30 de mayo de 2012

“Payasol” o cómo iluminar con una sonrisa



Mañana al mediodía en todo el país los Payamédicos propondrán dibujar soles y regalarlos. Estará en las calles pero invitaron a que todos lo hagan en su entorno. Es una metáfora de la esperanza de vida que genera el trasplante a su receptor. Habrá aportes desde el Conurbano sur.

Acompañar, compartir la ternura: esas acciones son la base de la campaña “Payasol” que mañana lanzará en todo el país Payamédicos, el colectivo solidario que busca contribuir a la salud emocional de pacientes hospitalizados a través del humor. En varias esquinas habrá puestos donde se podrá dibujar y regalar soles en el Día Internacional de la Donación de Órganos y Tejidos, como metáfora de la ‘luz’ de vida que llega cuando una persona en lista de espera recibe lo que necesita para recuperarse. También invitan a que en casa, el trabajo o la escuela se repartan ‘rayitos’.
Chicos y chicas de centros sanitarios que los ‘Payas’ visitan y algunos colegios ya elaboraron sus soles para regalar. Allí donde haya clowns, habrá mesas con hojas y elementos para crear el propio y entregárselo a quien esté cerca, conocido o no. Buscar esa alternativa para concientizar sobre la donación de órganos tiene que ver con cambiar el ángulo de visión porque “suele aparecer como algo que sacude pero después se niega, se suele posicionar desde el lado del donante pero no en que uno o un hijo puede ser el receptor”, le explicó a LA TERCERA José Pellucchi, fundador y director del grupo. Acorde a la impronta que los caracteriza, buscan enfocar la fecha “desde la buena onda”.
En la región, el hospital lomense Luisa Cravenna de Gandulfo es uno de los puntos donde participan miembros y miembras de la asociación, que también brinda cursos en Wilde. Desde esas zonas viajarán los astros caseros o acaso se repartirán en el Conurbano, porque si bien apuntan a instalar la movida desde lo “macro” en algunos puntos de referencia, como la esquina porteña de Callao y Corrientes a las 12 (cuando el sol se encuentra en plenitud), también desean que cada persona lleve a su cotidianeidad la iniciativa. Cuando alguien que esté al tanto de la movida cumpla la propuesta en su entorno, si quien recibe el obsequio no la conocía “se va a ver sorprendido y se va a enterar porque le van a contar o luego va a verlo en los medios”, planteó el especialista en Psiquiatría. A través de una sonrisa se habrá aproximado a una temática comprometida.

La idea

El equipo tenía ganas de montar una actividad para acentuar la importancia de la donación pero quería encontrar un camino similar al del abordaje alegre. Fue Dominich Lescano, la niña de 10 años que en 2007 recibió un trasplante de corazón luego de estar en emergencia nacional durante 264 días, quien aportó la alternativa. “Vino con sus padres a cenar a mi casa. Aunque Domy está bien, ellos siguen trabajando para que a otras personas no les pase lo mismo. Queríamos referirnos al ‘traspaso’ pero sin que fuera literal, entonces surgió lo del dibujo. No nos gustaba que fueran corazones porque no nos remitimos sólo al trasplante cardíaco, así que a ella se le ocurrió que fueran solcitos los que regalásemos”, describió Pellucchi. Entonces se hizo el diseño modelo que se incluyó en los afiches de la campaña y se multiplicó en hospitales, redes sociales y medios de comunicación.

Para sumarse o informarse: www.payamedicos.org

Por Noelia Leiva

24 de mayo de 2012

Caso Fátima Catán: apartaron al fiscal que creía que Santillán fue 'testigo' del femicidio


Por Noelia Leiva



Para el juez, Martín Santillán es sospechoso de haber quemado y causado la muerte de su pareja, una joven de 26 años que estaba embarazada. Pero el ex representante de la UFI insistía en que fuera testigo. Un nuevo representante se sumó a la causa y llevó esperanzas a la familia de que “se trabaje como se debe”.

“Hizo un año y ocho meses que Fátima falleció y el lobo sigue suelto”, definió Elsa Geréz, mamá de la joven Catán que murió en agosto de 2010 al ser quemada por su compañero Martín Santillán, según se investiga. La incorporación de un nuevo fiscal a la causa le dio esperanzas a la mujer de que “se actúe como corresponde” ya que el anterior, Ramiro Varangot, había contradicho la decisión del juez Luis Vitale de imputar a la ex pareja de la chica, que estaba embarazada.Gerardo Loureyro es el representante de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lomas de Zamora que asumió el rol luego de que un fallo de la Sala II de la Cámara de Apelaciones avalara que Santillán dejara de ser testigo para pasar a ser investigado como responsable de haber incinerado a su novia en su casa de Villa Fiorito, a lo que su antecesor se negaba. La familia de la víctima había cuestionado en reiteradas ocasiones el desempeño de ese funcionario judicial, que omitió las pruebas aportadas para citar a indagatoria al hombre que trabaja en Ezeiza. Finalmente la causa fue caratulada como “homicidio en contexto de violencia familiar”, aunque en sentido estricto se trató un femicidio (todavía no incluido como figura penal), es decir la muerte de una mujer por su identidad de género.
Hoy Geréz se reunirá con el nuevo miembro para “saber  cómo va a trabajar y que conozca” a su familia, le explicó la vecina a LA TERCERA¸ que homenajeó a su hija el pasado domingo 13 en la plazoleta lomense que lleva su nombre porque hubiese cumplido 26 años. “Se llevó las cosas de ella, nunca me entregó nada. Sus hermanos limpiaron la escena del hecho. No sé quién se cree que es. Un año y ocho meses es mucho tiempo. No tengo vida, no tengo trabajo y extraño a mi hija que no va a volver”, enfatizó. En la búsqueda del esclarecimiento, Elsa se convirtió en uno de los emblemas de la lucha contra la violencia de género.
“Fátima no está en cuerpo con nosotros pero sí en cada corazón nuestro. Voy a seguir hasta poner en una jaula a ese león que me comió a mi hija, aunque la herida jamás se va a cerrar. No quiero que haya más quemados ni quemadas”, resaltó.

De testigo a imputado

Recién en enero de este año Santillán dejó de ser el único testigo del femicidio de Catán para ser sospechoso, por decisión de Vitale. Según el fallo que también marcó el cambio de carátula, se expusieron cuatro versiones, desprendidas de los testimonios recolectados: “que se frotó el cuerpo con alcohol, que se encontraba fumando y había una botella de alcohol, que se autoinfringió la quemaduras y que era integrante de una relación violenta con su pareja.” Sin embargo, los daños de mayor profundidad se encontraban en la zona toráxica y el lado posterior de las manos de ella, “mientras que en las palmas y su cara presentan quemaduras intermedias y superficial, respectivamente”, indica el documento firmado por el juez. Es decir que el foco no se produjo en sus manos sino en áreas a las que ella no podía acceder por sus propios medios.
Además, su novio presentaba afecciones leves en ambos pulgares y se encontró un encendedor con “la válvula de regulación de gas derretida”, señala el escrito. El episodio comenzó el 18 de agosto de 2010 luego de una supuesta discusión entre ambos. La chica tenía el 85 por ciento de su cuerpo quemado cuando recibió los primeros auxilios médicos. Geréz sostuvo que encontró cartas donde la joven planteaba que sentía miedo de continuar en esa relación e infirió que un posible móvil del crimen pudo ser que el hombre no quería ser padre: “Nunca aceptó el embarazo, él odia a los chicos”, aseguró.

Publicado en La Tercera del 24 de mayo de 2012 http://www.diariolatercera.com.ar/detalle.php?articulo=Apartaron-al-fiscal-que-hab%EDa-rechazado-imputar-al-novio-de-F%E1tima-Cat%E1n&tipo=1&documento=10145&sistema=diarios

17 de mayo de 2012

Muerte digna: otra forma de ‘honrar la vida’


Por Noelia Leiva

Que los pacientes que conviven con enfermedades terminales o sus familiares tengan la potestad de decidir cuándo finalizar la agonía es lo que avala la flamante ley que el Senado aprobó la semana pasada. Devuelve el derecho a que cada persona tome determinaciones sobre su propio cuerpo, un derecho central. Acerca de priorizar la dignidad humana por encima de la permanencia “a toda costa”.

“No es lo mismo que vivir/ honrar la vida”, define una conocida pieza del cancionero popular. La discusión sobre qué es vivir y morir dignamente volvió a escena con la flamante ley que modificó la norma sobre Derechos del Paciente, en un contexto cultural para el que ‘permanecer’ es una premisa central. Las familias que bregaron durante años por la iniciativa ya se habían dado ese debate y vieron restituirse una prerrogativa humanitaria: que cada persona que convive con una enfermedad terminal decida si continuar o renunciar a los tratamientos o soportes artificiales que prolonguen su agonía. Es decir, fijar el límite propio entre la plenitud vital y el “encarnizamiento” terapéutico.
Entre los preceptos del imaginario colectivo aceptados como prioritarios podría señalarse el de ‘decidir sobre el propio cuerpo’. Sin embargo, hay otro que es entendido incluso como superior, tanto que su magnitud generaba trabas a la hora de aplicar esa idea a casos irreversibles por patologías o lesiones incurables: “Nuestra cultura tiende muchas veces a defender la vida a cualquier costo. Esta ley permite elegir si se prefiere terminar sus días en la cama de un hospital o una clínica o en su casa, por ejemplo; dar calidad de vida por encima de prolongarla” en situaciones extremas, le explicó a LA TERCERA Adrián Trezza, referente del Servicio de Salud Mental del hospital Luisa Cravenna de Gandulfo, de Lomas de Zamora.
La aprobación por unanimidad de la iniciativa en el Senado el miércoles último le dio estado legal a la propuesta, lo que implicará que los profesionales puedan acceder al pedido de los pacientes sin ser penados. “Es un escalón más en la afirmación del trabajo interdisciplinario y con los familiares. Todo lo que se aparte del puro abordaje biológico avanza hacia la humanización de las prácticas”, recalcó el especialista.
En concreto, el artículo 1 de la nueva ley determina que “el paciente tiene derecho a aceptar o rechazar terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar posteriormente su manifestación de la voluntad”, a menos que se deba a intervenciones “para el adecuado control y alivio del sufrimiento”. Implica tanto la interrupción de tratamientos que sostengan la vida ‘artificialmente’ como desechar la hidratación y la alimentación asistida. En caso de que el sujeto no tenga conciencia de sus actos, la potestad queda, en orden de prioridad, en manos de su cónyuge o concubino (con más de tres años de convivencia), sus hijos mayores de 18 años, sus padres, sus hermanos adultos, sus abuelos o cualquier pariente consanguíneo o por afinidad.

“Eso de durar y transcurrir…”

Aferrarse a una vida y caer en la posibilidad de afectar su dignidad por evitar el inexorable paso de la muerte, puede obligar al paciente al sufrimiento o, al menos, el “encarnizamiento terapéutico”. Así lo entendieron algunas vecinas cuyos casos fueron inspiradores de la ley. La quilmeña Susana Bustamante llegó a los medios con el video en el que su hija, Melina González (18) pedía ser desconectada de los implementos técnicos que mantenían sus funciones vitales. “Cuando se dio cuenta de que podía quedar conectada de por vida a un respirador artificial, me planteó que durar no es lo mismo que vivir y que se debía primar la calidad de vida de las personas”, transmitió la mujer a la prensa regional cuando inició su lucha. La joven falleció un año después, en diciembre de 2011, mientras esperaba llevar a la práctica la decisión de renunciar al padecimiento.
En Ezeiza, a la docente Selva Herbon le tocó ser una de las exponentes públicas del pedido de respeto para su hija de tres años, que nació sin signos vitales y fue reanimada, pero desde entonces se encuentra en estado ‘vegetativo’. Desde que visibilizó su situación, definió que iría por “la posibilidad de retiro del suporte vital en los casos de agonía terminal o estado irreversible”, según le explicó a este medio. Por eso asesoró a legisladores hasta que la semana pasada vio como todas las manos se levantaban a favor de su pedido.
A juzgar por la entereza de ambas madres, las experiencias más complejas aportan enseñanzas. Pero hasta llegar a una postura clara sobre una instancia tan compleja, hubo mucho que pensar y sentir. “Perder un ser querido por un problema de salud es una circunstancia de la vida y quien lo padece necesariamente va a encarar en algún momento un trabajo de duelo para seguir. En algunos casos se inicia cuando la enfermedad avanzó a un punto sin retorno y, para otros, hay una negación sistemática que impide dejarlo ir”, describió Trezza. Nuevamente es en ese estadío que el acompañamiento interdisciplinario cobra importancia.
Y también la “valoración del mundo” que tengan el paciente o sus familiares, porque en función de ella se plantarán frente a lo que les toca atravesar. Será allí donde cada quién decidirá qué es, como dice la canción, “honrar la vida”. Y la ley deberá ampararlo.

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“Tengo muy en claro lo que quiero: lo mejor para mi hija”


El de Selva Herbón es uno de los nombres que se repitieron cada vez que había que explicar por qué era fundamental aprobar la flamante ley que autoriza la muerte digna, para evitar el encarnizamiento terapéutico en casos irreversibles. La docente ezeizense es mamá de Camila, una nena que vive en “estado vegetativo permanente”. “Quiero que se termine el calvario que padece, dejarla partir en paz”, le relató a LA TERCERA.
-¿Qué significa para usted la 'muerte digna'?
-Entiendo que es el derecho del paciente a morir dignamente, sin el empleo de medios desproporcionados y extraordinarios para el mantenimiento de la vida. En este sentido, se deberá procurar que ante enfermedades incurables y terminales se actúe con tratamientos paliativos para evitar sufrimientos y recurrir a medidas razonables hasta que el fallecimiento acontezca de manera natural.
-¿Recuerda cuándo comenzaron a conversar sobre esa posibilidad en su familia? ¿Cómo fue?
-Fue después del primer año de Cami, cuando la obra social me pide trasladarla del Alcla al Centro Gallego. Ahí me dieron el diagnóstico, por primera vez, de Estado Vegetativo Permanente e irreversible. Entonces comprendí que no quería esa situación para ella ni para nosotros. Allí empecé a interiorizarme sobre la muerte digna, a leer y aprender.
-¿Cómo se prepara usted para llevar a la práctica la decisión que tomaron sobre Camila, ahora que la ley lo avala?
- Yo tengo muy en claro lo que quiero:¡lo mejor para mi hija! Que se termine el calvario que padece por el encarnizamiento terapéutico, dejarla partir en paz. En eso no hay conflicto. Ya está meditado, hablado y decidido por toda mi familia.
-¿Les haría bien al grupo de allegados que haya servicios de contención durante el proceso?
-Está contemplado en el capítulo 1, artículo 2, que indica que “el paciente tiene el derecho a que los agentes del sistema de salud intervinientes le otorguen un trato digno, con respeto a sus convicciones personales y morales, principalmente las relacionadas con sus condiciones socioculturales, de género, de pudor y a su intimidad, cualquiera sea el padecimiento que presente, y se haga extensivo a los familiares o acompañantes”.
-¿Cree que la ley recibirá críticas desde algunos sectores médicos o religiosos?
-Hay sectores minoritarios de la Iglesia Católica que por desinformación plantean algunas quejas, pero cuento con el aval de las máximas autoridades eclesiásticas en la Argentina. Los sectores médicos en algunos casos pueden llegar a resistirse a estos cambios, debido a la gran participación y relevancia que toman los derechos del paciente, pero la gran mayoría esta de acuerdo. Ahora debemos continuar el camino de la difusión y comprensión de los alcances de la norma, una vez que entre en vigencia.

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Otra conquista: Ley de la identidad de género

La última sesión del Senado también escuchó un pedido por el respeto a los derechos personalísimos que tiene años y ejemplos de lucha: la norma que entiende que cada persona es única y suficiente fuente para determinar cuál es su identidad de género, por lo que no debe intervenir una autoridad judicial para determinar la viabilidad de una intervención de resignación genital o el otorgamiento de un nombre y un documento que refleje la verdadera construcción que cada sujeto o sujeta hace de sí.
La norma, que todavía debe ser promulgada, sienta precedente al darle valor normativo al echar por tierra la mirada biologicista del ‘sexo’ que entiende que alguien puede ser varón o mujer en función de cuál es el aparato sexual con el que llegó al mundo. Ahora, “se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”, indica el artículo 2 del texto.

Publicado en Diario La Tercera