26 de abril de 2011

Un encuentro de cannabicultores reclamó la ley de la despenalización

                                                                                 Foto: Fernando Klaus Leone
 
Lo convocaron hombres y mujeres del Conurbano sur que siembran marihuana en sus casas, con el objetivo de quitar agentes químicos de lo que consumen y evitar las redes de dilers. Ahondaron en los objetivos normativos, más el uso medicinal de la planta. Además de prepararse para la Marcha Mundial en mayo, pidieron la liberación de un compañero detenido.

Lo mejor es estar juntos, sobre todo si un par requiere comprometerse con la causa común. El Primer Encuentro Cannábico Argentino realizado en Guernica, Presidente Perón, el fin de semana último respondió a la meta de compartir información entre cultivadores sobre el uso recreativo y medicinal de la marihuana, en el marco de una normativa que criminaliza la tenencia y el consumo. La detención de Martín Faray, integrante de un colectivo jardinero del oeste bonaerense, se transformó en el epicentro del debate y en la semilla de la organización de cara a la marcha mundial del próximo 7 de mayo.
Es que desde que el joven de Villa Tesei fue detenido luego de que la Policía ingresara a su casa en respuesta a una denuncia anónima, varios de los participantes de la jornada peronense acordaron realizar guardias cotidianas en la comisaría, hasta que la jueza de Garantías de Morón Mónica López entienda que las personas que cumplieron 18 años deben tener plena libertad en el manejo de su cuerpo. La juntada también echó a girar una colecta para costear los daños del allanamiento, “que implica perder muchas cosas, tal vez tener que mudarse, quedarse sin trabajo”, describió Marcelo Coratoli, miembro de la Agrupación Cannabicultora de Zona Sur (ACZS), la entidad convocante.
Ese eje obligado por las circunstancias llevó la charla hacia uno de los puntos centrales del cronograma: la huella de la Ley 23.737 de Tenencia y Tráfico de Estupefacientes que no diferencia entre sustancias con acento químico o de daño comprobado para el organismo de una que es implementada por pacientes con VIH e hipertensión, entre otros cuadros, porque sostienen que reduce los dolores. Una norma que no criminalice el uso personal de la ‘María’ es la que esperan que sea debatida en el Parlamento Nacional.
La mesa redonda que se realizó el viernes 23 contó con Pablo Ascolani, miembro de la Asociación Rosarina de Estudios del Cannabis (Arec), y Mike Bifari, parte de la cordobesa Cogollos Argentinos. A ellos se unieron las voces de los locales y los representantes de otros puntos del mapa verde, también sostenido por la Asociación Marplatense de Cannabicultores y la de Buenos Aires. Noche de campamento mediante, el domingo dio la bienvenida al intercambio de recomendaciones y a la promesa de nuevas citas como la que ya finalizaba, en el marco de la cuarta reunión de la Coordinadora de Agrupaciones sembradoras.
“El objetivo fue continuar con la difusión e informar. Sabemos que como cultivadores estamos muy avanzados, entonces queremos una nueva ley nos alcance”, instó el militante sureño, en diálogo con LA TERCERA. Mientras, comparten flores para que los hombres y las mujeres que decidieron implementarlas como herramientas sanitarias no vean interrumpida su provisión por obstáculos vinculados con los cepos legales.
El próximo sábado 7 Plaza de Mayo se calzará la bandera de la despenalización en simultáneo con todo el planeta. La Marcha Global es un clásico de los amantes de los buenos humos y una fecha obligada para reclamar que cada quien “cultive sus derechos”.

Por Noelia Leiva

Publicado en La Tercera del 26 de abril de 2011

http://www.diariolatercera.com.ar/detalle.php?articulo=Un-encuentro-de-cannabicultores-reclam%F3-la-ley-de-la-despenalizaci%F3n&tipo=1&documento=7801&sistema=diarios

15 de abril de 2011

Juana, su familia y amigos

Por Noelia Leiva

Las muñecas 90-60-90 monopolizan la oferta para las nenas. Pueden jugar a ser cocineras, madres o amas de casa, como se espera que sean cuando crezcan. Pelotas y autitos están vedados para ellas, y a ellos no les puede gustar el rosa. Sin embargo, los grandes pueden proponer el desarrollo de la creatividad sin barreras de género. Opciones que reflejan la diversidad en sus personajes, para cerrarle la puerta al 'juego dirigido'. 

Los blocks miran de costado porque, en el rato donde todos y todas pueden elegir en qué sector de la sala jugar, mientras los nenes pelotean, las nenas se reúnen en torno a la habitación en miniatura que incluye una cama, una mesita, una cocina y sus respectivas ollas. Una niña revuelve en una fuente un preparado sabroso e invisible sobre una hornalla sin gas que encendió tal como algún adulto o adulta hace en casa. Hay osos alrededor que, como hijos obedientes, aceptan alimentar su panza de peluche. La ‘seño’ observa conforme, cada cosa está en ‘su lugar’.
Durante la infancia, el campo del juego resulta tierra fértil para erigirse y hacer de cuenta que todo está bien. Todo, si no se da un paso por fuera de lo permitido: delantales, agujas de coser y muñecas para ellas; balones, imitaciones de armas y superhéroes musculosos para ellos.
Para la consultora de comunicación Ana Correa, la realidad bajo las luces de neón en las jugueterías se puso en evidencia cuando, después de Felipe, llegó su hija Malena. Si bien en el jardín de infantes ya había conocido peleas entre las pequeñas a causa de las características de sus cuerpos, cuando pensó que su nena iba a ser parte de ese mundo terminó por convencerse de que 'nada refleja a la mujer real'. Entonces, había que hacerlo: se asoció con la diseñadora Paola Flores y la abogada especialista en derechos humanos Jessica Lipinszki para crear El Mundo de Juana, una línea de juguetes de tela que representan identidades disímiles como se encuentran en la convivencia cotidiana.
'Había una única oferta, las estanterías estaban colmadas de muñecas hiperdelgadas, que se maquillaban o eran amas de casa, como si la revolución industrial nunca hubiese llegado' al planeta de la fantasía, bromeó. Las características de las personas en miniatura 'no expresaban la mínima diversidad', sino que la producción en cadena repetía a chicas rubias, de ojos claros y con siluetas ajustadas a las revistas de moda.
Activas, decididas, alegres e inteligentes son calificativos asignados a las réplicas femeninas que se venden en caja y legitimadas como meta para las de carne y hueso, también reducidas al estamento de objeto. Eso entendió el trío que elaboró sus 'juguetes con valores' cuando decidió que Juana, rellena con vellón, prefiriera el rojo y el violeta al rosa, y tuviera cabellos castaños algo ondulados, acomodados en dos colitas. Su compañera inseparable Mía es 'rellenita' y su amigo Miguel usa anteojos.
Carola es su mamá, que puede ser periodista, folklorista o veterinaria, según decida su portadora o portador, y, para horror de Ruth Handler  -la creadora de Barbie- tiene una hija nacida de una pareja anterior. Ambas son de tez morena, porque las raíces originarias de América Latina se reivindican en la piel. El papá de la 'familia ensamblada' es Francisco, un hombre de barba y cejas pronunciadas que puede aparecer con atuendo de chef, rockero o un sujeto 'conectado' a la web a través de su computadora portátil. 

La rueca mágica

Un llavero es, frente a los ojos de un bebé de meses, un desafío a explorar que suena y brilla. Un guante plegado en torno al dedo gordo puede ser un hombrecito con sombrero y la personalidad que se le antoje a quien le da movimiento. Hasta una habitación vacía es el escenario propicio para fabricar seres amistosos que conversan y se ríen. Si cualquier objeto puede cobrar vida, ¿por qué coartar el arco iris recreativo con ofertas lúdicas únicas, que tienden a convertirse en las deseadas por el público infantil merced a los artificios publicitarios?
En la realidad cotidiana, hay mujeres que, por elección o adaptación, son madres que dividen el tiempo entre su empleo y la atención a sus niños. Pero ni siquiera hay rasgos de esa distribución de las horas en los paquetes, ni de familias conformadas por personas del mismo género o monoparentales, aunque 'los juguetes sirven para ensayar roles' que, con los años, se llevarán a la práctica, recalcó Beatriz Caba, presidenta de la Asociación Internacional por el Dercho del Niño a Jugar (IPA).
Esos vehículos de la imaginación 'no tienen sexo. Las niñas pueden jugar a la pelota y los varones con las muñecas porque tal vez sean padres un día y un bebé también precisa la seguridad de los brazos de un papá. Si no se jugó ese rol, no tiene por qué sentirse la necesidad de saberlo', defendió la docente. Pero por falta de información o naturalización, los protagonistas del mundo de los chicos pueden caer en la red sexista de la asignación de los espacios.
'Los juguetes tienen una razón de ser como intermediarios de la acción, transmisores de la cultura y los valores', enfatizó la titular IPA. La ilusión se pone en movimiento y le abre la puerta a 'la socialización, la identificación, los sentimientos, la inteligencia emocional', rescató. También a la liberación del cuerpo, que debería ser para ellas una premisa desde sus primeros pasos: 'Requieren del juego motriz para desarrollar la musculatura. Tampoco podemos pensar que no tienen que usar los autitos, si nosotras manejamos', convocó.
'Una muñeca (delgada) por sí sola no equivale a que una niña será anoréxica', aclaró, categórica, Caba. 'Tiene que ver con el contexto en el que los niños juegan, lo importante es el abanico cultural que despliego para mi hijo', avanzó. Sin embargo, la rutina y la velocidad propias de las urbes o las necesidades irresueltas en las barriadas olvidadas pueden confluir contra la diversidad.

Publicado en Artemisa Noticias el 15 de abril de 2011

Andresito, o cómo contar la historia sin la mirada 'unitaria'

Un grupo de misioneros se reunió para rescatar la vida de Andrés Guazurary, un defensor de la soberanía de los pueblos de la tierra colorada en tiempos de Artigas. En vecino browniano integra ese colectivo de búsqueda. Piden que se incorpore al relato oficial la complicidad porteña sobre la devastación del norte.



Si hay un poder que interviene en el devenir popular es el de la palabra cuando es utilizada por los que tienen las armas o el dinero para convertir la historia en un relato que carga con el grillete de la hegemonía. Esa reconstrucción imparcial borró de sus pasajes la vida de Andrés Guazurary, un joven caudillo federal que, con la venia de José Gervasio de Artigas defendió la Provincia Grande de Misiones de la que la actual es sólo una porción. Un grupo de defensores de la tierra colorada se reunieron para impulsar su reconocimiento como uno de los gestores de la soberanía. Entre ellos, se encuentra un docente y periodista de Almirante Brown.
A Andresito, como lo llamaban en el pueblo sus correligionarios, lo recuerda un municipio de departamento General Belgrano que lleva su apodo y dos décadas de vida. Poco más recuerda sus luchas. “Queremos rescatarlo del olvido, del bajo fondo de la memoria”, recalcó ante LA TERCERA Eduardo Colman, el vecino que integra la cruzada, ex funcionario de su pueblo de origen y del distrito. En la elaboración de proyectos y entrevistas con responsables políticos se encuentran, mientras fortalecen el conocimiento sobre la figura en las reuniones periódicas en la Mesopotamia argentina.
-¿Qué rasgos del personaje merecen ser revalorizados?
-Su intervención en las hazañas y la lucha por la soberanía nacional. Así como (Martín Miguel de) Güemes es referente de Salta por defender las fronteras, Andrés lo es de todos los misioneros. En esto nos encontramos el historiador Daniel Larrea, Mario Mónaca, el escritor y docente de Iguazú Marcelo Moreyra, Daniel Stefani, Fausto Rizzani, Roberto Velázquez, Susana Rendón, Daniel Ricardo Roas y yo, desde Buenos Aires, junto al Centro de Residentes Misioneros (con sede en Adrogué) que hace tiempo defiende la cultura jesuítico guaranística. Pero el proyecto es todavía más ambicioso: recuperar las reliquias que están diseminadas por los museos. También en la Ciudad de Buenos Aires, como en la Manzana de las Luces, hay construcciones de manos guaraníes. Tenían su propia producción de madera, yerba mate, tabacales. Se autoabastecían. Pero ante la complicidad entre Brasil y Buenos Aires se prefirió el ataque de los Bandeirantes brasileros para perjudicar a Artigas y a Andresito.
-¿Cómo se inicia un proceso para incorporar una vida al relato sobre el pasado?
-Contando la verdadera historia, en este caso de la lucha de los guaraníes, mal llamados indios. Enfrentó a los portugueses durante años con ayuda de Artigas en su lucha por recuperar a los sietes pueblos que, como Yapeyú, pertenecen al territorio provincial. Recién mucho tiempo después tomaron la decisión de reconocer a Misiones como provincia (el proceso comenzó en 1881), cuando los guaraníes fueron asesinados, llevados como esclavos a Brasil, a casas pudientes de Corrientes y Buenos Aires. Otros tuvieron que esconderse por miedo a morir.
-¿Podría considerarse que fue un registro ‘unitario’ de esa parte de la historia y que se conserva?
-Hay muy poco conocimiento. Hay personas que dejaron lo mejor de su vida como Ramón Ayala y Vicente Cidades. Por ejemplo, nuestra tierra es chamamé pero también es el guialambao. Hoy los hijos de este lugar están escondidos por San Ignacio, Santa María, Iguazú; venden sus artesanías, son avasallados. Al momento de destierro de los jesuitas en 1767 tenían una estructura que competía con las mejores ciudades de Europa, por eso permitieron que se silenciera. En el caso de Andresito, no se cuenta que en 1801 los portugueses invadieron y lo tomaron como prisionero (en 1820) en la isla Das Cobras. Según algunos historiadores, quedó en libertad un año porque ya no era considerado peligroso sin Artigas y después habría sido envenenado o apresado, pero los restos nunca fueron ubicados. Su único monumento está en la entrada de Garupá, a 40 kilómetros de las ruinas de San Ignacio. La primera fábrica de instrumentos musicales, la primera imprenta estuvieron en Misiones y todo fue destruido con el silencio cómplice de Buenos Aires, porque el 9 de julio 1816 Argentina se declaraba independerte pero el saqueo se produjo entre 1820 y 1821 ¿Acaso no pertenecía al país?

Por Noelia Leiva

Publicado en La Tercera del 14 de abril de 2011

Muchas manos para un techo

Por Noelia Leiva

Una veintena de jóvenes de entre 18 y 30 años recorrieron el distrito este fin de semana. Pertenecían a la organización latinoamericana Un techo para mi país, que construye viviendas para personas en situación de crisis habitacional. La información recolectada en la visita servirá para elegir los sitios donde erigir casas. Fue en simultáneo con 700 personas en todo el Conurbano y Córdoba.

Como cada edificación empieza por los cimientos, la tarea solidaria de la ONG latinoamericana Un techo para mi país (Utpmp) tiene como punto de partida el reconocimiento del territorio para decidir dónde erigir “casas de emergencia” con la colaboración de los futuros propietarios. El fin de semana último visitaron 23 barrios informales en Almirante Brown de los 800 bonaerenses y de Córdoba incluidos en el “Catastro 2011”, un estudio bianual que recolecta la información necesaria para designar los próximos destinos.
Tres meses de identificación previa de manzanas habitacionalmente precarias antecedieron a la recorrida. Un mapa enorme desplegado en el patio de la Escuela 3 Bernardino Rivadavia de Burzaco, devenido en sala de reunión, organizó el distrito en áreas a visitar, a razón de un trío de sitios por día para cada pareja de encuestadores o encuestadoras. A primera hora del sábado comenzó la caminata. Cada vez que se encontraron con al menos seis hogares en situación de vulnerabilidad averiguaron si había servicios básicos, de qué modo y hace cuánto se asentaron las personas y cuántos núcleos familiares convivían tras una misma puerta, entre otras variables.
“Nosotros decimos que con esta actividad trazamos el mapa de la pobreza”, sintetizó Jazmín Lerner, directora de Detección y Asignación bonaerense de la entidad, antes de iniciar la observación contextual para definir candidatos a la construcción masiva de junio próximo, porque la de este mes está destinada a La Matanza y Quilmes.
Hombres y mujeres miraban desde las rejas de sus viviendas al equipo que llevaba las pecheras con el logo de la entidad que nunca antes había arribado a la zona. “Cuesta un poco que ellos crean en nosotros, pero después, cuando se dan cuenta de que venimos aunque llueva y llega el momento de la construcción, confían”, reconoció la joven que interviene en el movimiento “apartidario e irreligioso” desde 2008.
Como excepción, en el partido fue el Ejecutivo local -a través del militante Leonardo Berlato- el encargado de facilitar los contactos en cada área. Aunque es habitual que cada “referente” aporte los datos cuantitativos, en algunos casos decidieron consultar a los verdaderos habitantes para sumar certezas. Así sucedió en los tres perímetros próximos a El Gaucho, Burzaco, en los que LA TERCERA acompañó a la estudiante de Comunicación Social y a Fernanda Canevari, actriz y voluntaria primeriza, en los que los vecinos contaban con agua de red más luz eléctrica pero aún no con cloacas y asfalto.

Cambiar realidades


El Catastro se construye con los pies en los barrios cada dos años. Esta vez, 700 personas en el Conurbano y Córdoba rescataron la información que le servirá a Utpmp para organizar su labor en tres etapas. La primera pone en pie “casas de emergencia”, monoambientes prefabricados de madera que se sostienen sobre pilotes para aislarse de la humedad del suelo. Los destinatarios ayudan en la obra y abonan un “10 por ciento simbólico” de su costo. Si bien no se realizan las conexiones a los servicios ni se les otorga una edificación de material, los hacedores señalan que es un paliativo y un punto de partida: cuando regresan, muchos grupos vinculares pintaron, mantuvieron y hasta modificaron la vivienda. La hicieron propia.
La fase de “habilitación social” demanda que el vecindario defina sus proyectos. De allí surgen “planes de desarrollo” que incluyen talleres de oficios, espacios educativos o juegotecas para los niños y las niñas. El 60 por ciento de los recursos para implementarlos se obtiene de “fontecho”, una suerte de pozo de dinero que surge de subsidios o aportes de las empresas de gran envergadura que lo acompañan. Otro 30 se costea con donaciones que debe conseguir la barriada y el 10 restante proviene de una actividad organizada por los ciudadanos, como ferias o bingos.
En Argentina todavía no se llevó a la práctica la tercera instancia, en la que se consolidan “comunidades sustentables” con “casas definitivas”. Para Lerner, la clave de ese período es avanzar en un “proceso de compromiso y de gestación de líderes barriales”.



De menor a mayor

En 1997, un grupo de jóvenes chilenos entendió que había que intervenir en la sociedad para modificarla. La organización fue más efectiva de lo que imaginaban: como la vívida necesidad habitacional en villas y asentamientos era la misma a pesar de las fronteras nacionales, los voluntarios se multiplicaron hasta consolidarse en los 19 países latinoamericanos en los que hoy trabajan. El Banco Interamericano de Desarrollo es uno de sus acompañantes.

Publicado en La Tercera del 13 de abril de 2011