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20 de diciembre de 2013

Otro femicidio: mataron a la hija de una Mariposa de Villa París

Por Noelia Leiva. La joven residía en Morón pero se había criado en Glew, donde viven su mamá y otros familiares. Había alertado que su pareja quería matarla, cosa que finalmente hizo: apareció descuartizada. Está detenido porque confesó su responsabilidad. Su madre era parte de la organización territorial que lucha contra la violencia de género.


Una mujer es asesinada en el país cada 36 horas. La mayoría de los responsables son hombres con los que tienen o tuvieron alguna relación sentimental. Gabriela Consme es uno de los nombres detrás de la estadística: fue hallada muerta en el distrito bonaerense de Morón y por su femicidio detuvieron a su novio, Walter Santiago Marker. La joven era hija de una de las integrantes de Las Mariposas de Villa París, de Glew, que trabaja en la defensa de la equidad entre los géneros y que asumió la lucha para reclamar prisión perpetua para el responsable y el fin de la violencia hacia las mujeres.
El martes último el hermano de la joven dio aviso a la Policía por su desaparición. Su mamá estaba recién llegada de San Juan, porque con mucho esfuerzo había viajado Encuentro Nacional de las Mujeres. Cuando allanaron el domicilio del hombre, con quien la chica salía hacía poco tiempo, encontraron ropa y el celular de ella. Hasta que él confesó su culpabilidad.
Recién el jueves pudieron dar con el cuerpo de Consme, de 24 años, y constatar lo peor: estaba descuartizada, en una bolsa. Por la atrocidad de la violencia, la fiscal Adriana Suárez Corripio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 del Departamento Judicial Morón, le aseguró a los allegados que “pedirá prisión perpetua”, transmitió Myriam Machaca, referente del colectivo feminista de Glew. Al cierre de esta edición, Marker (las mujeres dudan de que el que dio sea su nombre real) se encontraba detenido.
En el allanamiento, encontraron una cámara de fotos donde había imágenes de una ex pareja, también desaparecida. “Como sabemos que va a tener algún defensor que va a apelar (el requerimiento de cárcel por 35 años) es necesario que ese dato sea tenido en cuenta por algún abogado o abogada” que defienda a otra víctima más de la violencia sexista. La representación ante la ley es otro problema: como el entorno de la mujer carece de recursos para costear un patrocinante, esperan que algún profesional se solidarice y oriente en la causa.
“El domingo (por el 24) se encontró con él y luego le mando un mensaje a su hermano donde le decía que estaba con miedo porque él la quería matar. No se supo más nada, hasta que la encontraron descuartizada”, describió la militante, en diálogo con LA TERCERA.
El dolor caló hondo en Glew, donde la muchacha se crió. Por eso, quieren que el sepelio se realice en el distrito y no en el Oeste del Conurbano, donde residía con una de sus hijas, de 3. La otra, de 7, vive con su abuela, una de Las Mariposas. Como el domicilio de la joven está radicado en Morón, Almirante Brown “no se hace cargo”, señaló Machaca, mientras aguardaba la confirmación para que la madre de la chica fuera a reconocer el cuerpo.
Para ellas, fue un golpe en doble sentido: por la pérdida de una persona cercana y por la causa de esa muerte, que reafirma que todavía hace falta pelear contra la opresión patriarcal.

La lucha debe continuar

El jueves último se realizó un festival en la plaza Victorio Grigera de Lomas de Zamora donde se repudiaba la violencia hacia niñas, adolescentes y adultas, luego de que dos familias denunciaran que sus hijas habían sido abusadas en una fiesta privada. Ese mismo día, Las Mariposas supieron que Gabriela, a quien buscaban hacía dos días, estaba muerta. Como el colectivo de Glew era parte de la convocatoria, los vecinos y las vecinas que concurrieron a la actividad se enteraron allí del nuevo femicidio.
Fue la confirmación de que se debe enfatizar en la defensa de los derechos de las mujeres, ayer el grupo browniano llevó una bandera negra en señal de luto a la Muestra de Organizaciones Culturales y Comunitarias (Mocca). Ni bien confirmen que Gabriela podrá ser sepultada en Brown, como desea su familia, prometió convocar a sus pares feministas para aunarse en el repudio contra la violencia machista, que lastima, anula y mata.

Publicado en La Tercera http://www.diariolatercera.com.ar/0/vnc/nota.vnc?id=6791

"La actitud del Ministerio de Salud es contraria a derecho"


Por Noelia Leiva. Lo consideró Perla Prigoshin, presidenta de la comisión que elabora sanciones hacia la violencia de género. Se refiere a la cartera porteña que determina que los médicos deben denunciar si sospecha que una paciente se practicó un aborto. No tratar la interrupción del embarazo en el Congreso es un caso de maltrato "institucional".


Un fallo de la Corte Suprema de 2010 deja en claro que los derechos personalísimos, que hacen a la dignidad e intimidad, deben protegerse incluso si por ello no se denuncia un delito. En contra de ese paradigma y del secreto profesional, tres médicas del hospital porteño Juan Fernández maltrataron y denunciaron a una mujer que llevaba un aborto en curso y solicitó asistencia. El caso, por el que hoy el movimiento antipatriarcal realizará un escarche en la institución, deja en evidencia cómo se denuestan a las ciudadanas: la prohibición de que decidan si parir o no y la agresión en los ámbitos dedicados a la atención ginecológica y obstetricia. Para Perla Prigoshin, abogada y presidenta de la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género (Consavig), la actitud manifiesta que "la ideología persecutoria está por encima de los derechos de las mujeres".
En junio, una joven de menos de 30 años ingresó al centro médico para solicitar la ayuda de especialistas. Las médicas Julieta Andrea Wainfeld y Virginia Driedrich le "hicieron comentarios inapropiados, la culparon de lo sucedido y le manifestaron que le indicarían menor dosis de analgésico para que sienta lo que hizo", transmitió un comunicado que emitió la Comisión para repudiar la actitud. Tras el cambio de guardia, la colega Rosana Buffa llamó a la fuerza de seguridad para denunciarla y volver a someterla a la humillación, mientras su salud se ponía en riesgo porque habían pasado "menos de 24 horas" desde la intervención quirúrgica que había atravesado. La justificación fue que la Dirección Legal y Técnica del Ministerio sanitario capitalino determina que los profesionales tienen que notificar a la Policía cuando suponen encontrarse frente a maniobras abortivas.
-¿Existe algún marco legal que ampare esta disposición del Gobierno que conduce Mauricio Macri?
Desde la Consavig entendemos que se trata de una indicación contraria a derecho. Es una barbaridad. Se encuentra, por ejemplo, el fallo de la Corte Suprema de la Nación por el caso Baldivieso (NR: en 2010 determinó, a partir de que un médico denunciara a su paciente por consumo de clorhidrato de cocaína, que "un derecho personalísimo a una esfera de intimidad, en cualquiera de sus fundamentaciones, supera al interés social en la aplicación de una pena"). Con toda claridad se establece después de él que el hecho de que una mujer recurra a un espacio hospitalario demandando ayuda por un aborto no puede ser utilizado como un elemento para denunciar. Con este fallo y la existencia del secreto profesional (cuya violación es un delito tipificado en el Código Penal), lo que indica el Ministerio de Salud es una falta de respeto a lo dispuesto por la Corte y una conducta que muestra a las claras que tiene una ideología persecutoria, por encima de los derechos de las mujeres.
-¿Hay elementos que respalden la actitud de las profesionales en tanto trabajadoras de un sistema con reglas a cumplir?
De ningún modo se puede justificarlas. Vamos a terminar con la obediencia debida de la dictadura. No quiero sonar irrespetuosa con el sufrimiento de quienes atravesaron la tortura y la desaparición pero, si la orden que te dan es ilícita, te podés revelar. No todo da lo mismo. Podemos decir que estaba el empleo en juego, pero qué tal si pensamos que la ética, que tanto se pregona últimamente, está por encima.
-¿Entonces hay elementos para iniciar acciones legales contra esa medida?
Podría hacerse una denuncia ante los tribunales en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad para que de algún modo obliguen al Ministerio a retirar esa disposición. De ahí a la sanción hay una larga distancia.
-La paciente atravesó el maltrato por no haber contado con un espacio de salud seguro y público donde practicarse un aborto ¿Cuál es su mirada al respecto?
En una audiencia en la Cámara de Diputados fui invitada y definí que el no tratamiento de la despenalización del aborto, por lo menos, se configura como un hecho de violencia institucional contra las mujeres. Desde lo individual, estoy absolutamente de acuerdo no sólo con lograr que se despenalice sino que se legalice. Es una ocupación del Poder Legislativo que ya debería asumir.
- A partir de su labor en la erradicación de la violencia de género ¿cómo explica que haya sido una mujer la que denuncie a otra y de esta manera vulnere sus derechos?
Las personeras del patriarcado somos las mujeres. En esta dura asignación de roles, somos quienes criamos a los hijos e hijas, le indicamos conductas: "no seas maricón, devolvele la trompada" o le decimos a una nena "dale un vaso de agua a tu hermano ¿no ves que tiene sed?". Se nos inculca el servir. En estos casos no hablamos por nuestra boca, somos habladas por el discurso del dominador. Muchas festejan los chistes machistas que critican a las suegras o compiten con las amigas, porque en el fondo está el cuento de la Cenicienta, en el que se contrapone a la madrastra y las hermanastra, que son las enemigas, y hace falta el beso del príncipe para convertirse en mujer. Son patrones difíciles de erradicar. No me asombra lo que hicieron, pero me duele.
-A partir de la difusión del caso se puso sobre el tapete la violencia obstétrica, que atraviesan muchas mujeres cuando hacen consultas a ginecólogos u obstetras o cuando van a dar a luz ¿Cómo se puede erradicarla?
Trabajamos en una subcomisión sobre esta temática y dimos bastantes pasos. Promovemos acciones preventivas y sancionatorias de dos tipos: capacitaciones a quienes incurrieron en este tipo de violencia para sensibilizarlos y la incorporación del ítem como causal de sumario administrativo. Además, trabajamos en la redacción de una encuesta para conceptualizar lo mejor posible cómo se configura, ya que tiene puntos de contacto con la mala praxis y tortura: si a una mujer le realizan un legrado sin anestesia, no estamos frente a un hecho de violencia nada más sino frente a un acto de tortura.
-¿Cómo se dará a conocer esa encuesta?
La empezamos a hacer circular en charlas con efectores de salud. Después serán interpretadas y las pondremos a disposición de la comunidad. Otra acción es reunirnos y articular con el Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (Inadi), la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Superintendencia de Servicios de Salud para dar curso a unas cartas de denuncia que pusimos a disposición de las mujeres para que puedan dejar una constancia cuando atraviesan estas situaciones de violencia.
-Pero para decirlo ¿hay que desnaturalizar el dolor?
Está claramente naturalizado el dolor y el padecimiento en el momento del parto (o de su interrupción, por los motivos que hasta el momento son no punibles). Desde ya que parir sin violencia no significa hacerlo sin contracciones, pero sí que puede trabajarse y gestionarse en un ámbito amigable y respetuoso. En el caso de que duela tanto que sea intolerable, puede usarse la anestesia indicada por el médico. Nadie tiene que atravesar por lo que no puede.

Publicada en Marcha Noticias http://www.marcha.org.ar/1/index.php/nacionales/92-generos/4665-hospital-fernandez-la-actitud-del-ministerio-de-salud-es-contraria-a-derecho

29 de julio de 2013

Justicia por Susana: otro femicidio expone la gravedad de la violencia

Por Noelia Leiva

La vecina de Temperley que había desaparecido el viernes último fue encontrada muerta en el pozo ciego de su casa. Su esposo es el principal sospechoso y está detenido. Su asesinato resaltó la necesidad de erradicar el machismo en las relaciones. Cada día y medio, una mujer se convierte en víctima fatal del patriarcado.
                   Familiares y vecinos aportan datos a la Policía (Foto: Leandro Mac Garva).

Cada 35 horas, una mujer es asesinada en Argentina. Detrás de las estadísticas hay identidades e historias diferentes, pero con un factor unificador: una sociedad machista que naturaliza que ellas pueden manipularse, usarse, dañarse y hasta desecharse cuando el varón lo decida. Esta vez, Susana Leiva es el nombre detrás de la cifra. El femicidio de la vecina de Temperley que había desaparecido el viernes último reafirmó que la violencia de género puede terminar en el extremo del asesinato si es callada.
Hasta ayer, se creía que ella, de 38 años y mamá de dos nenes, había salido como todas las mañanas desde la localidad lomense hasta el barrio porteño de Recoleta, donde trabajaba como empleada doméstica. Pero un allanamiento policial echó por tierra esa idea, cuando halló su cuerpo en el pozo ciego de su casa, en Blanco Escalada 250. Su esposo, Alberto Ponce, es señalado como el principal sospechoso y fue detenido, a partir de las investigaciones del fiscal Héctor Toneguzzo.
Según le explicó a la prensa una de las hermanas de la víctima, Angelina, el entorno del hombre “sabía de los maltratos” que él le propinaba a Susana, basados en supuestos “celos”. Antes de que se encontrara el cadáver, el hombre había reconocido ante los medios que mantenía “peleas” con su compañera pero aseguró que eran “por temas solucionables” y que nunca le había pegado.
Para la familia de la mujer, sin embargo, esas actitudes del hombre y la “pasividad” con la que había participado en su búsqueda apoyaban la versión de su responsabilidad en el crimen.

Los celos, primer indicio
“Está culturalmente instalado que si alguien te cela es porque te quiere. Está permitido, avalado”, analizó Myriam Machaca, referente de la agrupación Mariposas de Villa París que trabaja sobre la equidad de los géneros. Si esa norma social no hubiese funcionado, quizás Susana o su entorno hubiesen podido detectar como factor amenazante que el hombre la increpara por su relación con otras personas.
En el fondo de las acciones está la trama patriarcal que justificaba, inconscientemente, que ese varón crea que puede decidir sobre cómo alguien se contacta con los otros: “Considerar a la mujer como un objeto genera impotencia si no logran cumplir su objetivo de controlar, con lo que llegan a provocarle la muerte”, denunció la militante ante LA TERCERA. A esos asesinatos atravesados por el machismo se los denominó “femicidio” y se los incorporó como figura penal, para que el sexismo que los impulsa sea comprendido como agravante al establecer la pena.
Para comprender el sentido del término, los movimientos que reclaman el fin de la violencia hacen hincapié en que estos fallecimientos ya no deben ser reducidos a “crímenes pasionales” o “conflictos amorosos” porque están sometidos por características culturales instaladas en las comunidades, que es la de la objetivación femenina.
Pese a que la visibilización del fenómeno es creciente, en el país muere una mujer cada 35 horas, en su mayoría en manos de hombres con los que tienen o mantuvieron una relación sentimental, según datos del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Zambrano” dirigido por la Asociación Civil La Casa del Encuentro.
En los cinco años que esa institución analiza, se registraron 1236 decesos, según informes publicados en los medios de comunicación. La cifra real puede ser aún mayor ya que no todos los casos toman conocimiento público. El año pasado hubo 255 femicidios y 24 “vinculados”, que son los de hombres, niñas o niños que se encontraron en la “línea de fuego” del agresor cuando trataba de terminar con la vida de la mujer que creía de su propiedad.

La orfandad
A la violencia que se atraviesa en un núcleo familiar cuando hay un agresor se le suma una consecuencia derivada del femicidio, en los casos en que se produce, que es la orfandad de los hijos e hijas de la pareja. A la pérdida de la mamá se le suma la del papá, tanto si está prófugo como investigado o imputado por la Justicia.
Leiva tenía dos niños, de 1 y 10 años, que están al cuidado de los abuelos, una situación que no todos los chicos tienen en estos casos extremos. Según La Casa del Encuentro, entre 2011 y 2012, unos 703 pequeños fueron “víctimas colaterales”, 460 de ellos menores de edad.
No es necesario que alguien muera. Cuando los nenes son espectadores del maltrato, aprenden a callar, muchas veces por pedido de la madre. El temor y la dificultad para explicar lo que sucede pueden generar trastornos, como “dificultad en el control de expresiones de agresión, sentimiento de indefensión e impotencia y miedo”, así como problemas “para la comunicación y el establecimiento de vínculos estrechos”, señaló un estudio realizado por la misma ONG porteña, firmado por Silvia Lommi, Norma Stola y Ada Beatriz Rico. En los aspectos cognitivos, también se generar obstáculos para lograr concentrarse.

En busca del cambio
La problemática de la violencia de género está legitimada por el machismo instalado en los medios, la escuela, la calle, la familia y el trabajo. Para el movimiento de mujeres, el cambio se logra de lo particular a lo general, porque está más cerca cada vez que alguien identifica y denuncia las agresiones, que también pueden ser psicológicas, emocionales y económicas. “Hay que erradicar el ‘no te metás’”, convocó Machaca, desde Almirante Brown.
Para la agrupación Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) de Lomas de Zamora, “es urgente y necesario que se implemente la Ley 26.485 para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en todos los Ámbitos donde desarrollan sus Relaciones Interpersonales, vigente desde 2009”. En sintonía, piden “que se le asigne mayor presupuesto al Consejo Nacional de las Mujeres, que tiene la responsabilidad de llevar adelante las políticas públicas para protegen y garantizar los derechos humanos” de las ciudadanas.

Femicidios en la región
En el Conurbano, resuena la muerte de Fátima Catán, la joven de Villa Fiorito que fue quemada por su pareja en 2010, cuyo nombre fue puesto al refugio para mujeres víctimas de violencia inaugurado recientemente en el mismo distrito donde mataron a Susana. Según el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Zambrano”, en 2012 otras 255 fueron asesinadas:
*Flavia Intruvini: su pareja la mató de un balazo en Remedios de Escalada, el 2 de enero.
*Aldana Torchelli murió tras una semana de agonía al haber sido rociada con alcohol y prendida fuego,el 21 de febrero enWilde. Su novio fue detenido.
*Melanie Costa murió acribillada por su ex marido en Banfield, el 28 de agosto. Él se suicidó.
*Claudia Moreno fue asesinada por su marido, el 15 de octubre en Banfield.
*Roxana Vallejos falleció tras agonizar porque su pareja la roció con alcohol y prendió fuego.

Publicada en La Tercera http://www.diariolatercera.com.ar/0/vnc/nota.vnc?id=4435

20 de junio de 2013

El 77% de las mujeres agredidas es víctima de su pareja

Por Noelia Leiva
Lo reveló un informe del Ministerio de Salud bonaerense. La estadística corresponde a los casos registrados en hospitales públicos entre 2011 y 2012. La mayoría son jóvenes y sufrieron violencia física. Pero hay otros casos que no llegan a ser registrados: la importancia de dar un acompañamiento interdisciplinario.
Si hay un fenómeno social que es difícil traducir en números es el de la violencia de género. Las personas que la atraviesan no siempre piden ayuda y, si consiguen hacerlo, pueden evitar radican sus denuncias ante organismos formales. Sin embargo, los casos que sí se conocen alcanzan para dimensionar el avance del machismo sobre la vida cotidiana: en los hospitales bonaerenses, casi 900 pacientes se atendieron entre 2011 y 2012 por esa causa, y la mayoría fueron mujeres. En el 77 por ciento de los casos el agresor fue un varón con el que la víctima mantenía una relación sentimental.
Así lo reveló un informe del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires que se desprendió de su Programa de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género, en el que se demostró que las mujeres de entre 15 y 39 años son las más afectadas por los comportamientos machistas, de los que los golpes, las quemaduras y el abuso sexual son los más visibles. Padres, tíos y abuelos son agresores, pero los novios, concubinos, esposos o ex parejas se apuntan como los principales agentes de la violencia, en el 77 por ciento de las consultas.
Entre 2011 y 2012 se atendieron 895 casos denunciados como daños movidos por motivos de género, según la estadística que repasó los registros de hospitales y centros de salud bonaerense. De ellos, poco más de 8 de cada 10 pacientes eran mujeres, sometidas por hombres de su entorno familiar. “Las jóvenes son las más afectadas. Con este porcentaje, observamos la incidencia de los noviazgos violentos y la mayor vulnerabilidad durante su edad fértil, ya que muchas sufren la violencia en el embarazo o cuando sus hijas o hijos son pequeños”, explicó Lidia Tundidor, coordinadora del programa del que se desprendieron las estadísticas.
Los números ayudan a entender el peligro de que un hombre crea que una muchacha es de su propiedad y que puede poseerla, marcarla, maltratarla o descartarla a su antojo. Sin embargo, hay casos que requieren de ayuda pero son difíciles de detectar: “Nos sucedió en la guardia que venían pacientes con quemaduras de cigarrillo (provocadas intencionalmente) y aseguraban que les había saltado aceite, por ejemplo. Muchas veces se atienden como accidentes domésticos, pero son producto de la violencia de género”, le explicó a LA TERCERA Angélica Barragán, jefa de Enfermería del hospital lomense Luisa Cravenna de Gandulfo.
Así como en la cotidianeidad de un vínculo agresivo es difícil resolver pedir ayuda, también la vorágine de cuadros que los profesionales reciben en las salas de emergencia “sobrepasa” a los profesionales, que -aseguran- no siempre pueden acompañar a la persona en el proceso de contar qué le sucedió y orientarla a pedir ayuda. Pero cuando esa situación se explica, también puede suceder que “van los familiares y desiste de hacer la denuncia”, por temor a que los golpes proliferen o por la promesa de que no volverán a ocurrir.
De estos casos, algunos espacios intentan tener un “sub registro”, ya que no los pueden validar como situaciones generadas por el machismo si no es “la misma paciente la que denuncia”. Por eso, apuestan a prevenir, generar grupos de mujeres que intercambian sus experiencias o articular con servicios de profesionales que pueden acompañarlas hasta hacerse lo suficientemente fuertes para tomar la decisión de alejarse del agresor, que muchas veces es el padre de sus hijos o el único sostén económico de la casa.
“Creemos que hay que trabajar de la manera más descentralizada posible. Nos parece que el hospital es un actor fundamental porque está muy ligado a la comunidad y es donde primero aparece la situación de violencia”, le había señalado a este medio Maite Sandá, directora de Derechos de las Mujeres y Equidad de Género local, cuando comenzaron a intervenir en el Gandulfo para ayudar cada vez que aparecían posibles situaciones de conflictos familiares.
“Creo que hay un avance porque esta clase de comportamientos están más expuestos y cada vez se crean más lugares donde se puede hablar sobre ellos. Antes costaba más que saliera de lo privado, mirábamos para otro lado. Si bien hay falencias en la Justicia o en los mecanismos para protegerlas, se puede intentar buscar un cambio”, entendió, a su turno, la psicopedagoga Cristina Estruch, que se desempeña en el hospital de Adrogué Lucio Meléndez.

Números que cuentan
De los casos denunciados y reunidos en el informe del ministerio bonaerense, 51adolescentes de 15 a 19 años fueron atendidas el año pasado en hospitales por haber sido violentadas por sus novios, en el 39 por ciento de los casos, o por familiares, en el 37. Cuando una chica llega a atenderse y a pedir ayuda, es clave la presencia de profesionales y de un entorno afectivo que la ayude a correrse de esa relación, porque difícilmente con los años se despoje del velo del sufrimiento.
Casi 45 de cada 100 mujeres que pidieron atención médica debieron ser llevadas directamente a la guardia, “es decir, presentaban un alto compromiso de su estado de salud”, señaló Tundidor a través del informe. El análisis también reveló que casi el 73 por ciento de las situaciones denunciadas incluyeron daños físicos, aunque
“toda violencia empieza en el plano psicológico y emocional” por lo que, “cuando se llega al hospital probablemente lleve unos 5 años de estar sometida”, señaló la funcionaria.
Cuando las que consultaban tenían entre 20 y 39 años, las tendencias fueron similares pero resultó más marcada la cantidad de víctimas de sus propias parejas o ex parejas: el 77 por ciento. Además, de cada centenar de consultas, en unas 80 se mezclaban los golpes con el vejamen psicológico, sexual, verbal y económico.
La expresión máxima del alcance del patriarcado son los femicidios, es decir, los asesinatos de mujeres por su condición de género. Según el “Observatorio Adriana Marisel Zambrano” de la Asociación La Casa del Encuentro, en el primer semestre de 2012 se produjeron 119 muertes de adultas y niñas como consecuencia de la violencia machista. Nuevamente, sólo se trata de los nombres que trascendieron en los medios de comunicación, principal base de datos de la ONG.

¿El “machismo” tiene la culpa?
Al margen de la situación penal de cada caso, en la que el agresor debe dar cuenta ante la Justicia de su responsabilidad y cesar en sus agresiones, hay un factor que subyace a cada varón en su individualidad: el patriarcado. Cada vez más nombrado en las declaraciones de mujeres que bregan por la equidad de género, se trata de un sistema cultural sostenido por las redes más profundas de la sociedad: la religión, las normas, la política, la economía, las pautas sociales.
Así como todavía genera odios que “una mujer” sea presidenta o como quien conduce la Iglesia Católica debe ser “un Papa” y no una religiosa, el poder de los hombres sostenido y defendido antaño en las guerras es una constante en las comunidades contemporáneas. En ese marco crecen los niños, a los que muchas veces se les inculca que deben saber “pegarle” a los demás para defenderse, que ser “macho” es no demostrar lo que se siente sino ir y tomarlo.
Ese trazado que se cuela en la escuela y en los medios de comunicación es la base machista de la violencia, porque naturaliza que los hombres, por el simple hecho de serlo, pueden decidir por el futuro de lo que los rodean sin más permisos que su voluntad, así se trate de otras personas. Porque, justamente, “sus” mujeres son de “su” propiedad.
El desafío radica en observar críticamente ese hilado de convenciones y animarse a aprender otra forma de relacionarse con los demás. Es decir, defender la libertad y la equidad, sin que el género al que se pertenece sea un condicionante.

Centros de Consulta

*Dirección de Derechos de las Mujeres y Equidad de Género lomense: Entre Ríos 1060, de lunes a viernes de 9 a 16, en la cabecera distrital. Se puede llamar a los teléfonos 4283-3139/3130/2701/2096/1805 y visitar el sitio w.desarrollosociallz.wordpress.com.
*Hospital Gandulfo, Lomas: Balcarce 351.
*Hospital Meléndez, Adrogué: Gorriti 859. Se puede llamar al 4294-1313o 4294-7196.


Publicado en La Tercera del 4 de Marzo de 2013 http://www.diariolatercera.com.ar/0/vnc/nota.vnc?id=1056

15 de junio de 2012

Justicia por Wanda

En situaciones como la condena a Eduardo Vázquez por el femicidio de Wanda Taddei es que llego a ideas encontradas. No concibo el sistema carcelario como uno que vele por los derechos de quienes están condenados a él que, aunque 'culpables', atravesaron historias de vida que lxs llevó a cometer hechos penados por la ley. Sin embargo, la impunidad a los que ejercen la violencia de género es un ejemplo más de la instalación histórica del machismo, por eso creo que la condena a este femicida es necesaria para que los varones entiendan que cosificar a sus compañeras y dañarlas como si fueran objeto de su propiedad está mal y se paga. Pero también estoy convencida de que la principal condena a la violencia sexista es social, se construye en el día a día -en nuestras casas y trabajos, en los espacios sobre los que tenemos injerencia - y es responsabilidad de todxs.

A continuación, una carta de la asociación La Casa del Encuentro tras el veredicto:

Por una Justicia sin vendas en los ojos

El Tribunal Oral Criminal N° 20 dictó la sentencia a Eduardo Vázquez, lo encontró culpable de homicidio agravado por el vínculo y la pena recibió un atenuante “por el estado de emoción violenta”, por lo tanto fue condenado a 18 años de prisión.
En ninguna etapa del juicio, ni siquiera desde la defensa fue utilizado el argumento del atenuante.

Según la Lic. Norma Stola, psicóloga de La Casa del Encuentro, “Cuando una persona actúa en estado de emoción violenta, entendemos que la emoción ha alterado su equilibrio psíquico en forma transitoria. El indicador más evidente del acceso emotivo es una disminución de la memoria (dismnesia) que imposibilita evocar los recuerdos del momento en que se produjo el hecho. La persona generalmente no tiene registro del modo en que se produjo el mismo.
Ahora bien, cuando el hecho pasó, cuando la persona toma conciencia del desenlace de lo sucedido aunque no pueda recordar cómo sucedieron los hechos, si no tuvo intención de dañar a otra persona, no se pregunta acaso, qué pude haber hecho?. Seré realmente culpable?, No aparecen la culpa, el dolor y el arrepentimiento? En el caso de Vázquez, nada de esto parece suceder, porque recuerda que fue un accidente, recuerda que no es culpable de lo que sucedió y recuerda que nunca estuvo en estado de emoción violenta”

Esperábamos que la justicia hablara desde sus fallos indicando claramente que este femicidio fue perpetrado en el marco de la violencia de género y desde allí sancionara. Nuevamente queda en evidencia la ideología patriacarcal y sexista de algunos fallos, este tribunal puso el acento en el atenuante para justificar el femicidio.
La justicia tiene que entender que el varón agresor dirige su violencia hacia la víctima y que no existe motivo para atenuar su accionar.

Desde la muerte de Wanda Taddei 51 (1) mujeres murieron incineradas en nuestro país, pero algunos sectores de la Justicia siguen sin entender el significado del Femicidio, y sin conocer la ley 26 485.
Esta condena, es indignante y desconoce tratados internacionales y compromisos asumidos por el Estado que condenan la violencia de género.

Según la Dra. Luciana Gagniere, abogada de La Casa del Encuentro “Esta sentencia reafirma la desigualdad en la que se encuentran las víctimas frente a sus agresores, donde quienes deben equilibrar esa diferencia dictan condenas haciendo abuso del atenuante de emoción violenta, para invisibilizar la realidad de lo ocurrido”

En este sentido coincidimos con las declaraciones del juez de la Cámara Federal y presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata, Carlos Rozanski, "cuando se juzga un femicidio es un contrasentido utilizar el atenuante de la emoción violenta".

Desde la Asociación Civil La Casa del Encuentro, pedimos la incorporación de Femicidio al Código Penal, como un tipo penal autónomo, en el cual además de visibilizar esta forma extrema de violencia contra las mujeres y ponerle nombre, se restrinja la aplicación de atenuantes contempladas para los homicidios.

Es necesario dejar bien claro que el bien jurídico a proteger es la mujer y la igualdad a una vida libre de violencia.

Señora Justicia por favor necesitamos que se saque la venda de los ojos y comience a mirar la realidad que viven millones de mujeres, niñas y niños en el mundo y también en nuestro país. Sólo pedimos justicia acorde con el delito cometido.

Por Ellas las 51 mujeres que murieron incineradas:
Wanda Taddei, Sabrina Cennamo, Lidia Valiente, Betiana Chávez, Alejandra Daniela Céspedes, Carmen, Gladys Beatriz Pereira, Fátima Guadalupe Catán, Jorgelina Inés López, Norma Rivas, Natalia Nievas, Andrea Oyarzo, Silvana Lorena Kinderknech, Chuquel, Carolina Ruiz Díaz, Ivana Correa, Vanesa Soledad Celma, NN - Formosa, Verónica Viviana Medina, Gloria Paredes, Vanesa Beatríz Cardozo, Silvia Ranz, Analía Cáceres, Verónica Beatriz Manzanel, Ángela Alomo, NN.- La Matanza, Emilse Carolina Galván, Lorena Jiménez, Inés, Josefa Nadal, Natalia Teresa Coria, Vanina Hemmerling, Adriana Setau, Roxana Elizabeth Bottero, NN.-Tucumán, Daniela Torres, Yanina Mabel Treuquil, Reina Isabel Nevoraz, Marcela Rodríguez, Estela Alicia López, Jesica lencina, Gómez - Formosa, Maira Aldana Torchelli, Monroig – Santa Fe, Maria Cristina Rodríguez, Ramona Isabel Benítez, Dolores Ojeda, María Medina, Cristina Mayorga, Lorena Jiménez, María Marquese Bernuncio.


Fabiana Tuñez – Ada Beatriz Rico
Cofundadoras de la Asociación Civil La Casa del Encuentro.

(1) Según informe del Observatorio de Femicidios “ Adriana Marisel Zambrano”


24 de mayo de 2012

Caso Fátima Catán: apartaron al fiscal que creía que Santillán fue 'testigo' del femicidio


Por Noelia Leiva



Para el juez, Martín Santillán es sospechoso de haber quemado y causado la muerte de su pareja, una joven de 26 años que estaba embarazada. Pero el ex representante de la UFI insistía en que fuera testigo. Un nuevo representante se sumó a la causa y llevó esperanzas a la familia de que “se trabaje como se debe”.

“Hizo un año y ocho meses que Fátima falleció y el lobo sigue suelto”, definió Elsa Geréz, mamá de la joven Catán que murió en agosto de 2010 al ser quemada por su compañero Martín Santillán, según se investiga. La incorporación de un nuevo fiscal a la causa le dio esperanzas a la mujer de que “se actúe como corresponde” ya que el anterior, Ramiro Varangot, había contradicho la decisión del juez Luis Vitale de imputar a la ex pareja de la chica, que estaba embarazada.Gerardo Loureyro es el representante de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lomas de Zamora que asumió el rol luego de que un fallo de la Sala II de la Cámara de Apelaciones avalara que Santillán dejara de ser testigo para pasar a ser investigado como responsable de haber incinerado a su novia en su casa de Villa Fiorito, a lo que su antecesor se negaba. La familia de la víctima había cuestionado en reiteradas ocasiones el desempeño de ese funcionario judicial, que omitió las pruebas aportadas para citar a indagatoria al hombre que trabaja en Ezeiza. Finalmente la causa fue caratulada como “homicidio en contexto de violencia familiar”, aunque en sentido estricto se trató un femicidio (todavía no incluido como figura penal), es decir la muerte de una mujer por su identidad de género.
Hoy Geréz se reunirá con el nuevo miembro para “saber  cómo va a trabajar y que conozca” a su familia, le explicó la vecina a LA TERCERA¸ que homenajeó a su hija el pasado domingo 13 en la plazoleta lomense que lleva su nombre porque hubiese cumplido 26 años. “Se llevó las cosas de ella, nunca me entregó nada. Sus hermanos limpiaron la escena del hecho. No sé quién se cree que es. Un año y ocho meses es mucho tiempo. No tengo vida, no tengo trabajo y extraño a mi hija que no va a volver”, enfatizó. En la búsqueda del esclarecimiento, Elsa se convirtió en uno de los emblemas de la lucha contra la violencia de género.
“Fátima no está en cuerpo con nosotros pero sí en cada corazón nuestro. Voy a seguir hasta poner en una jaula a ese león que me comió a mi hija, aunque la herida jamás se va a cerrar. No quiero que haya más quemados ni quemadas”, resaltó.

De testigo a imputado

Recién en enero de este año Santillán dejó de ser el único testigo del femicidio de Catán para ser sospechoso, por decisión de Vitale. Según el fallo que también marcó el cambio de carátula, se expusieron cuatro versiones, desprendidas de los testimonios recolectados: “que se frotó el cuerpo con alcohol, que se encontraba fumando y había una botella de alcohol, que se autoinfringió la quemaduras y que era integrante de una relación violenta con su pareja.” Sin embargo, los daños de mayor profundidad se encontraban en la zona toráxica y el lado posterior de las manos de ella, “mientras que en las palmas y su cara presentan quemaduras intermedias y superficial, respectivamente”, indica el documento firmado por el juez. Es decir que el foco no se produjo en sus manos sino en áreas a las que ella no podía acceder por sus propios medios.
Además, su novio presentaba afecciones leves en ambos pulgares y se encontró un encendedor con “la válvula de regulación de gas derretida”, señala el escrito. El episodio comenzó el 18 de agosto de 2010 luego de una supuesta discusión entre ambos. La chica tenía el 85 por ciento de su cuerpo quemado cuando recibió los primeros auxilios médicos. Geréz sostuvo que encontró cartas donde la joven planteaba que sentía miedo de continuar en esa relación e infirió que un posible móvil del crimen pudo ser que el hombre no quería ser padre: “Nunca aceptó el embarazo, él odia a los chicos”, aseguró.

Publicado en La Tercera del 24 de mayo de 2012 http://www.diariolatercera.com.ar/detalle.php?articulo=Apartaron-al-fiscal-que-hab%EDa-rechazado-imputar-al-novio-de-F%E1tima-Cat%E1n&tipo=1&documento=10145&sistema=diarios