19 de enero de 2010

Payamédicos del sur

Por Noelia Leiva
La asociación que brega por la salud emocional de los pacientes a través del juego y el humor arribó al Conurbano. Una quincena de voluntarios cursó la primera etapa de formación. La capacitación terminará con un trabajo en el lomense hospital Gandulfo.



La fórmula se resume en dos elementos que se retroalimentan: arte y salud. Por primera vez en el Conurbano sur, a siete años de su creación, la Asociación Civil Payamédicos eligió a Lomas de Zamora como escenario de formación a los nuevos voluntarios para dar una sonrisa a los pacientes adultos y niños internados en hospitales de la zona, como el Luisa Gandulfo. Con la etapa inicial de la capacitación cumplida, los responsables del movimiento estiman que a mediados de 2010 los flamantes trabajadores de la alegría podrán desembarcar en ese centro sanitario lomense.
Para que una persona se convierta en payamédico, hay requisitos por cumplir, aunque tal vez el más importante sea comprender que se trata de “un voluntariado basado en el deseo”, definió Silvia Arabena, alias “Remedito Amparo”, encargada regional de dictar las tres fases de aprendizaje para los futuros integrantes de la propuesta, que ya suman 400 en todo el país. Deseo de ayudar a sanar, que los impulsará durante un período donde se enseñan claves de clown y juegos, una segunda de abordaje psicológico y psiquiátrico, y la final, que es la pasantía para poner en práctica el modo alternativo en la curación del enfermo, a través de la recreación de su estado anímico y la apuesta a la esperanza.
Una vez en marcha, los payamédicos consultan la historia clínica de cada persona que a visitar para saber por qué vías pueden conducir su llegada. Zona de quirófanos, salas de espera y áreas de internación de pediatría son los ámbitos principales donde discurre la labor de los hombres y mujeres que quieren rescatar lo no dañado de cada ser humano a través del humor y de los colores vivos. “Trabajamos, en primer lugar, con el paciente, y a partir de allí en un encuadre con la familia y los seres queridos que lo acompañan, todo su entorno”, resaltó la médica a LA TERCERA. Según describió, se desarrolla además un vínculo más fuerte con los doctores y enfermeros.
Cuando llegan a un hospital, cada integrante del equipo tiene un traje y un nombre otorgado por sus formadores para que lleven durante toda su vida como juglares en nodos sanitarios. Será a partir de las características que cada uno mostró durante los meses de obtención de herramientas, pensados para el grupo de aspirantes y en función de las características de los espacios a abordar en cada zona.
En la Ciudad de Buenos Aires, la entidad se involucra en “el 70 por ciento” de los sanatorios públicos. La demanda de arribar al Conurbano sur que le cursaron los profesionales bonaenrenses promovió, finalmente, su llegada para que cualquier persona que haya terminado sus estudios secundarios pueda sumarse a la travesía de hacer reír.

Para contactarse con la organización: infobsas@payamedicos.org.ar

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