16 de febrero de 2012

Crees: las paredes ladran




Por Noelia Leiva

Un perro de colores mira con ojos enormes desde los graffitis del centro montegrandense. Está cargado de expresión, tiene un mensaje para contar. Es su misión y por eso cada vez más personas buscan sus nuevas historias en la calle. LA TERCERA conversó con su autor sobre el “amor” a la ciudad” y la decisión de que su arte reemplace a su nombre, resguardado en el anonimato.

Los ojos saltones miran, increpan, seducen. Un hocico prominente todo lo huele. La información de los aromas de la ciudad se transforma en materia expresiva en las fauces del perro que está allí, sobre los ladrillos, a la espera de captar ojos que quieran leer sus conclusiones urbanas. Crees es el hombre, o acaso el perro, o acaso un conjunto de personas o de historias para ser contadas. Es el arte de la calle que sabe de humor y de ironía, y que busca colores y personajes para narrar. LA TERCERA conversó con el autor de ese ser que vive en los graffitis ya clásicos de Monte Grande sobre la creación en el espacio público y el cariño a la ciudad.
En el anonimato que el autor de la criatura eligió conservar, una serie de definiciones del trabajo descubren a vecinos con impronta joven pero con un discurso respetuoso del patrimonio del pueblo. “Cuando transito este amado lugar, se me vienen las ideas solas. Casi siempre lo que las desata es algo que me llama la atención, como la actitud de alguien o algún objeto”, describió el artista. Acerca de cómo un estilo propio se instaló como guiño a un amplio sector de la población, que sabe que ese can que ladra desde la pared canta la justa.
-¿Cómo definirías a Crees?
-Crees es una persona a la cual le gusta seguir sus ideas y hacer lo que le gusta.
Es el esfuerzo por superarse constantemente y tratar de hacer de su ciudad un lugar con algo especial. Cambiar un poco la monotonía de las calles, hacer pensar a la gente o simplemente sacarle una sonrisa en una mañana fría, una tarde calurosa o una noche estrellada.
-¿Cuándo y cómo surgió la propuesta?
-Todo empezó un verano en nuestro amado Monte Grande, donde nacimos y vivimos.
La idea desde un principio fue traer a la ciudad a un “amigo fiel”, aquel que está tanto en las buenas como en las malas, que adorna y decora los espacios urbanos. Ese mismo que sugiere ideas tan creativas, tan extrañas que lo hacen especial y mágico. Siempre quisimos que transmitiera una chispa de algo diferente por medio de colores y formas.
-Los graffitis pintan al perro que los protagoniza con una identidad propia ¿Hay un trabajo previo sobre esas cualidades a la hora de plasmarlo en las paredes?
-Sí, por supuesto. Cada personaje tiene su forma de pensar, sus cualidades y defectos. Cada vez que invento uno, anoto y selecciono sus inclinaciones, ya que a la hora de proponer un tema a pintar sólo me queda adaptar a cada uno en la situación a la que sus inclinaciones lo llevarían. Tengo que sentir y pensar como el personaje.
-¿Qué significa para vos la posibilidad de dejar tus dibujos en la calle?
-Sin dudarlo, es una parte muy importante de mi vida. Significa estar ahí, en contacto con todos y con uno mismo a la vez.
-¿Es una forma de comunicación?
-Por supuesto que lo es, ya que se actúa en un espacio público, lo que hace que la gente tenga una libre interpretación de la obra.
-¿También es una manera de hacer arte?
-Desde ya. Lo que hago se puede denominar street art, pero sin dejar de hacer lo que siento y pienso, siempre con una estética y un estilo propio.
-¿Por qué decidiste que tu labor sea anónima?
-Pienso que es lo mejor para centrarse en lo que se hace y no en quién lo lleva a cabo. No me parece que modifique algo el saber el nombre del autor. Simplemente quiero que todos abran su corazón hacia lo que hago y dejen volcar su imaginación en el soporte que les brindo. Ahí es donde van a encontrar realmente el significado y la forma que está detrás de todo esto. A fin de cuentas, son ustedes mismos los que le dan realmente vida a estas “criaturas”.
-¿Pero hay algo de tu ‘vida cotidiana’ que tenga que ver con el diseño o la imagen?
-Primero, no puedo decir que Crees soy yo solo, en cuanto a que tengo muchos amigos incondicionales que me acompañan y aportan todo lo que pueden para enriquecer las ideas. En el día a día, no estamos lejos de esto mismo: nos dedicamos a hacer lo que siempre quisimos, luchamos por nuestros proyectos con el corazón y no nos pensamos rendir.

Canto a Monte Grande


-¿Cómo te organizás para seleccionar el lugar a pintar, el dibujo determinado y realizar la obra?
-Sentado en la plaza, viajando en colectivo, caminando por las veredas… Cuando transito el amado Monte Grande se me vienen las ideas solas. Casi siempre lo que las desata es algo que me llama la atención, como la actitud de alguien, algún objeto o algo del entorno en el que estoy. En los mismos viajes y paseos las ideas y dibujos se acomodan solos en las paredes. Luego, compro lo que necesito y manos a la obra.
-Tus creaciones son cada vez más reconocidas por las personas de la zona ¿Qué te genera eso?
-Me encanta que lo sean y que la gente aprecie el trabajo que llevan. Actúo mayormente en mi ciudad porque es muy emblemática para mí y para la gente de mi alrededor. Amo hacer lo que hago en el lugar que amo. Me siento muy satisfecho por lo conseguido y sus resultados, pero obviamente que vamos por más y esperamos poder representar a Monte Grande por muchos otros lugares.
-Entonces hay un intento de trascender lo local, a través de los
stickers, por ejemplo (NR: los dejan como marca registrada en los espacios del país que visitan y luego publican las fotos en su Facebook).

-Siempre se trata de la identidad. Los stickers surgieron a partir de la idea de representar a la ciudad en todos los lugares por donde vamos, como si fuera su huella, su grito de pertenencia. Tengo un versito que define el sentido de estas acciones: “Estoy aquí, pero preferí mi Monte Grande y volví”.

*
El artista y su técnica

Por vocación, no se sabe más que rumores de la mano que guía los aerosoles. Se dice que es un joven que ‘viste de ancho’, al estilo del hip hop que también asume, como él, el lenguaje de la calle. Que conoció en 2004 la técnica que ahora aplica a partir de fotos que le envió un amigo desde España y nunca más se despegó de la actividad. Pero nadie asegura nada, menos el autor y sus secuaces.
Su forma de ser se plasma en la calle: street art, graffities y stenciles se combinan como armas creativas para encontrar en recovecos y paredones el escenario donde contar. Se ocupó de pedir “basura cero” para su localidad y de desestructurar la Navidad con perritos de barba blanca pegados en los postes. En la pandilla también hay lápices, una gata, pájaros casi circulares, árboles que miran: historias que babean sus ganas de multiplicarse.


Más sobre Crees:
www.crees.com.ar
Facebook: Crees Monte Grande


Publicado en el diario La Tercera del 16 de febrero de 2012
http://www.diariolatercera.com.ar/detalle.php?articulo=Crees:-las-paredes-ladran&tipo=1&documento=9520&sistema=diarios