAL



A 97 años de que fuera sancionada la  ley 9143, conocida como Ley Palacios, primer intento en el continente para  penalizar la explotación de la prostitución de mujeres y niñas, se impone más que nunca la lucha por la abolición del sistema prostituyente, como parte de los derechos humanos.

NI MAL NECESARIO NI TRABAJO

PROSTITUCION  Y TRATA SON VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES y NIÑAS/OS

POR LA REFORMA DE  LA LEY CONTRA LA  TRATA DE PERSONAS

POR LA EFECTIVA PENALIZACIÓN DE TRATANTES, PROXENETAS Y RUFIANES. NO A LA IMPUNIDAD
 
POR LA DEROGACIÓN DE ARTÍCULOS DE LOS CÓDIGOS CONTRAVENCIONALES Y DE FALTAS QUE PENALIZAN A LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE PROSTITUCIÓN


SIN CLIENTES-PROSTITUYENTES NO HAY PROSTITUCIÓN NI TRATA

Campaña abolicionista
“Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”
www.niunavictimamas.blogspot.com  - www.campaniaabolicionista.blogspot.com
E mail: niunavictimamas@yahoo.com.ar

24 de agosto de 2010

El círculo letal de la violencia sexista

Por Noelia Leiva

El afán de poseer a la mujer puede llevar a algunos varones al grado extremo de la dominación que condena a la equidad y se sostiene en justificaciones culturales. La muerte de la joven de 24 años que habría sido atacada por su novio en Lomas de Zamora alerta sobre la potencialidad del daño machista. Cuando el amor ya no lo es, porque mata.

Controlar dónde está ella y con quién, en nombre de un supuesto sentimiento amoroso. Pedir perdón. Apropiarse de su capacidad de decisión y reducirla al status de objeto. Obligarla a ser a imagen y semejanza de los deseos propios. Pedir perdón. Agredirla física y emocionalmente. Silenciarla. Pedir perdón. Matarla… El círculo de la violencia de género se cobró 231 víctimas en 2009, según lo relevó la organización La Casa del Encuentro. El femicidio de la lomense Fátima Catalán en manos -según se investiga-, de su pareja, sería otra muerte provocada por la dominación machista llevada a su punto máximo.
Los relatos de la familia de la peluquera y manicura de 24 años describen la relación que la muchacha mantenía con Martín Gustavo Santillán como un recorrido herido por los golpes y los celos extremos, tanto que la joven había tenido que renunciar a sus profesiones y a su último trabajo en un bar de Banfield. Las agresiones sufridas en la piel iban junto a los límites impuestos a su desarrollo personal en los espacios que se apartaran de la mirada de su novio. Hasta que en un episodio aún no esclarecido que incluyó a su compañero, la mujer sufrió quemaduras en casi la totalidad de su cuerpo, por lo que falleció.
Aunque un tratamiento mediático habitual recayera en la figura de ‘crimen pasional’, la inclinación patriarcal de la balanza va más allá. Se plasma en la cotidianeidad cuando el varón se cree con derecho a ‘piropearlas’ o supone que debe cederle el asiento en el colectivo por el mero hecho de ser ‘portadoras’ de lo femenino y ‘débil’, por ejemplo. Se exacerba cuando la justificación del ser masculino como una categoría superior se convierte en el arma homicida.
Así, el femicidio es “el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad”, definió el último análisis de la agrupación porteña. En un 68 por ciento, el atacante había sostenido un vínculo afectivo con la víctima. Otro 65 por ciento todavía mantenía una sujeción al momento de matarla, un valor desprendido de los cuadros plasmados en los medios de comunicación, que son sólo una porción de los padecidos. Con 16 puntos porcentuales por debajo se ubican los casos cuyos agresores no guardaban un lazo aparente o aún no tiene culpables.
A la hora de detectar las causas de la agresión, “lo cultural está en la base”, le explicó a LA TERCERA Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), también con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esa matriz sostiene que “el hombre está más estimado” mientras que las sujetas “tienen un rol de obediencia, siempre sumisas, de una desvalorización importante desde que son chicas”.
La plataforma sexista puede abultarse si el agresor “vivió en un hogar donde la violencia se naturalizó: ya no se ve como un problema sino como algo normal”, apuntó la especialista, que aclaró que esa justificación también puede desarrollarse en las niñas, adolescentes o adultas porque “repiten y comparten pautas” del grupo social.
La prolongación durante años de los daños suele repetirse en las historias. Es que, tal vez como le ocurrió a Fátima, “no queda afuera el afecto”. El sentimiento que originó el vínculo es una dificultad para alejarse cuando se detecta que la persona querida lastima, que el amor ya no lo es si lacera. La falta de un hogar o un sostén económico es otra variable que dificulta apartarse, aunque la defensa de la vida de ellas -y, si los hay, de sus hijos o hijas- sólo se alcanza por fuera de esa relación vertical que retroalimenta el ciclo de la condena.

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Una Ley contra la violencia

Desde su reciente reglamentación, la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales condena a los actos que sean atentados contra su integridad física o psicológica, sean agresiones sexuales, económicas o simbólicas.
La decisión sobre el cuerpo y la vida propia se destacan en ese texto, que ahora aguarda los recursos y organigramas para su aplicación efectiva en el territorio.


Para informarse o pedir ayuda

FEIM: 4372-2763
La Casa del Encuentro: 4982-2550 / Emergencias al 15-5938-4357



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Por el derecho a tener derechos

El hospital de Lomas de Zamora concluyó el viernes las jornadas de juego y reflexión orientadas a los chicos. Participaron 1700 pibes. Hubo espectáculos artísticos, talleres de prevención, circo y charlas sobre identidad. Fue una estrategia para fomentar el vínculo con la comunidad.

Saltar, correr, pintar un mural, participar en un taller de murga o de cuidado del medio ambiente. Son muchas las acciones que nenes y adolescentes pueden llevar a cabo para jugar al mismo tiempo que conocen sus derechos. Varias se realizaron entre el martes y el viernes último en el hospital lomense Luisa C. de Gandulfo, en el marco de la Semana el Niño. En el cierre participaron la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y los Payamédicos.
La jornada que los más pequeños festejaron el 8 de agosto se multiplicó por cuatro en el centro sanitario local, donde el ámbito de la atención médica se quitó el traje de la seriedad para convertirse en un lugar por el que todas las personas puedan transitar para prevenir potenciales malestares. “Quisimos involucrar a los chicos en espacios donde hacer efectivos sus derechos, que tengan que ver con el esparcimiento y su cotidianeidad”, le explicó a LA TERCERA Angélica Barragán, titular del área de Salud Comunitaria de la institución.
Así, la oferta didáctica fue desde un ‘picadito’ con jugadores de Banfield hasta jugar al doctor con especialistas ‘de verdad’ en un consultorio pediátrico apostado en una de las dos carpas donde se realizaron las actividades. La identidad como cimiento de cada sujeto fue otro de los ejes abordados a través de una charla con la militante social abocada a la aparición de las personas apropiadas durante la última dictadura militar que fueron privadas de conocer su verdadero nombre y su familia biológica.
Entre los 1700 pibes y pibas que participaron, se contaron los que son pacientes del Gandulfo pero también quienes viven en la zona. Su visita dio un paso adelante en la política de la entidad de trabajar “con las puertas abiertas”, definió la profesional, encargada de coordinar el nexo entre los estetoscopios y el barrio.
Los concurrentes también se pusieron las narices rojas en los espectáculos circenses y con los Payamédicos, un equipo de galenos que buscan la sonrisa para acompañar la curación. Los titiriteros de la Compañía Dos de la Mancha improvisaron con muñecos artesanales en la sala de espera, junto a los niños que aguardaban asistir a su control. No faltó el espectáculo Cantando con Adriana, con el Sapo Pepe como invitado de lujo. Para los más grandes, hubo talleres sobre prevención de violencia y para comprender la importancia de cuidar el cuerpo.
Además de las oportunidades de diversión, la propuesta sirvió para conectar al establecimiento con los adultos, de modo de generar el compromiso de regresar para que sus hijos sean atendidos. En paralelo, las promotoras de salud detectaron casos que precisaban una asistencia inmediata.

En el territorio

El hospital busca difundir parámetros de “una vida saludable” no sólo desde el tratamiento de las patologías ya declaradas sino también desde la información para actuar antes, definió Barragán. Por eso, un grupo de sus trabajadores visita los vecindarios e invita a las personas a asistir a encuentros masivos, como la locreada que organizaron para el 25 de mayo último.

Por Noelia Leiva

Publicado en Diario La Tercera

Jornada de debate: "Desigualdad de Género en la Lucha por la transformación social"

Sábado 28 de agosto a las 14:00
Hotel Bauen - Avda Callao 360

Ejes a debatir:
¿Cómo se da la desigualdad de género en los diferentes ámbitos donde desarrollamos nuestras prácticas?
¿Por qué y cómo trabajar la problemática de género en el barrio, en el trabajo, en la facultad, en las organizaciones? Sus límites y sus potencialidades
¿En qué podemos articular nuestras prácticas? ¿Cómo ... potenciar nuestra lucha?

Desde el Frente de Organizaciones en Lucha invitamos a organizaciones compañeras,colectivos, grupos, activistas, mujeres y varones a este espacio para discutir, intercambiar experiencias y problematizar algunas cuestiones sobre la desigualdad de género que consideramos importante discutir en pos de fortalecer nuestra lucha para la transformación social.

Los y las esperamos!!! Comisión de mujeres del FOL


20 de agosto de 2010

Diputados prometen dar media sanción al proyecto para que Santa Catalina sea Reserva

Fue en un acto convocado por legisladores del oficialismo y la oposición en la Cámara Baja bonaerense. Esta semana presentarán una nueva propuesta en la que constará la protección de las 700 hectáreas del predio. Los vecinos aguardan que se concrete el compromiso de que el aval llegue antes de que termine 2010.

Antes de fin de año, la Cámara de Diputados bonaerense le dará media sanción al proyecto de declarar Reserva Natural provincial al predio lomense Santa Catalina. O, al menos, se comprometieron a trabajar por ello cuatro legisladores que esta semana ingresarán una nueva propuesta en la que, a pedido de los vecinos que asumieron la defensa del espacio verde, la protección abarcará a las casi 700 hectáreas de ese pulmón local, incluso las que ya fueron vendidas a la empresa de recolección de residuos Covelia S.A.
La tarde del jueves último, la ciudad de las diagonales recibió al colectivo de promotores de la preservación. Finalmente, lograron que el Legislativo hablara del rincón reconocido por su biodiversidad y riqueza histórica. Fueron cuatro residentes en el distrito con mandato vigente quienes reactivaron la iniciativa, ahora con la promesa de contar con un visto bueno definitivo. La proposición llegó de Marcelo “Oso” Díaz, el integrante del GEN que es vocal de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente, su par de Unión PRO María Elena Torresi, Fernando “Chino” Navarro del Frente para la Victoria y el denarvaista Gustavo Ferri.
El encuentro con los representantes “fue muy bueno porque expusieron que ya era momento de unirse por una causa vecinal”, describió a LA TERCERA Hilda Chao, una de las residentes de Llavallol que participó de la jornada de exposición. Que la medida observe la importancia de cuidar la totalidad del ámbito natural generó una sensación de “pequeño triunfo” en los hacedores barriales, que aguardan con ansias la resolución. El apoyo del oficialismo es un gesto que destacaron los locales, aunque todavía esperan que el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) defina su acompañamiento.
En el derrotero de proyectos, se llegó a considerar señalar a Santa Catalina como Paisaje Protegido, una figura que autorizaba la explotación privada del ámbito sn garantizar el respeto al equilibrio propio del ecosistema, por lo que no contaba con la adhesión plena del equipo vecinal. El peligro de rezonificar el área también asoló la cruzada, aunque la amenaza pareció cesar cuando el Concejo Deliberante distrital se manifestó a favor de que la Cámara Baja decidiera la declaración de Reserva. Además, el referente de la Coalición Cívica Walter Martello había iniciado el pedido de reconocimiento desde su bancada provincial.
Una acción central para el bien del espacio fue el pedido de la Defensoría del Pueblo de la Nación a la Justicia, para que disponga de las acciones necesarias para “evitar inmediatamente” eventuales daños, sobre todo en la zona vendida por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) a la firma de junta de basura. De hecho, la instalación de una planta de tratamiento de desechos fue el primer rumor que movilizó la valla de contención ciudadana.

Por Noelia Leiva


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Sobre las causas sociales e individuales de la violencia sexual

 Por Noelia Leiva

La problemática se analizó en un encuentro entre profesionales de la salud, el derecho y la educación. Sin dejar de lado las consecuencias en la víctima, los ejes se concentraron en las condiciones culturales o de incumplimiento de necesidades básicas en las que conviven algunos “ofensores”. Fue un primer paso para delinear una investigación “interinstitucional”.

Definido como un “encuentro de intercambio”, un congreso celebrado en el hospital lomense Luisa C. de Gandulfo puso el acento en los jóvenes menores de 18 años con conductas sexuales violentas. Observó las variables sociales y culturales que pueden generar o legitimar esas prácticas. Tuvo como objetivo dar un primer paso en la construcción de un corpus teórico propio y, en adelante, de equipos que aborden la problemática en el terreno regional.
Desde la naturalización de la mujer como objeto hasta la vulneración de derechos, las vías para analizar a cada sujeto “ofensor” -es decir, el que comete el abuso- son múltiples. El congreso, organizado por el Servicio de Salud Mental de la entidad sede y el Centro de Referencia del distrito, invitó a reflexionar a especialistas de la educación, la salud y el derecho. LA TERCERA dialogó con tres de sus hacedores.
-¿Las causas que llevan a la agresión sexual será uno de los ejes a analizar?
-Adrián Trezza (Jefe de Unidad de Diagnóstico y Tratamiento del área hospitalaria): Sí, para eso la prioridad es promover la desfragmentación institucional. No podemos afirmar taxativamente que hay más casos de jóvenes abusadores, pero lo cierto es que son más visibles.
-Laura Capacete (psicóloga e investigadora): Podemos pensar el tema desde lo intelectual teórico y, por otro lado, buscar una línea de intervención sobre cómo podría plantearse en la clínica y desde el punto jurídico. Quien cometió (un acto de) violencia sexual tiene que tener acotado ese accionar desde lo jurídico, pero con eso sólo no alcanza.
-Miguel Ángel Gochicoa (miembro del Centro de Referencia) Nuestra propuesta es que cada uno aporte desde distintos lugares.
-¿Hay, desde sus disciplinas, líneas en común para avanzar hacia esos objetivos?
-LC: Hay veces que se trabaja con una línea conductista que, para los que estamos acá, no es nuestro paradigma teórico sino que pensamos que estas conductas tienen que ver con cuestiones de impulsión o pasaje al acto. Queremos evitar que el joven que haya cometido un delito quede estigmatizado como un abusador porque creemos que la rotulación de un sujeto lo hace ser en el lugar en el que fue rotulado. Si un chico de 14 años tiene una conducta sexual violenta y se lo estigmatiza como un violento, probablemente va a serlo.
-AT: La representación social que existe sobre el abusador es muy fuerte y tiende a considerarlo como irreversible, cuando en el caso de los jóvenes pueden recuperarse.
-La campaña El Lazo Blanco, de varones por la equidad de género, sostiene que quienes son agresores fueron antes víctimas ¿Están de acuerdo?
-LC: Nos preguntamos no sólo cuáles son las condiciones de su vida familiar sino cuáles las macrosociales, en qué medida las condiciones sociales que tratan a la mujer como objeto promueven el abuso como práctica.
-AT: Tanto los alzos sociales como la degradación socioeconómica tienen presencia y se naturalizan modos que terminan por consolidarse como enfermedad o delito. Buscamos abordar la situación sin tener que trasvasar modelos de otros países.




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29 de julio de 2010

Carta a compañeras mujeres del país

Paraná, año 2010

Queridas compañeras mujeres del país:

Al cierre del XXIV Encuentro Nacional de Mujeres en Tucumán se eligió a nuestra ciudad como Sede del XXV Encuentro, que tendrá lugar los días 9, 10 y 11 de octubre.
Las entrerrianas estamos trabajando para esperarlas; estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para garantizar este espacio que venimos construyendo a lo largo de veinticinco años. Muchas nos encontramos cada año para hacer un balance de nuestras luchas, de nuestras conquistas, de nuestros avances. Queremos lograrlo este año para ustedes y enriquecerlo aún más, brindando lo mejor para todas las Encuentreras.

Seguimos apostando a los Encuentros. Sostenemos su autonomía, su pluralidad, su horizontalidad, su democracia y su autofinanciamiento, porque esos fueron los motores de este gran movimiento de mujeres en nuestro país. Argentina es el único país del mundo donde han perdurado experiencias de este tipo, fortaleciéndose año a año gracias a miles de mujeres que día a día luchan contra las injusticias sufridas.

Este Encuentro estará atravesado, sin dudas, por la difícil situación que vive nuestra sociedad y que castiga con más dureza a las mujeres, agravada por la crisis mundial.
También estará signado por nuestra historia. En el año del Bicentenario de la Revolución de Mayo, los procesos de liberación se ponen en discusión con mucha fuerza. Las mujeres tenemos una responsabilidad histórica, política y social y por esta razón es que nuestra participación en el espacio que constituye el Encuentro adquiere tanta importancia.
Los debates y las propuestas que quedan después de compartir estas jornadas nos renuevan, generando estrategias para enfrentar los diversos modos de opresión que sufrimos. Los Encuentros nos dejan tareas y experiencias que compartimos y que nos fortalecen en la lucha por nuestros derechos, para avanzar en la visibilización y solución de nuestros problemas: violencia familiar, femicidios, trata de personas, pobreza, derechos sexuales, derechos reproductivos, despenalización y legalización del aborto, discriminación laboral, además de la impunidad y los abusos que nos golpean diariamente.

Para encontrarnos miles de mujeres con padecimientos similares; para fortalecernos con experiencias heroicas que nos alumbran el camino; para contagiarnos de ganas de luchar y transformar esta realidad: les abrimos las puertas para que el Encuentro seamos todas.

¡LAS ESPERAMOS CON LOS BRAZOS ABIERTOS!

COMISION ORGANIZADORA DEL XXV ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

www.25encuentromujeres.com.ar

28 de julio de 2010

Iguales en el derecho a la diferencia

Por Noelia Leiva

Como cada vez que una práctica legitimada por instituciones de poder es cuestionada, el debate social se bifurca. El colectivo de personas intersexuales entiende que es tiempo de ahondar en el reconocimiento de la diversidad de identidades, sostenidas en su cualidad de humanos o humanas. Los defensores de conservar la normativa tal cual está esgrimen razones bien conocidas. La búsqueda de un paradigma distinto.

Mirar, pero saber a través de qué cristal se observa, con los ojos puestos en los otros o las otras o en el propio yo. La discusión del proyecto de ley para aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo dio luz al pedido de respeto a la identidad sexual de las  organizaciones de lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT), para liberar la perspectiva de las exclusividades que marcan las instituciones decisorias. En frente, entender el vínculo entre dos personas consagradas por la religión y el “derecho natural” es, para los defensores de la heterosexualidad, la única opción para la supervivencia de la sociedad, enfundada en la dicotomía de lo femenino y lo masculino. El derecho a ser iguales en la diferencia.
En época de revuelo argumentativo, que desenfunda razones enraizadas en la constitución del poder, la diversidad asumió tantas definiciones como luchas. Mientras para los y las integrantes del colectivo intersexual ese término se asocia a la inclusión de las particularidades de cada género, donde la vinculación hombre-mujer no es excluyente, para quienes se convirtieron en los críticos de la normativa en análisis esa palabra remite a la diferenciación entre dos únicos sexos cuya “complementariedad puede ofrecer descendencia a la raza humana”, elucidó la Declaración de los Obispos de la Región Patagonia-Comahue titulada “Invitando a la Búsqueda del Bien Común” que fue elaborada a propósito del debate y a la que la diócesis de Lomas de Zamora adhirió.
No lejos de conocer la gestación biológica de la vida pero sí con otro arco de visión, la Federación Argentina de LGBT manifiesta como un objetivo fundante respetar el “ser diferente y luchar contra todo tipo de discriminaciones que tiendan a la segregación o menoscabo de algún derecho”. Entonces ¿quién dice qué es igual y qué distinto? ¿Quién o quiénes definen, en los primeros años del siglo XXI, cuán ‘diversa’ o acotada es la bandera de la ‘normalidad’, izada en las últimas semanas en el campo de discusión?

Matrimonios y ¿algo más?

Si el apelativo que cada persona recibe cimienta su forma de caminar el mundo, la manera en que la norma reconozca el vínculo entre ciudadanos de igual sexo es uno de los ejes en debate, cuando el planteo de los y las que no están representados en el articulo 172 del Código Civil es extender ese pasaje jurídico para sí, finalmente, quedar amparados. Desde la vereda contraria, la opción es autorizar la “unión civil” o sus sinónimos para que ‘matrimonio’ sea una entidad heterosexual. El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) evaluó que esa idea “viola el principio de igualdad constitucional en razón de un tópico prohibido de discriminación: la orientación sexual”.
Dar el sí al proyecto que ya recibió la aprobación de la Cámara de Diputados sería “votar a favor de muchas personas”, entendió Esteban Paulón, secretario general de la agrupación nacional que impulsa la legislación igualitaria. En diálogo con LA TERCERA, el referente entendió que las defensas esgrimidas por los que quieren el ‘no’ “son las mismas utilizadas en los ‘70 cuando se cuestionaban los derechos de los hijos (nacidos de relaciones) extramatrimoniales o en 1987 con el divorcio vincular”, un encausamiento de las conductas por las vías ya instauradas, incluso ante la demanda social de cambios.
La lectura de la ley detrás de la Ley, es decir, de un supuesto orden universal superior al ‘positivo’, es uno de los sostenes a los que recurrieron representantes del movimiento “Argentinos por los Chicos” que se conformó para manifestar su oposición a la ampliación del nexo matrimonial. “Desde el derecho natural, no hay una construcción social de lo masculino y lo femenino, mi cuerpo no se construye, se nace varón o mujer. Hay gente que nació varón y eligió ser homosexual, pero eso es otra cosa: una elección particular”, consideró la abogada lomense Sabrina Visconti, que participó en las reuniones para realizar la marcha al Congreso que ayer pidió la conservación de la letra legal. Es que, para ella, “si todo es matrimonio, nada lo es”.
En su diccionario sobre vocablos no discriminatorios, la Federación de LGBT cuestionó la utilización de la imagen de “preferencia sexual” o sus equivalentes porque “sugieren que la sexualidad se basa en elecciones, por lo que colaboran a sostener ideas de ‘géneros desviados’ que serían excepcionales y podrían ‘normalizarse o rehabilitarse’”.

‘Familixs’

Y en la discordia, las voces de los niños y las niñas fueron mediadas por adultos que defendieron posturas propias en su nombre, aunque tal vez no siempre con su permiso. “Al adoptar, hay que pensar en la salud psíquica de la persona, que no está determinada por su elección sexual sino por las vicisitudes de la historia de su vida y las condiciones de su subjetividad”, apuntó a este medio Daniel Rosenberg, presidente de la Fundación de Prevención y Asistencia en Salud Mental (Prasam) de Adrogué. Para el especialista, los requisitos para asumir el rol del padre o madre son “acompañar, brindar afecto, transmitir valores y estar presentes en la cotidianeidad de su hijo”.
“Todos los modelos de familia son válidos, defender uno único que algunos consideran tradicional es discriminatorio”, denunció Paulón. En esas alternativas se incluyen “las parejas heterosexuales que no quieren casarse o tener hijos”, que también serían segregadas desde una mirada absoluta. Hoy, la cantidad de manos levantadas en el Parlamento podrán inaugurar un capítulo que legitime las diferencias en las formas de vivir los sentimientos y las decisiones, con arreglo a la equidad en tanto humanos o humanas.

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De seis colores o naranja

A favor y en contra de la ley, hombres y mujeres de todas las edades salieron a la calle a pronunciarse. Ayer, desde las 18:30, un colectivo de banderas naranjas que defendían a la familia liderada por personas de diferente sexo llegó hasta el Congreso, a pedir que hoy prime la ‘unión civil’. La postura adversa se expresó en un “ruidazo” a favor del matrimonio igualitario, con paños de muchos colores que identifica la diversidad.

Publicado en La Tercera del 14 de julio de 2010
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