Por Noelia Leiva
La Facultad de
Agronomía de la UBA
desarrolla un proyecto para que la comunidad originaria formoseña produzca sus
propias semillas. Evitaría que dependan de productos industriales. Señalaron
que buscan “acompañar” con su investigación y no imponer conocimientos.
Fomentar la autonomía agrícola de la
comunidad Qom de Formosa a partir de sus propios conocimientos y necesidades,
con la colaboración de un equipo técnico interdisciplinario. Ése es el objetivo
del trabajo que lleva a cabo la
Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos
Aires (Fauba) en el marco de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria. El pueblo
originario aplicará sus criterios para seleccionar en la cosecha las plantas de
maíz criollos que crean más apropiadas para obtener semilla y continuar el
ciclo, sin depender de comprar insumos industriales. La ingeniera agrónoma
lomense Ana Broccoli es investigadora invitada en la iniciativa.
Desde que el ‘carayé’ Qom Félix Díaz se
acercó a la casa de altos estudios porteña para consensuar un plan de trabajo
que tomara las potencialidades del monte y los alrededores de La Primavera, un grupo de
nueve profesionales se reunió para desarrollar un programa de mejoramiento del
cultivo que ofrezca herramientas sin avasallar las raíces culturales de los
autóctonos, que tradicionalmente obtenían el alimento por la caza y la
recolección.
“Tener en el equipo una antropóloga nos permitió
comprender a la comunidad. Intentamos que el desarrollo agrícola contenga la
repoblación con parte del monte sobre el que históricamente basaron su
alimentación”, le explicó a LA TERCERA Gustavo Scharauf,
secretario de Desarrollo y Relaciones Institucionales de Agronomía y miembro
del plantel. Con una perspectiva ‘agroecológica’, los primeros dos viajes a
Formosa tuvieron una “recepción muy cálida” por parte de los lugareños. “Vimos
avances que le permitieron a la comunidad llegar a cosechar su maíz, pero
también encontramos falencias, como la carencia de herramientas o las
dificultades para comercializar sus productos”, describió el también especialista
en genética.
Un encuentro de bienvenida en el que Díaz
y los ancianos de la comunidad avalaron la presencia de los docentes fue el
primer paso para desempeñarse en La Primavera. Ese acercamiento fue importante porque
los investigadores apuntan a “un dialogo de saberes, el campesino-indígena y el
académico”, definió Ana Broccoli, profesora de la Universidad Nacional
de Lomas de Zamora (UNLZ) que trabaja sobre ‘mejoramiento participativo’.
Ese procedimiento apunta a lograr “el
empoderamiento al poder proveerse de la propia semilla y no necesitar una
industrial o tecnológica, que en el caso del maíz es un híbrido, ni tener que
agregar paquetes de insumos químicos”, le planteó la especialista local a este
medio. Se sembró maíz criollo que había sido obtenido en esa región y que
estaba almacenado en el Banco de Germoplasma de la Cátedra de Botánica de la Fauba, con lo que se
aseguraron que las plantas tengan las características genéticas necesarias para
adaptarse al medio en el que se encuentran.
“Los agricultores de la comunidad
seleccionan en la cosecha el material de acuerdo a criterios que son de su
propio interés, con el apoyo técnico que le damos”, ancló. A partir de ese
material elegido se trabajará para obtener las futuras semillas. Por ejemplo, el
maíz debe ser apto para secarse en el mismo campo y no en un ámbito artificial
protegido, por lo que la mazorca ideal debía estar cubierta por sus hojas lo
suficiente para evitar el ingreso de humedad e insectos. “Nuestra intención es
lograr un acompañamiento en el que se dé lugar a las impresiones de la
comunidad. No llevamos un proyecto inmodificable sino que está en permanente
investigación a través de la acción participativa”, recalcó la especialista.
Además de Scharauf y Broccoli, el equipo
de trabajo está compuesto por los ingenieros agrónomos Carlos Carballo, Ana
María García, Libertad Mascarini y Susana Pariani, la antropóloga Lorena Cardin
y las estudiantes formoseñas Andrea y María Belén Galeano, que serán
importantes para darle continuidad a la iniciativa y favorecer la comunicación
entre los actores.
Publicado en La Tercera del 5 de noviembre de 2012
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