13 de enero de 2010

Llamaron a indagatoria al dueño de La Casona

Por Noelia Leiva


Es a causa del asesinato del joven Martín Castellucci en ese local bailable, en 2006. La familia de la víctima consideró que el empresario tenía conocimiento sobre qué características físicas y actitudinales tenían los patovicas que contrataba. “Había una práctica sistemática de discriminación y violencia”, denunció el papá del adolescente.

La violencia evidenciada en la muerte de un joven, producto de una estructura mayor que discrimina y agrede. Así puede entenderse el asesinato de Martín Castellucci, provocado por el ex boxeador y agente de seguridad José Lienqueo Catalán en el boliche La Casona. La fiscal Marcela Ruiz, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 19, citó a declaración indagatoria a Atilio Amado, el propietario del local de Lanús, una determinación que coincide con el pedido de la familia de la víctima de sancionar el incumplimiento de la responsabilidad que tenía el empresario como coordinador de las medidas de control.
“No sólo se trata del asesino material sino de quien lo contrata y lo pone en ese lugar para hacer lo que sabe hacer, porque no son relacionistas públicos sino boxeadores o especialistas en artes marciales”, detalló a LA TERCERA Oscar Catellucci, papá del adolescente que fue golpeado hasta la muerte, en diciembre de 2006. Que el titular de la discoteca –que permanece cerrada desde el juicio que condenó al homicida a 11 años y 9 meses de prisión, con la confirmación de la Cámara de Casación- haya otorgado una atención “personalísima” a la elección del personal que custodiaba la puerta es la principal vía argumental que imputa al hombre, aunque recién tras el resultado de la indagatoria la Justicia resolverá si se avanza hacia un juicio oral.
El padre de Martín apeló a una figura clara para entender su postura: “Amado es para La Casona lo que (Omar) Chabán para Cromañón”. Es decir, debía estar al tanto de quiénes integraban su plantel de ‘patovicas’ y obedecer a algún motivo para que ellos tuvieran características físicas y actitudinales alejadas de las que evitarían disturbios en la noche. “Había una práctica sistemática de discriminación y violencia”, denunció el hombre, titular de la asociación que lleva el nombre de su hijo, creada para bregar contra la criminalización de la juventud. Además, el empresario es abogado, por lo tanto “tiene un doble conocimiento” del alcance de la responsabilidad civil en el local bailable.
Para que el martillo no recayera sobre el administrador durante casi 73 meses, “contó con impunidad política, al principio”, evaluó Castellucci. Con la confirmación de la sentencia de Lienqueo Catalán y la convocatoria de la fiscal para marzo próximo, esas estructuras, poco a poco, se tambalean. Aunque las historias de violencia contra los y las adolescentes son muchas, la familia tiene la certeza de que esta acción judicial significará un “antecedente” para futuros casos.

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