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21 de julio de 2014

“No soy tu chiste”, una campaña por amor a la diversidad



Por Noelia Leiva. Seis millones de personas replicaron los afiches que creó el venezolano Daniel Arzola, traducida a 20 idiomas. Marcha le preguntó sobre su repudio a la violencia homo/lesbo/transfóbica y las etiquetas de género.
 
“No soy tu chiste”, una campaña por amor a la diversidad

Frente a la embajada rusa en Buenos Aires los besos brotaron la semana última como arma pacífica de repudio de la prohibición de Vladimir Putin hacia lo no hétero. Geográficamente lejos de esa consigna pero no de su sentido se ubica Daniel Arzola, que se define como “artivista”. Venezolano, caminante del mundo, amante de las artes visuales, es también un activista de la lucha por romper las estructuras machistas que ejercen violencia contra lo lésbico, homosexual, trans o queer. Por amor a la diversidad, a ser quien se quiere sin por qués, elaboró la campaña gráfica “No soy tu chiste”, que se viralizó en las redes sociales. Marcha le preguntó sobre los argumentos de su compromiso.
Un hombre con barba de mariposas, dos personas negras aparentemente mujeres que quieren huir de esa casilla, un rostro varonil que brilla en celeste en la mitad y en rosa en el otro 50 por ciento. Las piezas digitales de la campaña que tuvo repercusión en los cinco continentes potencian el color y destruyen las únicas dos caras de la moneda patriarcal: ser mujer o ser hombre. Ponen en discusión la obligación de atarse a las reglas de los sexos y, sobre todo, impugna del “odio” contra las identidades disidentes.
Arzola nació en 1989 en Maracay, Venezuela. A los 17 años ya había lanzado un blog donde difundía sus denuncias sobre la vinculación estrecha entre genitalidad y moral. Esa misma plataforma, la web, lo contactó con el mundo desde que en 2013 lanzó “No soy tu chiste”, para señalar la “burla como forma de violencia”. Con esa consigna coincidió el millón de personas que la compartió en sus primeros seis meses de difusión. Por tal repercusión, los siete afiches que diseñó en 2014 se tradujeron a 20 idiomas, en asociación con el proyecto estadounidense “It Gets Better” (“Mejorará”) que pide el fin de la discriminación luego de que varones adolescentes se suicidaran por ser segregados debido a que le gustaban los chicos. Otros cinco millones se hicieron eco a través de las redes sociales.


Nací hombre, siempre fui mujer” o “No tengo que gustarte para que me respetes” son algunas de las frases que acompañan sus ilustraciones, que en mayo último se expusieron en el Senado de la Nación y planea volver a mostrar en Argentina en la segunda mitad del año. Su arte se convirtió en la primera campaña artística en defender masivamente desde las redes los derechos de la comunidad lgbtiq.
-El nombre de la campaña interpela ¿A quién o quiénes va dirigida?
-A todo aquel que ataca lo que no entiende, a los que usan la burla como violencia. Es para aquellos que creen que ser diferente es motivo de broma. En Venezuela, los medios de comunicación no son capaces de mostrar a un personaje sexodiverso que sea humano. Siempre hay un estereotipo dañino en relación a las personas homosexuales y trans. De este modo, muestran al hombre homosexual como un bufón y a la mujer lesbiana como una fantasía del hombre heterosexual. Las personas trans casi siempre son descontextualizadas.
-¿Cómo surge la idea de denunciar la burla de la que son objeto personas que no adhieren a la dicotomía “varón- mujer”?
-Alguien tenía que hacerlo, ya llevaba tiempo cansado del asunto. Además de que me parece que tener que recurrir al humor con base en algo que no se puede cambiar carece de ética. Una cosa es reírme porque te falta un brazo y otra porque te falta honestidad, la primera no puede modificarse. Creo que la burla es un tipo de violencia.
-Si tuvieras que definir qué son los géneros ¿Cuál sería tu respuesta?
-Etiquetas creadas para separarnos. Ilusiones, cáscaras que no definen nuestra esencia. Ojalá en el futuro la gente fuese más a lo Tilda Swinton (NR: actriz australiana que juega con lo andrógino), la ambigüedad me parece la más pura expresión humana.
 
-¿Te considerás feminista o antipatriarcal?
-Me considero humanista, no creo que las capacidades de alguien dependan de sus genitales, como sostiene el machismo. Creo que la maldad como la bondad no tienen que ver con ser hombre o mujer. Esto responde a lo otro también, la sociedad está acostumbrada a usar la imagen de la mujer como algo malo. Creo que ahí está la base de la homofobia: colocar al hombre en plan de “quién es la mujer”, como si ser mujer fuese una ofensa. Creo que una persona se mide en sus valores, no en su aspecto o etiquetas.
-Sin embargo te definís con una categoría nueva, la de “artivista” ¿En qué consiste?
-En promover, defender y educar sobre derechos humanos a través de la creación artística.


-¿Por qué elegiste al color como un factor prioritario en tus creaciones?
-El color influye en el comportamiento humano, esto se llama psicología del color y eso está basado mi trabajo. Las personas con síndrome de Asperger pensamos en imágenes, de ese modo interpretamos todo de modo literal. Cuando leo un poema o lo escribo, todas esas imágenes están en mi cabeza, alguien puede ser azul o rosado, alguien puede tener una barba de mariposas. Creo que el color es una de las expresiones naturales del mundo y yo constantemente tengo la necesidad de expresarme.
-¿Por qué tuvo una respuesta masiva la campaña, según tu criterio?
-Creo que hay mucha gente allá afuera sintiéndose como yo, quizá por eso se identifiquen con lo que hago. Busco sentirme cómodo en un discurso: no creo que todos y todas seamos iguales, creo que somos distintos y eso nos hace especiales. Todos somos diferentes pero tenemos derecho a ser tratados como iguales.

30 de octubre de 2013

Fotografiar para “encontrar” al pueblo



Fotografiar para “encontrar” al pueblo Por Noelia Leiva. En la vuelta es un colectivo de fotógrafos que busca el cambio social mediante la imagen. En la era digital, informa pero también “crea”. Consideran que “los medios alternativos son necesarios pero tampoco hoy son suficientes.”
En la vecina orilla uruguaya, cada vez que alguien se va promete verse "en la vuelta", anuncio de que un nuevo encuentro sucederá en algún lugar, algún día. Ese es el espíritu que retoma el colectivo de “acción fotográfica” que lleva tal nombre y que acompaña a los actores del territorio en tanto protagonistas de sus luchas -no víctimas- en el "reencuentro" con sus derechos. Tres fotógrafos nacidos en el Conurbano bonaerense y un cuarto que colabora desde Alemania integran esta “guerrilla” de la imagen nacida en 2009 que a través de la mirada colectiva busca motivar la acción tras la contemplación.
Quizás los días que pasaron en el porteño parque Indoamericano cuando, en 2010, la Policía y la Gendarmería desalojaron, reprimieron y asesinaron fueron de los que más tallaron el matiz conjunto y militante del grupo. También los convocó el movimiento Chilenos Exiliados por la Educación en Argentina que cuestionaba al gobierno del presidente Sebastián Piñera por privatizar el acceso a las escuelas y que, en las marchas locales, terminó con uno de los integrantes del equipo detenido. Se conocieron cuando militaban en una agrupación anarquista poco después de 2001 y entendieron al “lenguaje” de congelar el movimiento como un medio para resistir.
“Retratamos a las persona en su experiencia de lucha y organización. Salimos de la tendencia de mostrar a la víctima pasiva, oprimida y sumisa en la que cae cierto periodismo de la miseria”, definió Mariano Arias, que integra En la vuelta con Patricio Arias y Alejandro Rodríguez. Mariana Morena es colaboradora del equipo, en el que es ley estar “dispuestos a renunciar a una foto propia en pos de la edición colectiva” a la hora de definir las series.
La "vuelta" que los unió definitivamente ocurrió cuando el colectivo uruguayo RebelArte le propuso a uno de los tres crear un grupo de intervención fotográfica en Buenos Aires. Hace 4 años coinciden en la necesidad de librar la imagen del tamiz de los medios de comunicación hegemónicos.
-¿Cuando se acercan a los barrios ¿sienten que las personas tienen necesidad de mostrar?
Alejandro Rodríguez: -Sí. Y está bueno que la fotografía se haya popularizado. Me parece que hay más accesibilidad a que el otro quiera ser retratado. Por ejemplo, en el Indoamericano fuimos de la mano de gente que estaba ahí. Había una enorme necesidad de ocupación. Las experiencias y las historias de los compañeros de la toma eran bastante duras. En la villa (la 20) vivían casi diez personas en un mismo terreno.
Patricio Arias: -Había necesidad de contar, eran receptivos, más allá de que teníamos contacto con el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL). Siempre es mejor estar acompañados por gente del lugar.
-¿Creen que tener una cámara los puede “proteger”?
AR: -No, porque pueden pensar que sos un buchón de la Policía o que querés estar en un lugar donde no tenés que estar.
Mariano Arias: -O que sos parte de la prensa tradicional. En el territorio se ve dónde se ubican esos medios.
-A partir del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki se hicieron análisis del lugar desde donde se construyó la imagen en las distintas coberturas ¿Consideran que desde entonces se instaló la urgencia de generar una prensa alternativa?
MA: -Antes ya se pensaba. El Puente Pueyrredón lo confirmó. Los medios de comunicación alternativos son necesarios pero tampoco hoy son suficientes.
AR: -También entran en el juego las redes sociales como propagadoras de noticias. Asistimos a debates donde se consideraba que Facebook está en caducidad y hay que generar plataformas libres de comunicación.
 
-¿La masividad de las redes genera cambios en la concepción de la fotografía?
AR: -Hay que hablar desde otro plano. Me pasó que iba en el tren y coincidí con adolescentes que se conocían entre sí. En un momento un chico se levantó, abrazó a una de las chicas y se sacó una foto. Al instante ella la tenía en su celular y le pedía que la borrase. Cualquier documentalista hubiese querido estar ahí para captar esa escena, pero ya era efímera. Francisco Mata Rosas es un fotógrafo mexicano que analiza que la estructura del pensamiento antes era analógica y ahora es digital. Eso te moviliza, te hace parar y pensar.
MA: -Alfredo Srur publicó un artículo en el que reflexiona sobre la experiencia de Martín Chambí (nacido en 1891 en Perú, considerado el ‘primer fotógrafo indígena’) y se pregunta si cien años después es posible que una persona de origen popular como él acceda al oficio. No es sólo tener una cámara sino manejar la técnica, la estética.
AR: -Pensamos la fotografía como un lenguaje. Hay que enseñar a utilizar las herramientas que todo el mundo tiene a mano.
-¿Consideran que quien se dedica a este rubro tiene un rol social?
AR: -Se tiene una sensibilidad especial. Para que la fotografía tenga un buen resultado, el espectador tiene que sentirse conmovido.
PA: -Buscamos mostrar la organización social. Así no sea parte de un grupo orgánico, quizás tenga una actividad independiente. Es parte de un proceso social. Por ejemplo, ahora estamos acompañando a estudiantes de la UBA que trabajan con una cuadrilla de Argentina Trabaja y el FOL en el saneamiento del arroyo San Francisco en Claypole, Almirante Brown.
MA: -Hay mucha gente que se sorprende al encontrarse. Por eso tenemos la costumbre de siempre hacerle llegar la toma. Algo para analizar es que en la era digital mucha gente no tiene ni un álbum familiar impreso. Si perdés tu celular puede que te quedes sin el registro de una parte de tu vida.
AR: -En ese sentido Mata Rosas decía que antes la fotografía estaba hecha para recordar y ahora es para olvidar. El desafío es convertirla en un medio para crear.
-¿Qué significa?
AR: -El cambio está en el matiz que se le da, en el cambio de punto de vista. Basta ver una buena fotografía para mejorarla digitalmente. Puede comunicar y hasta ponerse al lado del arte.

La foto en el medio
Si la fotografía “crea” pero también restituye el espacio de decir y contar ¿qué importancia tiene que tener en los medios de comunicación? “En la vuelta” prepara un taller para compartir con pares de la Red Nacional de Medios Alternativos para analizar si incluso en esos espacios tiene el lugar de “un lenguaje, no de mera ilustración de una nota”, señalaron.
“Algunas propuestas alternativas comienzan a prestarle más atención a las fotos y a la estética porque son herramientas para llegar a más gente. No es nuevo: Cuba (tras 1959) supo que un alto porcentaje de la población era analfabeta, por lo que el proceso revolucionario se apoyó mucho en la imagen para dar a conocer su programa y sus logros”, interpretó Rodríguez. Para profundizar, se proponen montar una galería fotográfica en el local del FOL 1° de Mayo de Constitución donde los expositores serán los vecinos. En adelante, les gustaría armar talleres territoriales “para generar una conciencia de lo que se está haciendo cuando se saca una foto”.

Publicada en Marcha Noticias:http://www.marcha.org.ar/1/index.php/cultura/145-cultura/4382-en-la-vuelta-fotografiar-para-encontrar-al-pueblo

12 de noviembre de 2012

LGBTIQ: marchar con orgullo



 Fotos: Guillermo D'Ambrosio

Por Noelia Leiva

La Marcha del Orgullo LGBTIQ cumplió sus 21 años con logros legislativos. Señaló la educación sexual, la despenalización del aborto y el trabajo inclusivo como deudas. Y la erradicación de la violencia como una responsabilidad social.

“Bombón” sugería un cartel abandonado por algún carrito ni bien se ponía un pie en la porteña Plaza de Mayo al salir del subte. Bombona, bombxn: la insignia perdida por un heladero ambulante de los que nunca faltan se podía resignificar y escuchar en medio de la multitud que participó en la 21° Marcha del Orgullo LGBTIQ, plena de colores y besos con sabor a lucha, porque consignó a la educación sexual, el aborto legal y el trabajo inclusivo como deudas para con la igualdad. “Nuestros derechos no son de ningún gobierno”, criticaron, de rojo y a la izquierda, las organizaciones territoriales que denunciaron la “manipulación política” del oficialismo para que la lista de pendientes no se modifique.
Había razones para celebrar. Ya desde las 15, la tradicional plaza fue rodeada por puestos que ofrecían desde jabones artesanales hasta revistas independientes. La Ley de Identidad de Género, sancionada en mayo, y la de matrimonio igualitario, de 2010, hicieron al clima de fiesta en tanto logros del movimiento que, en sus orígenes -con la fundación del grupo Nuevo Mundo en 1969- era sólo gay y ahora llama a respetar los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgéneros, intersexuales y queers (LGBTIQ).
La multitud colorida fue la misma que todos los días se enfrenta a los paradigmas machistas de la heterosexualidad obligatoria. Pero cada segundo sábado de noviembre es para muchos la oportunidad de “salir del closet” o de reafirmar el dominio sobre el propio cuerpo. “Estoy ganando un mango sin fastidiar a nadie pero muchos héteros, incluso hoy, vienen a molestar porque quieren que vivamos debajo de la vereda”, graficó Alessandra Babino mientras despachaba bebidas frías en una tarde también fresca. Ella además es una de las protagonistas de la versión que la Cooperativa de Ar/TV Trans hace de La Casa de Bernarda Alba en centros culturales porteños.
Un Sarmiento con pelo rubio y labios carnosos fue el símbolo del bachillerato popular Mocha Celis, que está orientado a personas trans y tuvo su stand en la Feria del Orgullo para cuestionar la dicotomía patriarcal biologicista hombre/mujer. “Compartir experiencias es un ‘volver a empezar’, retomar un derecho que estaba vedado para nosotras”, describió Virginia Silveyra, una de las estudiantes. La apuesta a que “la calle no sea la única opción” del colectivo 'T' fue una constante de las historias, aunque también algunas exponentes replicaban en sus cuerpos la objetivación hegemónica, acaso para metabolizar la violencia y hacerse fuertes. El riesgo es naturalizarla.
Las trans con atuendos brillantes, las parejas ‘sado’, las mujeres maravilla, los novios o casados, los chicos en minishort, las que prefirieron el jean, los 'darks', los 'osos', las que se quitaron la tortura del corpiño. Todos y todas, libres, partieron en caravana a las 19 hasta el Congreso nacional. “Para nosotras la Marcha es importante porque nos visibiliza”, destacó Gabriela Bacin de Les Madres, un grupo de lesbianas mamás que luchan por el “reconocimiento legal, jurídico y social” de sus hijos.
En la cabecera de la movida fueron Alex Freyre y José María Di Bello -primeros casados bajo la ley igualitaria- y las legisladoras porteñas María José Lubertino y María Rachid, entre otros. Atrás el trailer de 100 % Diversidad y Derechos llevó pura electrónica. Calle 13 estuvo entre el repertorio de la disco ambulante de La Campora Diversia, que también tuvo a un Néstor Kirchner y un gorila gigantes. Y los Putos Peronistas, de La Matanza, llevaron cumbia para menear, mientras algunos sorprendidos miraban desde los bares tradicionales.
“Se nos privó de la posibilidad de decir ‘soy todo hombre, en cuerpo, alma y espíritu’”, cuestionó Gregorio Tobar desde la bandera de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM), que reúne a cristianos, metodistas, anglicanos, pentecostales y evangelistas y se dice libre de prejuicios sobre los géneros. “Se tergiversó el sentido de los textos sagrados para implementar ideas donde la sexualidad es mala y tiene que ser sólo reservada a la procreación, sin goce”, cuestionó.
En esa diversidad que marcó territorio también estuvo la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) con su dirigente César Ciglliutti, la Colectiva Santa Concha, que pedía a su diosa no “caer en el pudor”, y las Lesbianas Afrodescendientes, que sumaron la consigna “No al racismo”. Sobre Rivadavia, un graffiti recordaba que hace diez días el movimiento de mujeres reclamó “aborto legal en el hospital”.

Derechos sin gobierno
 

En los últimos años, la Marcha adquirió un acento kirchnerista porque desde el Gobierno nacional manifestaron su aval a reclamos históricos del movimiento LGBTIQ. Pero esas conquistas no se replican en el campo palpable de las relaciones entre personas, o al menos así lo resaltaron un grupo de organizaciones territoriales y de izquierda que llamaron a una “contramarcha”, aunque luego mezclaron sus banderas en una única caravana hasta Congreso, donde ya pocas banderas rojas se quedaron frente al escenario en el que cantaron Lía Crucet, Kumbia Queers, Leo García y la ovacionada Celeste Carballo.
“Reclamamos la libre adopción de las parejas igualitarias. Los hombres y quienes no se casen no tienen la posibilidad de adoptar. Además, no se garantiza en los hospitales públicos las intervenciones quirúrgicas ni los tratamientos hormonales para las personas trans”, denunció Daiana Asquini, de Las Piqueteras. Junto a ellas estuvieron la Federación Juvenil Comunista y el Socialismo, entre otros. Coincidieron en criticar la pérdida de estado parlamentario del proyecto para despenalizar el aborto, así como la “estatización de la comisión organizadora”, formada por colectivos afines al oficialismo.
En el acto central llamaron a aplicar la Ley de Educación Integral, erradicar la trata y derogar los códigos contravencionales que ejercen la “violencia institucional” contra el colectivo, sobre todo hacia las trans en situación de prostitución. Abuchearon a dirigentes políticos y sociales que instalan la discriminación: al jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, por vetar la Ley de Aborto No Punible; al Consejo Superior de Educación Católica por ir contra la laicidad de las escuelas; al gobernador cordobés, Juan Manuel De la Sota, por no actuar contra la “represión transfóbica” ni apoyar el esclarecimiento del femicidio de la militante travesti Vanesa Ledesma; y al mandatario salteño Juan Manuel Urtubey y su par tucumano, José Alperovich, por “imponer la educación religiosa”. En cambio, homenajearon, entre otras personas, a Claudia Pía Baudracco, coordinadora nacional de la Asociación de Travestis Transexuales y Transgénero de la Argentina (Attta), que falleció en marzo último.
La emoción se compartía debajo del escenario. Acaso como siempre pero con menos miedo
porque estaban juntos. “Hace dos días que me separé. Ahora que estoy sola por ahí me
lastiman más, espero que no”, le dijo a esta cronista una muchacha que había nacido con
nombre de varón. Pero no. El desafío es que ni ella ni nadie se quede en soledad si se trata
de recuperar sus derechos.


Publicada en Marcha.org.ar: http://www.marcha.org.ar/1/index.php/nacionales/92-generos/2465-lgbtiq-marchar-con-orgullo

6 de noviembre de 2012

Para la soberanía alimentaria del pueblo Qom



Por Noelia Leiva

La Facultad de Agronomía de la UBA desarrolla un proyecto para que la comunidad originaria formoseña produzca sus propias semillas. Evitaría que dependan de productos industriales. Señalaron que buscan “acompañar” con su investigación y no imponer conocimientos.

Fomentar la autonomía agrícola de la comunidad Qom de Formosa a partir de sus propios conocimientos y necesidades, con la colaboración de un equipo técnico interdisciplinario. Ése es el objetivo del trabajo que lleva a cabo la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) en el marco de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria. El pueblo originario aplicará sus criterios para seleccionar en la cosecha las plantas de maíz criollos que crean más apropiadas para obtener semilla y continuar el ciclo, sin depender de comprar insumos industriales. La ingeniera agrónoma lomense Ana Broccoli es investigadora invitada en la iniciativa.
Desde que el ‘carayé’ Qom Félix Díaz se acercó a la casa de altos estudios porteña para consensuar un plan de trabajo que tomara las potencialidades del monte y los alrededores de La Primavera, un grupo de nueve profesionales se reunió para desarrollar un programa de mejoramiento del cultivo que ofrezca herramientas sin avasallar las raíces culturales de los autóctonos, que tradicionalmente obtenían el alimento por la caza y la recolección.
“Tener en el equipo una antropóloga nos permitió comprender a la comunidad. Intentamos que el desarrollo agrícola contenga la repoblación con parte del monte sobre el que históricamente basaron su alimentación”, le explicó a LA TERCERA Gustavo Scharauf, secretario de Desarrollo y Relaciones Institucionales de Agronomía y miembro del plantel. Con una perspectiva ‘agroecológica’, los primeros dos viajes a Formosa tuvieron una “recepción muy cálida” por parte de los lugareños. “Vimos avances que le permitieron a la comunidad llegar a cosechar su maíz, pero también encontramos falencias, como la carencia de herramientas o las dificultades para comercializar sus productos”, describió el también especialista en genética.
Un encuentro de bienvenida en el que Díaz y los ancianos de la comunidad avalaron la presencia de los docentes fue el primer paso para desempeñarse en La Primavera. Ese acercamiento fue importante porque los investigadores apuntan a “un dialogo de saberes, el campesino-indígena y el académico”, definió Ana Broccoli, profesora de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) que trabaja sobre ‘mejoramiento participativo’.
Ese procedimiento apunta a lograr “el empoderamiento al poder proveerse de la propia semilla y no necesitar una industrial o tecnológica, que en el caso del maíz es un híbrido, ni tener que agregar paquetes de insumos químicos”, le planteó la especialista local a este medio. Se sembró maíz criollo que había sido obtenido en esa región y que estaba almacenado en el Banco de Germoplasma de la Cátedra de Botánica de la Fauba, con lo que se aseguraron que las plantas tengan las características genéticas necesarias para adaptarse al medio en el que se encuentran.
“Los agricultores de la comunidad seleccionan en la cosecha el material de acuerdo a criterios que son de su propio interés, con el apoyo técnico que le damos”, ancló. A partir de ese material elegido se trabajará para obtener las futuras semillas. Por ejemplo, el maíz debe ser apto para secarse en el mismo campo y no en un ámbito artificial protegido, por lo que la mazorca ideal debía estar cubierta por sus hojas lo suficiente para evitar el ingreso de humedad e insectos. “Nuestra intención es lograr un acompañamiento en el que se dé lugar a las impresiones de la comunidad. No llevamos un proyecto inmodificable sino que está en permanente investigación a través de la acción participativa”, recalcó la especialista.
Además de Scharauf y Broccoli, el equipo de trabajo está compuesto por los ingenieros agrónomos Carlos Carballo, Ana María García, Libertad Mascarini y Susana Pariani, la antropóloga Lorena Cardin y las estudiantes formoseñas Andrea y María Belén Galeano, que serán importantes para darle continuidad a la iniciativa y favorecer la comunicación entre los actores.

Publicado en La Tercera del 5 de noviembre de 2012

13 de junio de 2012

Infancia: el derecho a ser

                                                                                             Ilustración: Quino
Por Noelia Leiva

El contexto social de pertenencia carga de oportunidades al desarrollo de los chicos. Pero también puede quitárselas. Cómo la ley promueve los derechos de la niñez, y la sociedad civil busca fomentar la igualdad.

«Yo no quiero morirme nunca porque quiero jugar siempre», asegura el escritor Eduardo Galeano que un nene le dijo en Montevideo. De este lado del «charco», los pequeños se parecen: curiosidad y ganas de descubrir son su timonel, pero algunos están obligados a crecer rápido: las necesidades económicas les recortan las posibilidades de acceder a la educación y de recrearse, porque tienen que desempeñarse a la par de los grandes o cuidar hermanos mientras los adultos no están.
Ser niño implica oportunidades distintas según la realidad social en la que se está definido, pero existen leyes que resaltan cuáles son los derechos comunes para ese colectivo; y organizaciones solidarias que buscan restituirlos cuando son avasallados.
La casa donde se vive, la escuela a la que se va, la posibilidad de jugar que se tiene, la oportunidad de poner en palabras el mundo que se descubre en cada paso son algunas de las variables que atraviesan el crecimiento de los nenes y las nenas. El contexto en el que se encuentran influye en cómo ellas se cruzan en sus vidas.
«Cuando sos chico, llegás a un mundo en el que tu familia te hace lugar. No es lo mismo que sean personas con recursos afectivos y capital social a que no los tengan, más en los primeros años de vida, centrales para el desarrollo cognitivo e intelectual», ancla Juan Pablo Yovovich, docente y director de la Fundación de Organización Comunitaria (FOC), que integra el equipo directivo de la Red Nacional por el Derecho a la Educación.
Imbuida en esa afirmación, hay normas que pretenden garantizar la igualdad incluso en la diferencia. Es decir que las condiciones previas al nacimiento del pequeño no sean exclusivas determinantes de su destino. La ley nacional 26.061 y su par de la provincia de Buenos Aires, la 13.298, asumieron esa función pero con una mirada nueva que también contempla al niño en su medio social.
Es que, a diferencia del viejo paradigma del patronato, donde los chicos eran entendidos como «objetos de tutela» de los mayores, la modificación los convirtió en «sujetos de derecho» y, por lo tanto, poseedores de las decisiones sobre su vida, en un marco de contención y de acuerdo con su edad. El cambio —que comenzó a implementarse en 2005 y que, en el caso bonaerense, invitó a cada municipio a que incorpore Servicios Zonales de atención a las familias y Mesas locales de labor interdisciplinaria— implica que la opinión de los chicos será escuchada incluso en instancias judiciales y que su entorno vincular será, a menos que se compruebe lo contrario, el mejor lugar donde deban permanecer para su desarrollo.
Es decir que «no se puede ver sólo al niño, hay que observar a su familia nuclear, a la extendida (tíos, abuelos) y luego al barrio. Cuando el Estado no está en la salud o el trabajo de sus padres, esa niñez se hace difícil», consigna el titular de la asociación creada hace 21 años en la bonaerense Lomas de Zamora.
Un ejemplo de esa situación de vulnerabilidad fueron las consecuencias de la crisis institucional, económica y social de 2001 en Argentina, que generó necesidades que en muchas casas no podían contenerse. Entonces, la sociedad civil intervino mediante redes de promotores sociales y espacios de reconocimiento de los derechos. Luego de las primeras ollas populares que respondieron a la emergencia, organizaciones no gubernamentales fundaron jardines de infantes comunitarios, guarderías para que las mamás trabajadoras enviaran a sus hijos, espacios de capacitación en oficios o finalización de su escolarización. Esas son algunas de las prácticas que la FOC todavía implementa, además de talleres de producción periodística para que los pequeños sean «cronistas» de su realidad.

Tener la (propia) palabra

«El niño tendrá derecho a la libertad de expresión, que incluirá buscar, recibir y difundir información e ideas de todo tipo», determina el artículo 13 dela Convención Internacional de los Derechos del Niño, integrada a la Constitución Nacional desde 1990. El ejercicio de la palabra es, también, una herramienta aplicada al día a día que ayuda al crecimiento intelectual. La Escuela Especial 502 de Ezeiza entendió rápidamente ese precepto y convocó a alumnos, docentes y vecinos a formar parte de Radio Abrojos que, desde la frecuencia modulada 92.5, transmite la voz y la opinión de nenes y adolescentes.
«Cuando empiezan, a los 16 años aproximadamente, en general los une la curiosidad propia de la juventud. No hay cuestionamientos sobre si se puede hacer o no. Después viene la etapa de asumir roles, saber si esto va a pasar por su vida como algo anecdótico o va a definir su rumbo, porque en la adolescencia se empieza a descubrir el mundo, a apropiarse de espacios y reconocerse en una realidad», explica Samanta Matzke, una de las impulsoras del proyecto, que comenzó a andar en 1998.
Desde el emprendimiento, también se pueden cambiar escenarios: «El circuito social de donde provienen los chicos es vulnerable. Algunos atravesaron situaciones de una tristeza profunda, producto de la edad pero también de crisis familiares que vienen asociadas a problemas económicos. En estos años de recuperación, la radio sirvió para poder representar todo eso en palabras, como un espacio de contención entre pares que también se hace un tema de conversación con los adultos», rescata la periodista.
Y es nuevamente la palabra la mediadora de la subjetividad en construcción; por eso es responsabilidad de los adultos «garantizar el derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos y a que su opinión sea tenida en cuenta en todos los asuntos que les conciernan como sujetos de derechos», incluso en instancias judiciales, reza la ley 26.061.
Cuando se registran casos de oposición a la norma, las instituciones penales juveniles también actúan en sintonía con el paradigma vigente, y deberán atender a la voz de los chicos como valor por cuidar. Además, deberán ayudar a recuperar el vínculo del sujeto con su núcleo afectivo, a menos que se compruebe que es un ámbito dañino.
La influencia del contexto en el comportamiento de los individuos es otra vez evidente. «Un 90 por ciento de los chicos de 16 o 17 años que recibimos no está escolarizado desde los 11 o 12. Les preguntamos qué hicieron en ese tiempo y nos dicen que “nada”. Deambularon por las escuelas y las esquinas», asegura Alberto Gallini, operador comunitario del Centro de Referencia de Lomas de Zamora, que recibe jóvenes en conflicto con la ley de ese distrito, Avellaneda, Lanús, Almirante Brown, Esteban Echeverría y Ezeiza, en el segundo cordón del Conurbano bonaerense.
Las causas «no son sólo familiares sino también sociales», coincide el especialista. «Si bien los mayores a veces no cumplen con su responsabilidad, el Estado en general interviene recién a través de nosotros, que es cuando los lazos ya se rompieron», reconoce. Aunque «los delitos se cometen en todas las clases sociales, la mayoría de los que “agarran” son pobres. Hay chicos que ni siquiera tienen DNI y que recién se lo hacen cuando tienen un problema», grafica el especialista. La letra escrita y las organizaciones de profesionales o voluntarios velan para que se pueda actuar antes e impedir que la violencia social que atraviesan algunos chicos y chicas genere otros focos de agresión. Un camino complejo, pero con esperanza.

Publicada en El Gran Otro de junio de 2012 http://elgranotro.com/infancia-el-derecho-a-ser/

30 de mayo de 2012

“Payasol” o cómo iluminar con una sonrisa



Mañana al mediodía en todo el país los Payamédicos propondrán dibujar soles y regalarlos. Estará en las calles pero invitaron a que todos lo hagan en su entorno. Es una metáfora de la esperanza de vida que genera el trasplante a su receptor. Habrá aportes desde el Conurbano sur.

Acompañar, compartir la ternura: esas acciones son la base de la campaña “Payasol” que mañana lanzará en todo el país Payamédicos, el colectivo solidario que busca contribuir a la salud emocional de pacientes hospitalizados a través del humor. En varias esquinas habrá puestos donde se podrá dibujar y regalar soles en el Día Internacional de la Donación de Órganos y Tejidos, como metáfora de la ‘luz’ de vida que llega cuando una persona en lista de espera recibe lo que necesita para recuperarse. También invitan a que en casa, el trabajo o la escuela se repartan ‘rayitos’.
Chicos y chicas de centros sanitarios que los ‘Payas’ visitan y algunos colegios ya elaboraron sus soles para regalar. Allí donde haya clowns, habrá mesas con hojas y elementos para crear el propio y entregárselo a quien esté cerca, conocido o no. Buscar esa alternativa para concientizar sobre la donación de órganos tiene que ver con cambiar el ángulo de visión porque “suele aparecer como algo que sacude pero después se niega, se suele posicionar desde el lado del donante pero no en que uno o un hijo puede ser el receptor”, le explicó a LA TERCERA José Pellucchi, fundador y director del grupo. Acorde a la impronta que los caracteriza, buscan enfocar la fecha “desde la buena onda”.
En la región, el hospital lomense Luisa Cravenna de Gandulfo es uno de los puntos donde participan miembros y miembras de la asociación, que también brinda cursos en Wilde. Desde esas zonas viajarán los astros caseros o acaso se repartirán en el Conurbano, porque si bien apuntan a instalar la movida desde lo “macro” en algunos puntos de referencia, como la esquina porteña de Callao y Corrientes a las 12 (cuando el sol se encuentra en plenitud), también desean que cada persona lleve a su cotidianeidad la iniciativa. Cuando alguien que esté al tanto de la movida cumpla la propuesta en su entorno, si quien recibe el obsequio no la conocía “se va a ver sorprendido y se va a enterar porque le van a contar o luego va a verlo en los medios”, planteó el especialista en Psiquiatría. A través de una sonrisa se habrá aproximado a una temática comprometida.

La idea

El equipo tenía ganas de montar una actividad para acentuar la importancia de la donación pero quería encontrar un camino similar al del abordaje alegre. Fue Dominich Lescano, la niña de 10 años que en 2007 recibió un trasplante de corazón luego de estar en emergencia nacional durante 264 días, quien aportó la alternativa. “Vino con sus padres a cenar a mi casa. Aunque Domy está bien, ellos siguen trabajando para que a otras personas no les pase lo mismo. Queríamos referirnos al ‘traspaso’ pero sin que fuera literal, entonces surgió lo del dibujo. No nos gustaba que fueran corazones porque no nos remitimos sólo al trasplante cardíaco, así que a ella se le ocurrió que fueran solcitos los que regalásemos”, describió Pellucchi. Entonces se hizo el diseño modelo que se incluyó en los afiches de la campaña y se multiplicó en hospitales, redes sociales y medios de comunicación.

Para sumarse o informarse: www.payamedicos.org

Por Noelia Leiva

16 de febrero de 2012

Crees: las paredes ladran




Por Noelia Leiva

Un perro de colores mira con ojos enormes desde los graffitis del centro montegrandense. Está cargado de expresión, tiene un mensaje para contar. Es su misión y por eso cada vez más personas buscan sus nuevas historias en la calle. LA TERCERA conversó con su autor sobre el “amor” a la ciudad” y la decisión de que su arte reemplace a su nombre, resguardado en el anonimato.

Los ojos saltones miran, increpan, seducen. Un hocico prominente todo lo huele. La información de los aromas de la ciudad se transforma en materia expresiva en las fauces del perro que está allí, sobre los ladrillos, a la espera de captar ojos que quieran leer sus conclusiones urbanas. Crees es el hombre, o acaso el perro, o acaso un conjunto de personas o de historias para ser contadas. Es el arte de la calle que sabe de humor y de ironía, y que busca colores y personajes para narrar. LA TERCERA conversó con el autor de ese ser que vive en los graffitis ya clásicos de Monte Grande sobre la creación en el espacio público y el cariño a la ciudad.
En el anonimato que el autor de la criatura eligió conservar, una serie de definiciones del trabajo descubren a vecinos con impronta joven pero con un discurso respetuoso del patrimonio del pueblo. “Cuando transito este amado lugar, se me vienen las ideas solas. Casi siempre lo que las desata es algo que me llama la atención, como la actitud de alguien o algún objeto”, describió el artista. Acerca de cómo un estilo propio se instaló como guiño a un amplio sector de la población, que sabe que ese can que ladra desde la pared canta la justa.
-¿Cómo definirías a Crees?
-Crees es una persona a la cual le gusta seguir sus ideas y hacer lo que le gusta.
Es el esfuerzo por superarse constantemente y tratar de hacer de su ciudad un lugar con algo especial. Cambiar un poco la monotonía de las calles, hacer pensar a la gente o simplemente sacarle una sonrisa en una mañana fría, una tarde calurosa o una noche estrellada.
-¿Cuándo y cómo surgió la propuesta?
-Todo empezó un verano en nuestro amado Monte Grande, donde nacimos y vivimos.
La idea desde un principio fue traer a la ciudad a un “amigo fiel”, aquel que está tanto en las buenas como en las malas, que adorna y decora los espacios urbanos. Ese mismo que sugiere ideas tan creativas, tan extrañas que lo hacen especial y mágico. Siempre quisimos que transmitiera una chispa de algo diferente por medio de colores y formas.
-Los graffitis pintan al perro que los protagoniza con una identidad propia ¿Hay un trabajo previo sobre esas cualidades a la hora de plasmarlo en las paredes?
-Sí, por supuesto. Cada personaje tiene su forma de pensar, sus cualidades y defectos. Cada vez que invento uno, anoto y selecciono sus inclinaciones, ya que a la hora de proponer un tema a pintar sólo me queda adaptar a cada uno en la situación a la que sus inclinaciones lo llevarían. Tengo que sentir y pensar como el personaje.
-¿Qué significa para vos la posibilidad de dejar tus dibujos en la calle?
-Sin dudarlo, es una parte muy importante de mi vida. Significa estar ahí, en contacto con todos y con uno mismo a la vez.
-¿Es una forma de comunicación?
-Por supuesto que lo es, ya que se actúa en un espacio público, lo que hace que la gente tenga una libre interpretación de la obra.
-¿También es una manera de hacer arte?
-Desde ya. Lo que hago se puede denominar street art, pero sin dejar de hacer lo que siento y pienso, siempre con una estética y un estilo propio.
-¿Por qué decidiste que tu labor sea anónima?
-Pienso que es lo mejor para centrarse en lo que se hace y no en quién lo lleva a cabo. No me parece que modifique algo el saber el nombre del autor. Simplemente quiero que todos abran su corazón hacia lo que hago y dejen volcar su imaginación en el soporte que les brindo. Ahí es donde van a encontrar realmente el significado y la forma que está detrás de todo esto. A fin de cuentas, son ustedes mismos los que le dan realmente vida a estas “criaturas”.
-¿Pero hay algo de tu ‘vida cotidiana’ que tenga que ver con el diseño o la imagen?
-Primero, no puedo decir que Crees soy yo solo, en cuanto a que tengo muchos amigos incondicionales que me acompañan y aportan todo lo que pueden para enriquecer las ideas. En el día a día, no estamos lejos de esto mismo: nos dedicamos a hacer lo que siempre quisimos, luchamos por nuestros proyectos con el corazón y no nos pensamos rendir.

Canto a Monte Grande


-¿Cómo te organizás para seleccionar el lugar a pintar, el dibujo determinado y realizar la obra?
-Sentado en la plaza, viajando en colectivo, caminando por las veredas… Cuando transito el amado Monte Grande se me vienen las ideas solas. Casi siempre lo que las desata es algo que me llama la atención, como la actitud de alguien, algún objeto o algo del entorno en el que estoy. En los mismos viajes y paseos las ideas y dibujos se acomodan solos en las paredes. Luego, compro lo que necesito y manos a la obra.
-Tus creaciones son cada vez más reconocidas por las personas de la zona ¿Qué te genera eso?
-Me encanta que lo sean y que la gente aprecie el trabajo que llevan. Actúo mayormente en mi ciudad porque es muy emblemática para mí y para la gente de mi alrededor. Amo hacer lo que hago en el lugar que amo. Me siento muy satisfecho por lo conseguido y sus resultados, pero obviamente que vamos por más y esperamos poder representar a Monte Grande por muchos otros lugares.
-Entonces hay un intento de trascender lo local, a través de los
stickers, por ejemplo (NR: los dejan como marca registrada en los espacios del país que visitan y luego publican las fotos en su Facebook).

-Siempre se trata de la identidad. Los stickers surgieron a partir de la idea de representar a la ciudad en todos los lugares por donde vamos, como si fuera su huella, su grito de pertenencia. Tengo un versito que define el sentido de estas acciones: “Estoy aquí, pero preferí mi Monte Grande y volví”.

*
El artista y su técnica

Por vocación, no se sabe más que rumores de la mano que guía los aerosoles. Se dice que es un joven que ‘viste de ancho’, al estilo del hip hop que también asume, como él, el lenguaje de la calle. Que conoció en 2004 la técnica que ahora aplica a partir de fotos que le envió un amigo desde España y nunca más se despegó de la actividad. Pero nadie asegura nada, menos el autor y sus secuaces.
Su forma de ser se plasma en la calle: street art, graffities y stenciles se combinan como armas creativas para encontrar en recovecos y paredones el escenario donde contar. Se ocupó de pedir “basura cero” para su localidad y de desestructurar la Navidad con perritos de barba blanca pegados en los postes. En la pandilla también hay lápices, una gata, pájaros casi circulares, árboles que miran: historias que babean sus ganas de multiplicarse.


Más sobre Crees:
www.crees.com.ar
Facebook: Crees Monte Grande


Publicado en el diario La Tercera del 16 de febrero de 2012
http://www.diariolatercera.com.ar/detalle.php?articulo=Crees:-las-paredes-ladran&tipo=1&documento=9520&sistema=diarios

15 de abril de 2011

Juana, su familia y amigos

Por Noelia Leiva

Las muñecas 90-60-90 monopolizan la oferta para las nenas. Pueden jugar a ser cocineras, madres o amas de casa, como se espera que sean cuando crezcan. Pelotas y autitos están vedados para ellas, y a ellos no les puede gustar el rosa. Sin embargo, los grandes pueden proponer el desarrollo de la creatividad sin barreras de género. Opciones que reflejan la diversidad en sus personajes, para cerrarle la puerta al 'juego dirigido'. 

Los blocks miran de costado porque, en el rato donde todos y todas pueden elegir en qué sector de la sala jugar, mientras los nenes pelotean, las nenas se reúnen en torno a la habitación en miniatura que incluye una cama, una mesita, una cocina y sus respectivas ollas. Una niña revuelve en una fuente un preparado sabroso e invisible sobre una hornalla sin gas que encendió tal como algún adulto o adulta hace en casa. Hay osos alrededor que, como hijos obedientes, aceptan alimentar su panza de peluche. La ‘seño’ observa conforme, cada cosa está en ‘su lugar’.
Durante la infancia, el campo del juego resulta tierra fértil para erigirse y hacer de cuenta que todo está bien. Todo, si no se da un paso por fuera de lo permitido: delantales, agujas de coser y muñecas para ellas; balones, imitaciones de armas y superhéroes musculosos para ellos.
Para la consultora de comunicación Ana Correa, la realidad bajo las luces de neón en las jugueterías se puso en evidencia cuando, después de Felipe, llegó su hija Malena. Si bien en el jardín de infantes ya había conocido peleas entre las pequeñas a causa de las características de sus cuerpos, cuando pensó que su nena iba a ser parte de ese mundo terminó por convencerse de que 'nada refleja a la mujer real'. Entonces, había que hacerlo: se asoció con la diseñadora Paola Flores y la abogada especialista en derechos humanos Jessica Lipinszki para crear El Mundo de Juana, una línea de juguetes de tela que representan identidades disímiles como se encuentran en la convivencia cotidiana.
'Había una única oferta, las estanterías estaban colmadas de muñecas hiperdelgadas, que se maquillaban o eran amas de casa, como si la revolución industrial nunca hubiese llegado' al planeta de la fantasía, bromeó. Las características de las personas en miniatura 'no expresaban la mínima diversidad', sino que la producción en cadena repetía a chicas rubias, de ojos claros y con siluetas ajustadas a las revistas de moda.
Activas, decididas, alegres e inteligentes son calificativos asignados a las réplicas femeninas que se venden en caja y legitimadas como meta para las de carne y hueso, también reducidas al estamento de objeto. Eso entendió el trío que elaboró sus 'juguetes con valores' cuando decidió que Juana, rellena con vellón, prefiriera el rojo y el violeta al rosa, y tuviera cabellos castaños algo ondulados, acomodados en dos colitas. Su compañera inseparable Mía es 'rellenita' y su amigo Miguel usa anteojos.
Carola es su mamá, que puede ser periodista, folklorista o veterinaria, según decida su portadora o portador, y, para horror de Ruth Handler  -la creadora de Barbie- tiene una hija nacida de una pareja anterior. Ambas son de tez morena, porque las raíces originarias de América Latina se reivindican en la piel. El papá de la 'familia ensamblada' es Francisco, un hombre de barba y cejas pronunciadas que puede aparecer con atuendo de chef, rockero o un sujeto 'conectado' a la web a través de su computadora portátil. 

La rueca mágica

Un llavero es, frente a los ojos de un bebé de meses, un desafío a explorar que suena y brilla. Un guante plegado en torno al dedo gordo puede ser un hombrecito con sombrero y la personalidad que se le antoje a quien le da movimiento. Hasta una habitación vacía es el escenario propicio para fabricar seres amistosos que conversan y se ríen. Si cualquier objeto puede cobrar vida, ¿por qué coartar el arco iris recreativo con ofertas lúdicas únicas, que tienden a convertirse en las deseadas por el público infantil merced a los artificios publicitarios?
En la realidad cotidiana, hay mujeres que, por elección o adaptación, son madres que dividen el tiempo entre su empleo y la atención a sus niños. Pero ni siquiera hay rasgos de esa distribución de las horas en los paquetes, ni de familias conformadas por personas del mismo género o monoparentales, aunque 'los juguetes sirven para ensayar roles' que, con los años, se llevarán a la práctica, recalcó Beatriz Caba, presidenta de la Asociación Internacional por el Dercho del Niño a Jugar (IPA).
Esos vehículos de la imaginación 'no tienen sexo. Las niñas pueden jugar a la pelota y los varones con las muñecas porque tal vez sean padres un día y un bebé también precisa la seguridad de los brazos de un papá. Si no se jugó ese rol, no tiene por qué sentirse la necesidad de saberlo', defendió la docente. Pero por falta de información o naturalización, los protagonistas del mundo de los chicos pueden caer en la red sexista de la asignación de los espacios.
'Los juguetes tienen una razón de ser como intermediarios de la acción, transmisores de la cultura y los valores', enfatizó la titular IPA. La ilusión se pone en movimiento y le abre la puerta a 'la socialización, la identificación, los sentimientos, la inteligencia emocional', rescató. También a la liberación del cuerpo, que debería ser para ellas una premisa desde sus primeros pasos: 'Requieren del juego motriz para desarrollar la musculatura. Tampoco podemos pensar que no tienen que usar los autitos, si nosotras manejamos', convocó.
'Una muñeca (delgada) por sí sola no equivale a que una niña será anoréxica', aclaró, categórica, Caba. 'Tiene que ver con el contexto en el que los niños juegan, lo importante es el abanico cultural que despliego para mi hijo', avanzó. Sin embargo, la rutina y la velocidad propias de las urbes o las necesidades irresueltas en las barriadas olvidadas pueden confluir contra la diversidad.

Publicado en Artemisa Noticias el 15 de abril de 2011

Andresito, o cómo contar la historia sin la mirada 'unitaria'

Un grupo de misioneros se reunió para rescatar la vida de Andrés Guazurary, un defensor de la soberanía de los pueblos de la tierra colorada en tiempos de Artigas. En vecino browniano integra ese colectivo de búsqueda. Piden que se incorpore al relato oficial la complicidad porteña sobre la devastación del norte.



Si hay un poder que interviene en el devenir popular es el de la palabra cuando es utilizada por los que tienen las armas o el dinero para convertir la historia en un relato que carga con el grillete de la hegemonía. Esa reconstrucción imparcial borró de sus pasajes la vida de Andrés Guazurary, un joven caudillo federal que, con la venia de José Gervasio de Artigas defendió la Provincia Grande de Misiones de la que la actual es sólo una porción. Un grupo de defensores de la tierra colorada se reunieron para impulsar su reconocimiento como uno de los gestores de la soberanía. Entre ellos, se encuentra un docente y periodista de Almirante Brown.
A Andresito, como lo llamaban en el pueblo sus correligionarios, lo recuerda un municipio de departamento General Belgrano que lleva su apodo y dos décadas de vida. Poco más recuerda sus luchas. “Queremos rescatarlo del olvido, del bajo fondo de la memoria”, recalcó ante LA TERCERA Eduardo Colman, el vecino que integra la cruzada, ex funcionario de su pueblo de origen y del distrito. En la elaboración de proyectos y entrevistas con responsables políticos se encuentran, mientras fortalecen el conocimiento sobre la figura en las reuniones periódicas en la Mesopotamia argentina.
-¿Qué rasgos del personaje merecen ser revalorizados?
-Su intervención en las hazañas y la lucha por la soberanía nacional. Así como (Martín Miguel de) Güemes es referente de Salta por defender las fronteras, Andrés lo es de todos los misioneros. En esto nos encontramos el historiador Daniel Larrea, Mario Mónaca, el escritor y docente de Iguazú Marcelo Moreyra, Daniel Stefani, Fausto Rizzani, Roberto Velázquez, Susana Rendón, Daniel Ricardo Roas y yo, desde Buenos Aires, junto al Centro de Residentes Misioneros (con sede en Adrogué) que hace tiempo defiende la cultura jesuítico guaranística. Pero el proyecto es todavía más ambicioso: recuperar las reliquias que están diseminadas por los museos. También en la Ciudad de Buenos Aires, como en la Manzana de las Luces, hay construcciones de manos guaraníes. Tenían su propia producción de madera, yerba mate, tabacales. Se autoabastecían. Pero ante la complicidad entre Brasil y Buenos Aires se prefirió el ataque de los Bandeirantes brasileros para perjudicar a Artigas y a Andresito.
-¿Cómo se inicia un proceso para incorporar una vida al relato sobre el pasado?
-Contando la verdadera historia, en este caso de la lucha de los guaraníes, mal llamados indios. Enfrentó a los portugueses durante años con ayuda de Artigas en su lucha por recuperar a los sietes pueblos que, como Yapeyú, pertenecen al territorio provincial. Recién mucho tiempo después tomaron la decisión de reconocer a Misiones como provincia (el proceso comenzó en 1881), cuando los guaraníes fueron asesinados, llevados como esclavos a Brasil, a casas pudientes de Corrientes y Buenos Aires. Otros tuvieron que esconderse por miedo a morir.
-¿Podría considerarse que fue un registro ‘unitario’ de esa parte de la historia y que se conserva?
-Hay muy poco conocimiento. Hay personas que dejaron lo mejor de su vida como Ramón Ayala y Vicente Cidades. Por ejemplo, nuestra tierra es chamamé pero también es el guialambao. Hoy los hijos de este lugar están escondidos por San Ignacio, Santa María, Iguazú; venden sus artesanías, son avasallados. Al momento de destierro de los jesuitas en 1767 tenían una estructura que competía con las mejores ciudades de Europa, por eso permitieron que se silenciera. En el caso de Andresito, no se cuenta que en 1801 los portugueses invadieron y lo tomaron como prisionero (en 1820) en la isla Das Cobras. Según algunos historiadores, quedó en libertad un año porque ya no era considerado peligroso sin Artigas y después habría sido envenenado o apresado, pero los restos nunca fueron ubicados. Su único monumento está en la entrada de Garupá, a 40 kilómetros de las ruinas de San Ignacio. La primera fábrica de instrumentos musicales, la primera imprenta estuvieron en Misiones y todo fue destruido con el silencio cómplice de Buenos Aires, porque el 9 de julio 1816 Argentina se declaraba independerte pero el saqueo se produjo entre 1820 y 1821 ¿Acaso no pertenecía al país?

Por Noelia Leiva

Publicado en La Tercera del 14 de abril de 2011

23 de marzo de 2011

“En el intercambio desde la diversidad aparecen los sentidos”

Lo sostuvo Alejandro Irurzun, docente del curso “Introducción a la coordinación grupal”. La capacitación reflexiona sobre la constitución de redes de personas. Apunta a orientadores comunitarios que acompañan a personas que tienen alguno de sus derechos vulnerados. Está organizada por Red-Salud Mental y el Centro de Referencia de Lomas de Zamora.

Equipos de trabajo, colectivos de amigos o amigas, conjuntos familiares: el día a día se organiza en redes de personas con cualidades particulares, dispuestas (o no) a vincularse con otras incluso desde la diversidad. El Grupo Red-Salud Mental, de Remedios de Escalada, y el Centro de Referencia del Distrito Judicial de Lomas de Zamora pusieron en marcha la capacitación “Introducción a la coordinación grupal”, un curso de tres meses destinado a trabajadores comunitarios que intervienen en los núcleos sociales para ayudar a una interrelación más saludable.
Con la técnica del psicodrama (aquella que invita a no ser oyentes de las clases sino a intervenir mediante la interpretación de un personaje) como una de las estrategias para comunicar, las clases tienen entre sus participantes a miembros de entidades que trabajan con personas en situación de calle, jóvenes en conflicto con la ley, sujetos o sujetas que sufrieron la violencia simbólica o física, entre otros cuadros. Se trata de conocer la dinámica de cada entramado para poner en común objetivos, según le explicó a LA TERCERA el psicólogo Alejandro Irurzun, docente de la formación.
-¿Para consolidar al funcionamiento grupal es necesario involucrarse?
-Al trabajar con la gente más lastimada, si no te involucrás no podés avanzar, pero si te involucrás demasiado tampoco se te hace posible. El curso intenta ofrecer herramientas para que el trabajo no lastime a quien intenta asistir. Como diría (el psicólogo social) Alfredo Moffat, hay que ir al campo con una caja de herramientas lo suficientemente apta para bancarse un sufrimiento que no se resuelve con palabras solamente, mucha desdicha, familias lastimadas, ausencias muy significativas, falta de modelos.
-¿Es necesario conocerse a sí mismo y a los demás integrantes para ser parte de un equipo?
-Conocer la particularidad de las personas con las que se trabaja es importante. En principio, la gente que viene es porque a veces se encuentra desprovista de poder hacer algo más que estar ahí. Mediante el psicodrama un muchacho trajo la necesidad de ver a sus hijos, pero no podía porque regía una medida judicial. Él estaba en situación de calle y a la noche pernoctaba en una institución. Otro hombre no estaba impedido por (un recurso de) exclusión pero no podía ver a sus chicos porque sentía vergüenza por un hecho que lo había llevado fuera de su casa. Uno tenía la libertad y no sabía que hacer, mientras el otro carecía de ella. En los grupos, de ese intercambio surge la posibilidad de pensar con otros.
-¿Cómo se organizan los roles para que no haya un líder autoritario?
-Es parte de lo normativo, se define cómo se llevará a cabo la tarea. Nadie es ni tan sano que no tenga que aprender ni tan enfermo que no tenga algo para ofrecer. En la vida hay que compartir habitaciones, hay que aprender a renunciar, aceptar que se es uno más, no uno menos. Para que todo salga mejor debe haber una palabra compartida, heterogeneidad. En esa diversidad cada uno tiene derecho a poseer su mirada sobre la realidad y en el intercambio aparecen los sentidos.
-¿Puede tenderse a señalar que lo dañino está fuera del conjunto propio?
-Sí, una de las tendencias es a la victimización. Siempre los malos están afuera. Por ejemplo, para un señor de 50 años lo malo puede ser que su señora no quiere tener intimidad, pero para ella lo malo es que él sólo quiere tener relaciones sexuales. La realidad es esencialmente subjetiva. Ese cruzamiento de resonancias y del mundo imaginario de cada uno es lo que enriquece.
-Al principio mencionó casos de relaciones entre padres e hijos, ¿qué importancia tiene la familia en la constitución de los miembros del grupo?
-La matriz familiar es sumamente condicionante de como se cría un humano. Esto de la familia Ingalls donde papá y mamá condicionan todo está muy lejos de ser realidad porque hay otros integrantes no animados como los medios masivos de comunicación o los modelos que asumen en la escuela. Esa institución del padre que se respetaba desde el miedo no existe, más de una vez los hijos se relaciona con los padres desde un lugar parejo, cuando en realidad es una estructura piramidal no autoritaria en la que algunos llegaron primeros que otros.

*

Las clases finalizan el próximo 27 de mayo. Se realizan en Del Valle Iberlucea 4277, a cinco cuadras de la estación Remedios de Escalada. Participan cerca de 70 personas por encuentro. Los organizadores, estiman que en la segunda mitad del año evaluarán la puesta en práctica de los conceptos. 
Info: grupo_red01@hotmail.com

Por Noelia Leiva

Publicado en La Tercera del 21 de marzo de 2011

http://www.diariolatercera.com.ar/detalle.php?articulo=En-el-intercambio-desde-la-diversidad-aparecen-los-sentidos&tipo=1&documento=7585&sistema=diarios