28 de julio de 2010

Iguales en el derecho a la diferencia

Por Noelia Leiva

Como cada vez que una práctica legitimada por instituciones de poder es cuestionada, el debate social se bifurca. El colectivo de personas intersexuales entiende que es tiempo de ahondar en el reconocimiento de la diversidad de identidades, sostenidas en su cualidad de humanos o humanas. Los defensores de conservar la normativa tal cual está esgrimen razones bien conocidas. La búsqueda de un paradigma distinto.

Mirar, pero saber a través de qué cristal se observa, con los ojos puestos en los otros o las otras o en el propio yo. La discusión del proyecto de ley para aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo dio luz al pedido de respeto a la identidad sexual de las  organizaciones de lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT), para liberar la perspectiva de las exclusividades que marcan las instituciones decisorias. En frente, entender el vínculo entre dos personas consagradas por la religión y el “derecho natural” es, para los defensores de la heterosexualidad, la única opción para la supervivencia de la sociedad, enfundada en la dicotomía de lo femenino y lo masculino. El derecho a ser iguales en la diferencia.
En época de revuelo argumentativo, que desenfunda razones enraizadas en la constitución del poder, la diversidad asumió tantas definiciones como luchas. Mientras para los y las integrantes del colectivo intersexual ese término se asocia a la inclusión de las particularidades de cada género, donde la vinculación hombre-mujer no es excluyente, para quienes se convirtieron en los críticos de la normativa en análisis esa palabra remite a la diferenciación entre dos únicos sexos cuya “complementariedad puede ofrecer descendencia a la raza humana”, elucidó la Declaración de los Obispos de la Región Patagonia-Comahue titulada “Invitando a la Búsqueda del Bien Común” que fue elaborada a propósito del debate y a la que la diócesis de Lomas de Zamora adhirió.
No lejos de conocer la gestación biológica de la vida pero sí con otro arco de visión, la Federación Argentina de LGBT manifiesta como un objetivo fundante respetar el “ser diferente y luchar contra todo tipo de discriminaciones que tiendan a la segregación o menoscabo de algún derecho”. Entonces ¿quién dice qué es igual y qué distinto? ¿Quién o quiénes definen, en los primeros años del siglo XXI, cuán ‘diversa’ o acotada es la bandera de la ‘normalidad’, izada en las últimas semanas en el campo de discusión?

Matrimonios y ¿algo más?

Si el apelativo que cada persona recibe cimienta su forma de caminar el mundo, la manera en que la norma reconozca el vínculo entre ciudadanos de igual sexo es uno de los ejes en debate, cuando el planteo de los y las que no están representados en el articulo 172 del Código Civil es extender ese pasaje jurídico para sí, finalmente, quedar amparados. Desde la vereda contraria, la opción es autorizar la “unión civil” o sus sinónimos para que ‘matrimonio’ sea una entidad heterosexual. El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) evaluó que esa idea “viola el principio de igualdad constitucional en razón de un tópico prohibido de discriminación: la orientación sexual”.
Dar el sí al proyecto que ya recibió la aprobación de la Cámara de Diputados sería “votar a favor de muchas personas”, entendió Esteban Paulón, secretario general de la agrupación nacional que impulsa la legislación igualitaria. En diálogo con LA TERCERA, el referente entendió que las defensas esgrimidas por los que quieren el ‘no’ “son las mismas utilizadas en los ‘70 cuando se cuestionaban los derechos de los hijos (nacidos de relaciones) extramatrimoniales o en 1987 con el divorcio vincular”, un encausamiento de las conductas por las vías ya instauradas, incluso ante la demanda social de cambios.
La lectura de la ley detrás de la Ley, es decir, de un supuesto orden universal superior al ‘positivo’, es uno de los sostenes a los que recurrieron representantes del movimiento “Argentinos por los Chicos” que se conformó para manifestar su oposición a la ampliación del nexo matrimonial. “Desde el derecho natural, no hay una construcción social de lo masculino y lo femenino, mi cuerpo no se construye, se nace varón o mujer. Hay gente que nació varón y eligió ser homosexual, pero eso es otra cosa: una elección particular”, consideró la abogada lomense Sabrina Visconti, que participó en las reuniones para realizar la marcha al Congreso que ayer pidió la conservación de la letra legal. Es que, para ella, “si todo es matrimonio, nada lo es”.
En su diccionario sobre vocablos no discriminatorios, la Federación de LGBT cuestionó la utilización de la imagen de “preferencia sexual” o sus equivalentes porque “sugieren que la sexualidad se basa en elecciones, por lo que colaboran a sostener ideas de ‘géneros desviados’ que serían excepcionales y podrían ‘normalizarse o rehabilitarse’”.

‘Familixs’

Y en la discordia, las voces de los niños y las niñas fueron mediadas por adultos que defendieron posturas propias en su nombre, aunque tal vez no siempre con su permiso. “Al adoptar, hay que pensar en la salud psíquica de la persona, que no está determinada por su elección sexual sino por las vicisitudes de la historia de su vida y las condiciones de su subjetividad”, apuntó a este medio Daniel Rosenberg, presidente de la Fundación de Prevención y Asistencia en Salud Mental (Prasam) de Adrogué. Para el especialista, los requisitos para asumir el rol del padre o madre son “acompañar, brindar afecto, transmitir valores y estar presentes en la cotidianeidad de su hijo”.
“Todos los modelos de familia son válidos, defender uno único que algunos consideran tradicional es discriminatorio”, denunció Paulón. En esas alternativas se incluyen “las parejas heterosexuales que no quieren casarse o tener hijos”, que también serían segregadas desde una mirada absoluta. Hoy, la cantidad de manos levantadas en el Parlamento podrán inaugurar un capítulo que legitime las diferencias en las formas de vivir los sentimientos y las decisiones, con arreglo a la equidad en tanto humanos o humanas.

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De seis colores o naranja

A favor y en contra de la ley, hombres y mujeres de todas las edades salieron a la calle a pronunciarse. Ayer, desde las 18:30, un colectivo de banderas naranjas que defendían a la familia liderada por personas de diferente sexo llegó hasta el Congreso, a pedir que hoy prime la ‘unión civil’. La postura adversa se expresó en un “ruidazo” a favor del matrimonio igualitario, con paños de muchos colores que identifica la diversidad.

Publicado en La Tercera del 14 de julio de 2010
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7 de julio de 2010

Con alas en las manos

Por Noelia Leiva

Son mujeres del Conurbano bonaerense que elaboran cuadraditos de lana para armar mantas que regalan a bebés y bebas nacidos en hospitales públicos. La campaña comenzó como una iniciativa personal de una médica. Se multiplicó tanto, que el año pasado recibieron 28 mil colaboraciones. Sus labores llegaron al distrito, al Alende y el Gandulfo.
“Lo cotidiano se vuelve mágico”, canta la letra de una pieza folklórica dedicada a las manos laboriosas de una madre que da vida al afecto. Como en esos acordes, la actividad cotidiana de tejedoras -algunas mamás, otras no, muchas abuelas- se transformó en un camino para dar abrigo a las niñas y los niños nacidos en los servicios de neonatología de los hospitales públicos bonaerenses. Hace diez años, una médica de Morón comenzó a armar mantas de lana para los bebés. Hoy, las adherentes rozan las 5 mil y llegaron a Lomas de Zamora.
Los centros de salud Luisa C. de Gandulfo, en la ciudad cabecera del distrito, y el Oscar Alende, en Ingeniero Budge, recibieron 25 piezas cada uno, armadas con cuadraditos de 10 por 10 centímetros que voluntarias de todo el país enviaron a las referentes zonales. Ellas son las encargadas de armarles bordes de un color que unifique el de cada aporte y luego unirlos para darle la forma final al obsequio. El año pasado, se elaboraron 28 mil cuadriláteros, en una cadena espontánea de esperanza.
Es que la idea de tejer para abrigar lleva una década en marcha, pero recién el año pasado Karina Rodríguez, la doctora que inició la cruzada, y su madrina Olga decidieron invitar a los contactos que tenían en sus casillas de correo electrónico a ser parte de la iniciativa contra el frío del invierno, más punzante si se padece en un marco de vulnerabilidad social. El llamado se replicó tanto que se transformó en un “aluvión” de ayuda, celebró la referente, en diálogo con LA TERCERA
“La idea surgió al ver a las mamás que no tenían abrigo para sus hijos, muchas con escasos recursos, con embarazos pobremente cuidados”, describió la hacedora. Tecnología mediante, las entusiastas se multiplicaron cuando la propuesta se plasmó en un grupo de Facebook al que llamaron “Tejiendo por un sueño”, movidas por las ganas de colaborar con las personas que sufrían inundaciones en la salteña Tartagal. La convocatoria permitió entregar 300 cobertores en 2009 y 757 en lo que va de este año. Formosa, Chaco, Jujuy y Misiones también fueron destinos de las labores.
“Los médicos, en general, tienen una visión tan enfocada a la patología y el paciente que creen que su función se cumple cuando reponen la salud del chico o le dan de alta, pero hay otros factores igual de importantes, como el social”, entendió la profesional. Además de transmitir calor a otros sujetos, cada participante termina por incorporar sentido a su cotidianeidad porque “para algunas, este fue un motivo para levantarse de la cama y sentirse útil; le dedican mucho tiempo”, describió.
Manos “que parecen pájaros en el aire”, canta la canción, célebre en la voz de Mercedes Sosa. Estas, las de las tejedoras, toman las agujas y lanas de colores para prenderse alas y cuidar la magia de la infancia.

Para sumarse: tejiendo.cuadraditos@gmail.com / 15-5061-5118 



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5 de julio de 2010

Pidieron la “nulidad” de la causa que imputa a una vecina por movilizarse

Por Noelia Leiva

Participó del corte de un puente para pedir mejoras hidráulicas en su barrio. La acusan del delito de obstrucción del tránsito, aunque la Justicia nada determinó sobre la necesidad de mejoras sanitarias de Ingeniero Budge. La Correpi denunció irregularidades y pidió la anulación del proceso legal. Por eso, la mujer ayer no fue a declarar.

Ni el saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo que ordenó la Justicia ni la veintena de expedientes presentados para que se profundicen las obras en la lomense Ingeniero Budge parecieron antecedentes suficientes para que un corte de ruta en reclamo de mejoras no fuera criminalizado. Ayer, la vecina Dora Oviedo estaba citada a declarar, acusada del delito de obstrucción al tránsito por la movilización del 30 de marzo último que pidió medidas hidráulicas para detener las inundaciones y la contaminación. No se presentó, para evidenciar las irregularidades del proceso judicial. Su defensa pidió la “nulidad” de la causa.
La primera vez que la mujer fue llamada por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 a cargo del fiscal Héctor Toneguzzo, le habían informado que sería testigo. Cuando concurrió, “en forma compulsiva le hicieron saber sus derechos y le tomaron fotografías”, a partir de lo que comenzó a ser investigada “sin acceder a un abogado, siquiera de oficio”, denunció María Teresa Larramendy, letrada que ahora la asesora. Esa alteración en el desempeño fue uno de los motivos para que el viernes 25 se presentara la solicitud de anulación, según le informó a LA TERCERA.
“Son políticas que tienden a desmovilizar. Oviedo es rápidamente imputada, cuando en casos de gatillo fácil tenemos que luchar y estar atrás de los fiscales para que actúen, que no archiven las causas. Son las dos caras de una misma moneda”, evaluó la también integrante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi). La reacción inmediata de la sede judicial sí se observó en una queja que presentaron en el Colegio de Abogados en contra de la legista, porque no aceptó notificarse de que su representada estaba citada porque había dejado constancia de las informalidades del caso.
En un plazo inferior a diez días, la vecina debería recibir una respuesta al planteo de cancelación, aunque “estaba sin proveer”, aseguró la referente de derechos humanos. En la última reunión con la asamblea del barrio, el intendente Martín Insaurralde se había comprometido a intervenir para evitar la criminalización de la protesta…


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2 de junio de 2010

Mocca o “la resistencia de una cultura viva”

Es la Muestra de Organizaciones Culturales y Comunitarias Autogestionadas. Entidades sociales del sur del Conurbano trabajan en ella, que se realizará el próximo 4 de julio en Burzaco. Será un espacio para dar a conocer el trabajo territorial de los hacedores, en clave de red. Está abierta la convocatoria para ser parte de la iniciativa.

Por Noelia Leiva

Para que la participación horizontal permita desandar las vías de la desigualdad y crear una mirada equitativa, entidades “sin fines de lucro ni propaganda política” se convocaron para poner en marcha la Muestra de Organizaciones Culturales y Comunitarias Autogestionadas (Mocca). La iniciativa que se llevará a cabo el próximo 4 de julio en Burzaco está inspirada en la Feria del Libro Independiente porteña y contará con puestos en el que cada agrupación expondrá su hacer social. El llamado a más colectivos de trabajo sigue vigente.
“El arte es algo que se pone de costado, que sin imponerte nada te ayuda a construirte, a crecer, a enfrentarte ante todo a vos mismo”, definió ante LA TERCERA Guillermo Gugliotti, integrante del cineclub documental “Alondras para Espejos”, de Almirante Brown. Entre los exponentes locales se cuentan Al Borde, de Ministro Rivadavia y La vieja del Andén, de Longchamps. Según relató, la idea surgió como estrategia para potenciar una red de realizadores comunitarios del Conurbano.
-¿Cuál es el objetivo de la convocatoria?
-Tiene tres metas fundamentales: difundir la existencia y el trabajo de las organizaciones, fortalecer los lazos e invitar a la gente a participar. Dicho de otra manera, generar un ámbito específico para juntarnos, para acercarnos a charlar y poder averiguar quiénes son estas organizaciones, qué buscan, qué hacen e hicieron, cómo se puede participar.
-Si debiera describir qué se genera cuando hacedores culturales se encuentran, como en las reuniones para preparar la muestra, ¿de qué manera lo haría?
-Siempre es importante juntarse. En esta época donde la comunicación es a distancia se me hace muy valioso participar de los encuentros de las organizaciones. Desde el brillo de la mirada, el tono de las voces y de la risas, se contagian sensaciones que dudo logre transmitir un televisor. Valoro mucho las cosas que tienen para decir estas personas que, sin otra finalidad que pensar un mundo distinto para todos, le ponen el cuerpo a una realidad terrible cada vez es más visible pero en la que son pocos los que se esfuerzan realmente por cambiarla.
-¿Se puede decir que son exponentes de un movimiento de "resistencia" cultural?
-Nosotros le decimos ‘no’ a la propaganda política y a los fines meramente de lucro porque no encajan en el espíritu de la propuesta. Son cosas distintas, que tendrán su sentido en otros contextos, pero no en este. En los tiempos que corren donde absolutamente todo parece pensarse como una empresa, la cultura no está exenta y termina por generar cada vez más productos y menos obras. En ese sentido creo que sí, que se puede pensar a Mocca como la resistencia de una cultura viva, auténtica, que no se vende y, paradójicamente, por eso mismo tiene mucho más valor.


Para más info:
Red de Espacios Culturales: www.recenaccion.com.ar
Alondras para Espejos: www.alondrasparaespejos.com.ar

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Las naciones de antes del Bicentenario

Por Noelia Leiva

Mientras las celebraciones oficiales hacen referencia a los “200 años de la Patria”, los movimientos indígenas esperan su reconocimiento. Las consecuencias sociopolíticas de la invasión europea se rastrean en actos de exclusión, que, para algunos, los lleva a “no festejar”. Para otros, las reivindicaciones pendientes no niegan una apertura oficial a la interculturalidad. El respeto a las múltiples identidades está pendiente.

Mayo está ungido por la historia oficial como el mes de la revolución que le dio entidad al espacio físico-político que luego se llamó Argentina. Que se cumplan 200 años desde el episodio que consagró la (supuesta) ida fáctica de Europa lleva a ahondar sobre las secuelas que el Virreynato dejó en el territorio al que el Estado le puso fronteras, pero que era habitado por naciones organizadas desde antes de la llegada de los barcos. El movimiento indígena coincide en que el Bicentenario es una oportunidad de “reflexión” para respetar el multiculturalismo, lejos de una mera integración discursiva. Para algunas comunidades, además, es momento para visibilizar la exclusión histórica.
Si de recuento del tiempo se trata, la lectura aborigen entiende a la configuración estatal que contiene el territorio, el alcance del derecho y una identidad monocorde como una reproducción de los ejes regulatorios de las sociedades invasoras, denominadas ‘conquistadoras de América’ por las instituciones que configuraron el ‘ser nacional’ en 1900. “Nuestros pueblos son milenarios, tienen todos los elementos para una forma de organización”, describió el abogado diaguita Benito Espíndola, en contraposición a los productos de las Constituciones que “quieren la monoculturalidad, la homogeneización”. Es decir, el objeto del cumpleaños habla, de por sí, en un código distinto al de quienes existían antes de su nacimiento.
“Más allá de ser ciudadano argentino, soy tupi guaraní, con un modo propio de sentir nuestro teko (cultura) y de ver a través de nuestro ñandereko (cosmovisión)”, subrayó a LA TERCERA Mario Valdez, integrante de la comunidad Cacique Hipólito Yumbay de Almirante Brown y representante de la Mesa de los Pueblos Originarios ante las Naciones Unidas (ver recuadro). Las observaciones sobre lo mucho que queda por hacer se exasperan ante avances de empresas multinacionales sobre espacios ancestrales y el achicamiento de las garantías para quienes no aceptan que el Río de la Plata se sostenga por la herencia del otro lado del Atlántico. “Hay una concepción racista que aprueba la blanquitud y agravia las identidades originales”, denunció el referente.
Los matices afloran a la hora de definir cómo plantearse frente a los actos oficiales que comenzaron con el mes. Están quienes consideran que “en ningún momento se excluyó (la pluralidad identitaria) en la celebración” dirigida por la Casa Rosada, tal como evaluó Ricardo Acebal, periodista lomense e integrante del Consejo de Asuntos Aborígenes (CAA). No obstante, ese colectivo prefirió no participar en la iniciativa del Gobierno ni en la contrapropuesta que montará la Organización de Comunidades de Pueblos Originarios (Orcopo).
“Mal podríamos festejar cuando tenemos problemas latentes, como la contaminación o comunidades militarizadas en Tucumán”, advirtió, el letrado poblador de Glew e integrante del grupo que promueve la resistencia al repaso de la Presidencia.

Letra oculta
Cuando los varones ranqueles llegaban a los 12 años, podían consagrarse como adultos. Pero, acorde a la conformación originaria de valoración de los mayores, debían demostrarles a sus padres que estaban listos. “Tenía que matar un león (un puma pampeano), beber su sangre, llevar las vísceras a la toldería y comerse el corazón para obtener amor, fuerza y espiritualidad”, relató a este medio Elisa Cayupán, vecina de Claypole y nieta del cacique del que obtuvo su apellido, que resistió las tropas del sargento Leandro Ibáñez a la altura del arroyo Valcheta durante la Campaña al Desierto, otro genocidio aborigen.
Narraciones como esa se desprenden de la memoria de los referentes indígenas, pero están negadas o criminalizadas en las páginas de la tradición criolla. “No nos entregamos por un espejito, nos estaban matando y con flechas no podíamos pelear contra las balas”, aportó la “nieta directa” de una cautiva “de pelo rojo”, como la que versionó el escritor Esteban Echeverría.

Síntesis simbólica

Argentina está representada por una bandera blanquiceleste, colores de la dinastía borbónica (o del cielo y las nubes, según la concepción idílica). Los pueblos originarios tienen su wiphala, en el que cada tonalidad “pertenece a una nación de las cuatro regiones del Tawantinsuyu”, suerte de confederación indígena en la región andina, precisó Espíndola. El desafío planteado por el movimiento originario busca no negar la identidad definida en el país, sino que, como en el símbolo que los representa, la multiculturalidad llevada a la práctica reconozca la entidad de quienes poblaron el territorio antes de la Revolución de Mayo.

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Ante la ONU: el derecho a ser diferente
“Porque somos todos iguales es que tenemos derecho a la diferencia. Por eso proponemos una política de Estado pluralista y descolonizante”. Así lo planteó Mario Valdez ante sus pares del mundo en el Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de Naciones Unidas que se reunió en Nueva York del 19 al 30 de abril últimos. El integrante de la comunidad tupi guaraní de Glew solicitó la intervención de ese órgano internacional para que Argentina diseñe planes de “salud, desarrollo y Justicia” que incluya a los residentes originarios.
En su ponencia, pidió “realizar una reforma política, jurídica y administrativa que incluya la diversidad cultural como sustento”, al tiempo que reconoció que el “cuerpo normativo” del país “protege la identidad, la preexistencia, los derechos individuales y colectivos” del y la aborigen, aunque las prácticas disten de la letra escrita.

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En Latinoamérica, la revolución que encabezó Tupac Amaru II en 1780 en el Valle Tinta es una de las fundadoras de esa resistencia primigenia. La coyuntura sociopolítica de presidentes que buscan la integración del subcontinente hoy reivindica esas hazañas. 
En el país, se recuerda la monarquía inca que propuso Manuel Belgrano en 1816, aunque todavía se conoce como “Conquista del desierto” la matanza de aborígenes ideada por Julio Argentino Roca.

Publicado en La Tercera (1 de mayo 2010)
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De cómo la equidad de género se construye con todos y todas

Por Noelia Leiva

La iniciativa surgió en Canadá hace 19 años y se consolidó en 90 países. En el Conurbano Sur, comenzará a abordarse en los barrios a través de la FOC. El coordinador de la propuesta en Argentina y Uruguay resumió para LA TERCERA los puntos focales del debate para alcanzar el cambio de paradigmas. La lucha contra “las violencias” machistas.

La Campaña del Lazo Blanco se sostiene en la idea de que la equidad de género es una tarea conjunta de mujeres y varones, para derribar el monopolio del poder para ellos y el mandato de la obediencia para ellas. Vigente en 90 países, se originó en Canadá en 1991 tras el femicidio de 14 estudiantes de la Escuela Politécnica de Montreal. Los hombres que asumen la responsabilidad de cambiar la “masculinidad hegemónica” convocan, desde entonces, a espacios de debate con todas y todos en los ámbitos donde el modelo dominante se pone más en evidencia. En Lomas de Zamora, se abordará a partir de la articulación con la Fundación de Organización Comunitaria (FOC).
La propuesta es dar luz a miradas alternativas a través de un abordaje “territorial” en talleres que buscarán llegar a la esencia de la conformación genérica, atravesada por la estructura cultural. Hugo Huberman, coordinador del movimiento en Argentina y Uruguay, dialogó con LA TERCERA sobre los caminos para erradicar “las violencias” sexistas.
-Hasta ahora fueron en su mayoría mujeres las que velaron por la equidad ¿Cómo participan los hombres para llegar a ese objetivo?
-Entender el género como estructura fundacional proviene del movimiento académico feminista, que es diverso. La innovación es que somos los hombres los que gestionamos la campaña, no para ocupar lugares centrales sino para intentar visibilizar, sensibilizar y entender que hay maneras diferentes de ser hombre sin ejercer ningún tipo de violencia y sin tener per sé privilegios.
-Proponen la erradicación de ‘violencias’, en plural, no sólo la que daña el cuerpo ¿Qué otros comportamientos reconocen como violentos?
-Están en las cotidianeidades que, sumadas, hacen a nuestra manera de ser hombres. Están en los medios, los piropos, los refranes. Implica que los varones, por el solo hecho de nacer (con ese género) tenemos privilegios, y si intentamos bajarnos de eso somos sancionados socialmente. De qué vivir, qué hacer y qué estudiar son cuestiones que todavía no son iguales para hombres y mujeres. Eso también es violencia, porque hay condicionamientos biológicos para que haya derechos para algunos y sumisiones para otras. La masculinidad es sinónimo de poder, dinero, no emocionalidad, racionalidad pura, éxito. Hoy sabemos que eso es una fuente profunda de displacer.
-Esa construcción está consolidada por las instituciones de la sociedad…
-Las instituciones y la sociedad lo convalidan, por eso tenemos que llevar el Lazo a todos lados. Lo primero que hacemos es escuchar a las mujeres; lo segundo, saber que la violencia está, no es que el otro es el violento: yo también me crié, me desarrollé en la sutileza de esa violencia que es una estructura cognitiva que esta naturalizada. Debemos ser concientes que criamos chicos y jóvenes desde la idea de que ser hombre implica ser superior. Eso genera (formas de agresión como) levantar la voz, poder hacer lo que yo quiero sin dar explicaciones a nadie, entrar y salir de mis situaciones cuando se me canta. Se juega en aquello de que la masculinidad se mide por el tamaño del pene o por la cantidad de mujeres que cosificás. Es complejo porque nadie nos dice lo contrario. No digo que seamos mártires, pero hay que hablar de la realidad como es.

Publicada en el diario La Tercera (abril 2010)
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La FOC será una de las coordinadoras de la Red por el Derecho a la Educación

Por Noelia Leiva
 
Es una iniciativa nacional que promueve la vuelta o el ingreso al sistema educativo formal. La Fundación de Organización Comunitaria lo hará desde el acompañamiento comunitario y entre las aulas a los jóvenes y su entorno. La importancia de la participación comprometida en el conjunto social.

“Nuestros proyectos no están desvinculados de la realidad de la gente, no hay un ‘nosotros’ y un ‘ellos’”, advirtió el director de la lomense Fundación de Organización Comunitaria (FOC), Juan Pablo Yovovich. Sus iniciativas no sólo se definen por la negativa: desde 1989, apunta al empoderamiento de los hacedores y hacedoras de los barrios para que se reconozcan como sujetos capaces de generar opciones de vida más justas. El incentivo al acceso equitativo a las oportunidades mediante programas con anclaje local valió de experiencia para asumir la coordinación, junto a otras dos entidades, de la Red Nacional por el Derecho a la Educación, para lograr que los jóvenes vuelvan o ingresen a la escuela secundaria.
Para la entidad, la labor territorial y la aplicación de las políticas desde el Gobierno se retroalimentan, una se fortalece con la acción directa de la otra. “Nos dedicamos a trabajar a nivel comunitario con la pretensión de ayudar a cambiar realidades”, le explicó a LA TERCERA el referente de la institución. En la nueva propuesta participarán mil agrupaciones que también estarán monitoreadas por la cartera federal del ministro Alberto Sileoni, Cáritas y la Fundación SES.
“Tenemos un Estado preparado para llegar a los barrios, pero hace falta un montón de brazos”, convocó, por su parte, César Perri, responsable de Comunicación de la fundación. En el territorio bonaerense, articulará con cien “organizaciones referentes” que multiplicarán el mensaje en otras “de base” con las que se contactan habitualmente.
-¿Cómo se trabajará en los barrios? 
-Yovovich: Habrá afiches para que cada compañero lleve a su organización, volantes para que cuando golpeen las manos se los entreguen a la familia. Vamos a elaborar un mapa de recursos para poder ver que, cuando ese grupo familiar se sensibilice, tenga una escuela donde llevar a los chicos. La segunda cuestión es acompañar la inscripción (a clase), completar la libreta de educación y salud, estar en un mano a mano con esos pibes en el espacio socioeducativo. Por ejemplo, darle una vuelta a los comedores con alguna idea vinculada a la nutrición, al juego y esperar que el mejor comedor sea el de la casa. La red no se instala desde la tarea sino con una direccionalidad política, hay que reconocer que hay una currícula cotidiana de aprendizaje con valores como la solidaridad, el compromiso y la participación.
-¿En qué contexto llega la Red?
-Las organizaciones venimos de una lógica de recibir financiamiento a través de presentar proyectos, la tercerización de las políticas sociales. Uno puede delegar una tarea pero no una responsabilidad, por eso estamos muy contentos de que haya protagonismo del Ministerio. Pero si el Estado llega  la casa de los pibes y no construye un vínculo, va a ser muy difícil después decirles que hay un lugar para ellos en la escuela. La red va unida a la nueva secundaria, que promueve a los chicos como los ciudadanos del futuro.

Publicada en La Tercera (abril 2010)
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