23 de enero de 2010

Tenaris Siat: trabajadores contra una dignidad “eventual”

Por Noelia Leiva

Piden que sean reconocidos como integrantes permanentes de la planta metalúrgica de Valentín Alsina. Hace 3 años que están empleados en ella, un período que exige tal regularización. Pero la empresa los apartó de su equipo. Desde el lunes no los deja ingresar a la fábrica, pese a que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.


Hace 3 años que 22 trabajadores, de los 400 que se ocupan de la producción de tubos con costura para gasoductos de la fábrica Tenaris Siat, realizan tareas fijas y diarias. Pero ni la antigüedad ni el cumplimiento de sus deberes fueron argumentos válidos para que la firma, integrante del grupo Techint, los incorporara a la planta permanente, pese a que así lo exigió el Ministerio de Trabajo bonaerense hace diez meses. Desde el lunes, la compañía impide el ingreso a los obreros, que reclaman condiciones de empleo dignas.
La semana comenzó álgida. A las 6 del primer día hábil, el plantel comenzó a reunirse frente a la sede industrial de Guatemala al 3400 porque sus compañeros, catalogados por la multinacional como “eventuales”, no habían podido marcar su tarjeta: la patronal les notificó que debían regresar a la agencia que los contrató (Lesuivant) y que en los próximos días evaluaban hacer lo propio con 80 personas más. Aunque complejo, el planteo no era nuevo: en marzo último la misma actitud promovió la participación de la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM) seccional Avellaneda ante el Gobierno de la provincia, para que la permanencia, sostenida en tiempo y formas de las labores, sea garantizada por los empresarios.
Entonces, como el martes último, la cartera ministerial ordenó la conciliación obligatoria, por lo que todos los trabajadores debían poder ingresar a cumplir su función. Con esa condición habían trabajado desde el mediodía del lunes y el martes, tras una reunión con autoridades y delegados gremiales. Ayer, al cierre de esta edición, Tenaris Siat insistía en desconocer a los operarios que apartaron, bajo la explicación de que no habían sido notificados sobre el dictamen de acuerdo. En esta instancia, la mediación oficial anunció que agotó sus estrategias.
“Nos dicen que no pueden avanzar más, que nosotros tenemos que iniciar una demanda judicial, pero va a llevarnos a los fines que quiere la empresa, que es la indemnización”, explicó a LA TERCERA José Villas, que por sus 23 años en la fábrica fue elegido como uno de los representantes de los 201 compañeros afiliados al sindicato del metal, un 50 por ciento de todo el personal. “Nosotros queremos trabajar para poderle dar un sustento digno a la familia”, enfatizó.

El lugar común

La insistencia en la “eventualidad” de los trabajadores para justificar la separación de la planta tiene, para los afectados, una explicación de fondo, ya conocida en el campo gremial: la apelación al trabajador como ‘válvula de ajuste’ para balancear costos y beneficios. “Dicen que no pueden funcionar, aunque tienen materia prima, porque no les responden el fideicomiso para hacer una extensión como Transportadora de Gas del Sur (TGS) y del Norte (TGN). La empresa responsabiliza al Ministerio de Planificación y entonces, para solucionarlo, se desvincula de los trabajadores”, denunció Villas.

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