20 de diciembre de 2013
“¡Al machismo ponele bomba!”
Por Noelia Leiva. Por segundo año, los Varones Antipatriarcales organizaron un encuentro en el que participaron más de un centenar de muchachos que cuestionan la masculinidad patriarcal. Ni machos ni fachos: feministas.
“Un hombre no comienza jamás por presentarse como individuo de un determinado sexo: que él sea hombre es algo que se da por supuesto”, cuestionaba Simone de Beauvoir en su célebre obra “Segundo sexo”. Como el patriarcado los tiene a ellos como vectores del poder que concentran y aplican por herencia cultural, cambiar la mirada sobre la masculinidad resulta un paso fundamental en la lucha por la equidad entre los géneros. Ése es el objetivo planteado en el Segundo Encuentro de Varones Antipatriarcales, que se realizó este fin de semana en Mendoza con delegaciones de seis provincias. “Ni machos ni fachos” es la consigna que identifica al colectivo, que se autoproclama feminista.
Desde el vamos, la propuesta desafía la ‘heteronorma’: un grupo de hombres -alrededor de 120- que no se conocen conviven en un campo durante tres días, dispuestos a hablar de sí. Una vez allá, hay otra consigna que interpela aún más, que es sentirse en la libertad de que las cosas les pasen porque, aunque sus DNI digan que son varones, pueden emocionarse, besar, abrazar. “Nos encontramos desde el lugar del amor para crear vínculos lejos de las prácticas cotidianas de competencia y de fuerza, y poder derribar muchos de los prejuicios que hacen a la homofobia”, definió Alejandro Aymú, uno de los representantes capitalinos del movimiento y participante de la experiencia por segundo año consecutivo.
El sábado, cuando llegaron, pusieron el cuerpo en acción en actividades lúdicas y espacios de yoga que sirvieron para romper el hielo y empezar a pensar. En la jornada siguiente, se realizaron talleres que ahondar sobre “los feminismos”, el aborto y la explotación sexual, entre otros temas. Hubo ítems en los que no se alcanzó consenso, como si hay que adoptar una mirada reglamentaria o abolicionista sobre la prostitución, pero “se pudo avanzar en el diálogo”, recalcó el militante. Se trata de interpelar e interpelarse: aquí, a los “varones prostituyentes”; en todos los órdenes, a los hombres que inexorablemente fueron criados bajo dogmas machistas y que tienen la oportunidad de erradicarlos.
“¡Al Estado ponele bomba!¡Al machismo ponele bomba!”, cantaban en ronda bajo el sol en uno de los momentos que compartieron todos. Fue al ritmo de la canción que en su versión original invita a “menear suavecito para abajo”. Los muchachos gritaban “feminismo desde abajo” y transformaban el “movimiento sexy” del ‘hit’ en uno “anti: antiimperialista, anticlerical, anticapitalista y antipatriarcal”.
El lunes, hubo espacio para plantear los ejes de un documento que aún no se difundió y que concentrará las ideas del encuentro, que abordó en simultáneo dos vías difíciles de trabajar. Por un lado, el replanteo individual en tanto sujetos que cuentan con la legitimidad social de ser dueños de sus cuerpos y decisiones -acaso también de los de las mujeres y otras “identidades disidentes”- por el simple hecho de ser hombres. Por otro, mostrarse en lo social como personas capaces de aportar al movimiento de las mujeres por la igualdad de oportunidades.
“Lo personal se vuelve político y lo político, colectivo. Es todo experimentación, no tenemos referencias, sólo lo hacemos”, enfatizó Aymú. Hace tres años que defienden esa lógica como grupo, que funciona en el centro cultural Olga Vázquez de La Plata, la Casa Nuestra América en Capital Federal y El Transformador en Haedo. Hasta Mendoza también llegaron delegaciones de Santa Fe, Neuquén, San Luis, Córdoba y Tucumán.
Para no ser un ‘animal de costumbre’
Un poco por hábitos no cuestionados, otro poco por la comodidad de ser el que manda, hay rasgos de la cotidianeidad que marcan la desigualdad. Incluso para quienes cuestionan al patriarcado existen “micromachismos”, que son “pequeñas prácticas invisibles o muy naturalizadas que determinan la opresión”, definió el militante, según se conversó en uno de los talleres.
Esos rastros van desde “dejar pasar a una señorita en el colectivo para mirarle la cola” o porque tienen que subir ‘primero las damas’ hasta “pensar que la mujer tiene que hacer la comida, lavar y planchar o creer que los roles de dirigencia los tiene que ejercer un varón”, enumeró. “Son señales que hacen que pongamos en conocimiento el lugar de jerarquía. Las tratamos de advertir y revertir a partir de la problematización”, sostuvo.
También es animarse a hacer lo que mira mal el manual del ‘macho’: besarse, abrazarse, emocionarse. Eso también implica otra manera de relacionarse con pares, que a veces es difícil de gestar por fuera de los espacios donde se da la reflexión. Ése es el desafío: quitarse el patriarcado “del propio cuerpo”, correrse de las conquistas heredadas.
El cimiento del camino que recién comienza es considerarse “un desprendimiento” del movimiento feminista ya que a partir de su cuestionamiento a los privilegios machistas es que ellos comenzaron a ser críticos con el rol responsable de lo masculino en esa disparidad. No pretenden cambiar la forma estereotipada de ser hombres por otra distinta pero única: “La idea es desarmar estos modelos hegemónicos a partir de una multiplicidad de prácticas y saber que los genitales no nos hacen varones o mujeres, son parte de identidades que vamos construyendo”.
Publicado en Marcha Noticias http://www.marcha.org.ar/1/index.php/nacionales/92-generos/4734-al-machismo-ponele-bomba
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"La actitud del Ministerio de Salud es contraria a derecho"
Por Noelia Leiva. Lo consideró Perla Prigoshin, presidenta de la comisión que elabora sanciones hacia la violencia de género. Se refiere a la cartera porteña que determina que los médicos deben denunciar si sospecha que una paciente se practicó un aborto. No tratar la interrupción del embarazo en el Congreso es un caso de maltrato "institucional".
Un fallo de la Corte Suprema de 2010 deja en claro que los derechos personalísimos, que hacen a la dignidad e intimidad, deben protegerse incluso si por ello no se denuncia un delito. En contra de ese paradigma y del secreto profesional, tres médicas del hospital porteño Juan Fernández maltrataron y denunciaron a una mujer que llevaba un aborto en curso y solicitó asistencia. El caso, por el que hoy el movimiento antipatriarcal realizará un escarche en la institución, deja en evidencia cómo se denuestan a las ciudadanas: la prohibición de que decidan si parir o no y la agresión en los ámbitos dedicados a la atención ginecológica y obstetricia. Para Perla Prigoshin, abogada y presidenta de la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género (Consavig), la actitud manifiesta que "la ideología persecutoria está por encima de los derechos de las mujeres".
En junio, una joven de menos de 30 años ingresó al centro médico para solicitar la ayuda de especialistas. Las médicas Julieta Andrea Wainfeld y Virginia Driedrich le "hicieron comentarios inapropiados, la culparon de lo sucedido y le manifestaron que le indicarían menor dosis de analgésico para que sienta lo que hizo", transmitió un comunicado que emitió la Comisión para repudiar la actitud. Tras el cambio de guardia, la colega Rosana Buffa llamó a la fuerza de seguridad para denunciarla y volver a someterla a la humillación, mientras su salud se ponía en riesgo porque habían pasado "menos de 24 horas" desde la intervención quirúrgica que había atravesado. La justificación fue que la Dirección Legal y Técnica del Ministerio sanitario capitalino determina que los profesionales tienen que notificar a la Policía cuando suponen encontrarse frente a maniobras abortivas.
-¿Existe algún marco legal que ampare esta disposición del Gobierno que conduce Mauricio Macri?
Desde la Consavig entendemos que se trata de una indicación contraria a derecho. Es una barbaridad. Se encuentra, por ejemplo, el fallo de la Corte Suprema de la Nación por el caso Baldivieso (NR: en 2010 determinó, a partir de que un médico denunciara a su paciente por consumo de clorhidrato de cocaína, que "un derecho personalísimo a una esfera de intimidad, en cualquiera de sus fundamentaciones, supera al interés social en la aplicación de una pena"). Con toda claridad se establece después de él que el hecho de que una mujer recurra a un espacio hospitalario demandando ayuda por un aborto no puede ser utilizado como un elemento para denunciar. Con este fallo y la existencia del secreto profesional (cuya violación es un delito tipificado en el Código Penal), lo que indica el Ministerio de Salud es una falta de respeto a lo dispuesto por la Corte y una conducta que muestra a las claras que tiene una ideología persecutoria, por encima de los derechos de las mujeres.
-¿Hay elementos que respalden la actitud de las profesionales en tanto trabajadoras de un sistema con reglas a cumplir?
De ningún modo se puede justificarlas. Vamos a terminar con la obediencia debida de la dictadura. No quiero sonar irrespetuosa con el sufrimiento de quienes atravesaron la tortura y la desaparición pero, si la orden que te dan es ilícita, te podés revelar. No todo da lo mismo. Podemos decir que estaba el empleo en juego, pero qué tal si pensamos que la ética, que tanto se pregona últimamente, está por encima.
-¿Entonces hay elementos para iniciar acciones legales contra esa medida?
Podría hacerse una denuncia ante los tribunales en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad para que de algún modo obliguen al Ministerio a retirar esa disposición. De ahí a la sanción hay una larga distancia.
-La paciente atravesó el maltrato por no haber contado con un espacio de salud seguro y público donde practicarse un aborto ¿Cuál es su mirada al respecto?
En una audiencia en la Cámara de Diputados fui invitada y definí que el no tratamiento de la despenalización del aborto, por lo menos, se configura como un hecho de violencia institucional contra las mujeres. Desde lo individual, estoy absolutamente de acuerdo no sólo con lograr que se despenalice sino que se legalice. Es una ocupación del Poder Legislativo que ya debería asumir.
- A partir de su labor en la erradicación de la violencia de género ¿cómo explica que haya sido una mujer la que denuncie a otra y de esta manera vulnere sus derechos?
Las personeras del patriarcado somos las mujeres. En esta dura asignación de roles, somos quienes criamos a los hijos e hijas, le indicamos conductas: "no seas maricón, devolvele la trompada" o le decimos a una nena "dale un vaso de agua a tu hermano ¿no ves que tiene sed?". Se nos inculca el servir. En estos casos no hablamos por nuestra boca, somos habladas por el discurso del dominador. Muchas festejan los chistes machistas que critican a las suegras o compiten con las amigas, porque en el fondo está el cuento de la Cenicienta, en el que se contrapone a la madrastra y las hermanastra, que son las enemigas, y hace falta el beso del príncipe para convertirse en mujer. Son patrones difíciles de erradicar. No me asombra lo que hicieron, pero me duele.
-A partir de la difusión del caso se puso sobre el tapete la violencia obstétrica, que atraviesan muchas mujeres cuando hacen consultas a ginecólogos u obstetras o cuando van a dar a luz ¿Cómo se puede erradicarla?
Trabajamos en una subcomisión sobre esta temática y dimos bastantes pasos. Promovemos acciones preventivas y sancionatorias de dos tipos: capacitaciones a quienes incurrieron en este tipo de violencia para sensibilizarlos y la incorporación del ítem como causal de sumario administrativo. Además, trabajamos en la redacción de una encuesta para conceptualizar lo mejor posible cómo se configura, ya que tiene puntos de contacto con la mala praxis y tortura: si a una mujer le realizan un legrado sin anestesia, no estamos frente a un hecho de violencia nada más sino frente a un acto de tortura.
-¿Cómo se dará a conocer esa encuesta?
La empezamos a hacer circular en charlas con efectores de salud. Después serán interpretadas y las pondremos a disposición de la comunidad. Otra acción es reunirnos y articular con el Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (Inadi), la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Superintendencia de Servicios de Salud para dar curso a unas cartas de denuncia que pusimos a disposición de las mujeres para que puedan dejar una constancia cuando atraviesan estas situaciones de violencia.
-Pero para decirlo ¿hay que desnaturalizar el dolor?
Está claramente naturalizado el dolor y el padecimiento en el momento del parto (o de su interrupción, por los motivos que hasta el momento son no punibles). Desde ya que parir sin violencia no significa hacerlo sin contracciones, pero sí que puede trabajarse y gestionarse en un ámbito amigable y respetuoso. En el caso de que duela tanto que sea intolerable, puede usarse la anestesia indicada por el médico. Nadie tiene que atravesar por lo que no puede.
Publicada en Marcha Noticias http://www.marcha.org.ar/1/index.php/nacionales/92-generos/4665-hospital-fernandez-la-actitud-del-ministerio-de-salud-es-contraria-a-derecho
12 de noviembre de 2013
Una Marcha con contramarcha
Foto: Guillermo D'Ambrosio
Por Noelia Leiva. El sábado el colectivo LGBTIQ saldrá a gritar su orgullo y defender la equidad. Cada vez más banderas partidarias se ven porque la "inclusión" es aceptada desde las cúpulas de gobierno. Organizaciones de izquierda lo cuestionan y defienden sus propias consignas.
Como hace 22 años, la Marcha del Orgullo de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans, Intersex y Queers (Lgbtiq) se convoca en Buenos Aires. Será el próximo sábado, esta vez con la certeza de que deudas históricas fueron saldadas, como la Ley de Identidad de Género y el matrimonio igualitario. Diversa como su consigna, reúne atuendos de fiesta y carteles de reclamo, que suelen encolumnarse en la caravana 'oficial' o en la que se postula como su 'contra', organizada por agrupaciones de izquierda. A dos días de que la ciudad porteña vuelva a colgarse la bandera de los seis colores, Marcha recolectó opiniones sobre la vigencia y el objetivo de la iniciativa.
Repasar cuál es el sentido de la ya clásica propuesta a poco más de dos décadas de su origen demanda plantearse desde dónde se la observará. Es que "si bien tiene la voz de un pedido, no deja de ser un festejo. Hay mucha gente que va en ese plan y se viste como si fuera a un carnaval para demostrar que ese día nadie le puede decir que eso no se puede hacer", planteó Fara Saad, fundadora de Indumentaria FaSil y pionera en la Feria del Orgullo que se realiza todos los años en Plaza de Mayo.
En las redes sociales oficiales de la Marcha se vieron durante la semana algunos cuestionamientos sobre la presencia de grupos partidarios en los puestos de esa feria -unos 250 para esta edición- o en los camiones que se convierten en escenarios o pasarelas sobre Avenida de Mayo. Incluso hacia adentro de los participantes esa característica encuentra puntos de disidencia: "Muchos pensamos que no debería haber esa clase de identificaciones, como pasó los últimos dos años. Hay gente que siempre vino y esta vez no lo hará porque no se siente parte de esas agrupaciones", aseguró la militante, que también colabora con La Fulana, una de las agrupaciones de la comisión organizadora. Aunque los planteos, en esencia, son políticos.
Para quienes son señalados por esa crítica, hay un sentido político en la presencia: "Putos Peronistas empezó a hacerse conocer porque participó en la Marcha, no se puede obviar. Es una gran amplificadora", recalcó Omar Espíndola, el referente de ese colectivo que también integra la conducción de la movida. Sin embargo, no pesa sólo quién sostiene el mensaje sino qué se dice.
Adentro o afuera
Para el colectivo de feministas socialistas Las Rojas (ligado al partido trotskista Movimiento Al Socialismo), es una contradicción que una propuesta que convive bajo la "hegemonía del oficialismo K" pida despojar de las aulas las normas católicas luego de que el Gobierno "se subiera a la 'marea clerical' con la asunción del papa Francisco", según observaron desde un documento que escribieron de cara a la actividad que se concentra el sábado a las 15 en la histórica plaza frente a la Casa Rosada para partir a las 18 hacia el Congreso de la Nación.
"Creemos que hay que retomar el impulso de Stonewall (en Estados Unidos, donde en 1969, un grupo de personas decidió repudiar la persecución) y entender el orgullo como lucha en las calles, independiente de las gestiones, los partidos patronales y aliada a los trabajadores y el pueblo", enfatizó la agrupación, una de las que propone la "contramarcha" que decide caminar detrás de los grupos menos cuestionadores.
Las necesidades que plantean son pedir la aplicación 'real' de las leyes de Identidad de Género y matrimonio igualitario, "reclamar la libre adopción de las parejas igualitarias: los hombres y quienes no se casen no tienen la posibilidad de adoptar", había definido la integrante de Las Piqueteras Daiana Asquini en 2012, desde la columna que sostenía que "ningún Gobierno es dueño de los derechos". Este año prometen regresar para reclamar que la diversidad no sea exclusividad de un sólo discurso.
"El valor está en dar la pelea interna", cuestionó, en tanto, Espíndola, en oposición a que los reclamos de las agrupaciones de izquierda no se canalicen desde dentro de la comisión directiva. "Es difícil y desgastante. Si no tuviéramos paciencia ya nos hubiéramos ido, pero es un trabajo que hay que hacer con tiempo, más allá de los problemas particulares que se dan entre las cabezas", apuntó.
Pero, discusión de por medio, los escudos partidarios parecen no molestar a todos y todas porque "cada vez son más quienes salen a buscar apoyo y conocer gente" ese día, entendió Melina Morales, que militó en La Cámpora Diversia y ahora la acompaña, aunque no orgánicamente. "Es un día en el que te sentís identificada", aseguró.
"Salimos a defender la idea del 'orgullo', que ya es compleja, y no necesitamos mucho más. Estamos incluidos y las luchas son cada vez más logradas", enfatizó la estudiante de Letras. "No creo que el sentido sea sólo político. Está también la visión de las ONG que se ven representados en la idealización de un mundo igual para todos", entendió.
Las propuestas del año
Que haya "educación sexual igualitaria, laica y gratuita" en todos los establecimientos del país es el pedido central de la jornada del sábado, en adhesión a la ley que lo demanda, la 26.150. "Es un trabajo a futuro, para que los chicos de ahora se eduquen mejor y sean más felices", definió Espíndola. El segundo ítem que la comisión organizadora –con la Federación Argentina de LGBT a la cabeza- señaló es la implementación de la Ley de Identidad de Género en el ámbito de la salud: se reclama la "urgente reglamentación" para que las y los trans puedan acceder sin problemas ni demoras a la atención médica en espacios públicos.
Por primera vez, en el encuentro multitudinario se realizará "Orgullo incluyente", una colecta destinada a personas trans en situación de encierro o de calle, a la que se podrá aportar en un camión identificado con la consigna. "Queremos interpelar al colectivo", definió el miembro de la agrupación nacida en La Matanza.
Una "subconsigna" es decirle "no' a la discriminación en radio y televisión" a través de la "aplicación efectiva de la Ley de Medios". La implementación del "aborto legal, seguro y gratuito, la ley antidiscriminatoria para todos y todas, y ponerle fin a la Justicia machista" también son ítems que reclamarán. Aunque no enunciado como un pedido oficial, desde los colectivos participantes también pedirán la equiparación del acceso al trabajo de todas las personas, más allá de cuál sea su género y su orientación sexual.
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30 de octubre de 2013
Día de Las Madres
Por Noelia Leiva. La maternidad como rol asignado por la sociedad obliga a las mujeres a tomarlo. Sus orígenes son ancestrales. Muchas se animan a desarticularlo y armar propios: tantas formas de ser mamás como mujeres que decidan hacerlo.
"Cultura", "instinto" y "biología" son conceptos que se mezclan al analizar qué es ser mamá. La pantalla mediática suma otros, como "ternura", "contención", "cuidado del hogar". Con ellos, impulsa el comercial Día de la Madre. Desde el movimiento de mujeres definieron para Marcha que criar hijos o hijas tendría que ser una elección y no un deber impuesto por la sociedad del machismo y la "heterosexualidad obligatoria", aunque reconocieron que todavía faltan espacios internos de discusión. Acerca de las diferentes formas de crear ese vínculo ancestral.
Si los 'lugares comunes' permiten analizar las prácticas y las ideas imperantes en un colectivo, los referidos a qué es estar embarazada y parir no tienen desperdicio. Desde la típica vinculación de la mujer-madre a la cocina, su 'espacio por excelencia', hasta la obligación de cuidar a los chicos incluso si logró 'liberarse' y trabajar, hablan de los condicionantes culturales que acarrea el rol materno, que supera a lo biológico para asignar las tareas que se esperan que cumplan en el marco de lo social.
"Desde el Neolítico que se le asignó mecánicamente a las mujeres las labores relacionadas con la crianza y el hogar. Ahí aparece el tema del trabajo doméstico, que se entendió siempre como actividades voluntarias -entre comillas- no retribuidas. A pesar del enorme desarrollo tecnológico, todavía se conserva esa división", entendió Nora Pulido, referente feminista, historiadora e integrante de la Campaña Abolicionista que comprende a la prostitución como explotación.
Entonces la "heterodesignación" de la mujer como madre, esposa y ama de casa se remite a los orígenes del patriarcado. "Primero los hombres se apropiaron de la sexualidad de ellas, luego del trabajo. En Occidente, la instalación del rol se logró con la figura de María en la iglesia católica; una madre casta, de quien se invisibilizó si tuvo contacto sexual", analizó la también docente. La chilena Victoria Rubio, autora desde 2007 del comic lésbico que se difunde en la web "Lesbilais, la tortilla periférica", coincidió con las imposiciones: "La idea clásica de la maternidad es la de 'cuidar y dar la vida por los hijos', cosa que muchas de nuestras madres tienen como concepto de vida", señaló.
De hecho, incluso si se vivieron experiencias en las que se puso en evidencia el machismo es difícil correrse de los valores difundidos. "Una madre lucha desde que pare hasta el final de sus días. Es feliz si sus hijos sonríen y llora si sus ellos lloran", definió Mónica González, vecina de Burzaco, Almirante Brown. A ella ese rol le demandó mucho más cuando su hija adolescente Milagros fue secuestrada y retenida por una red de tratantes durante diez días, en el sur del Conurbano bonaerense.
Mirian Cao, la maratonista bonaerense que corrió en las Islas Malvinas en marzo último, decidió involucrarse con la erradicación de la violencia machista hace dos años, luego de lograr "soltarle la mano" a un maltratador que formaba parte de su vida. Para ella, ser mamá es "sagrado".
El patriarcado de cada día
En la pantalla chica, las jornadas previas al célebre Día de la Madre se colman de referencias a los conceptos habituales en los que se la representan. En las publicidades hay mujeres agotadas por la cantidad de tareas que deben hacer en simultáneo, por lo que un electrodoméstico multifunción resulta su mayor deseo. O están perfectamente peinadas y maquilladas, ya que si hay una idea que los 'productos de belleza' quieren recalcar es que las arrugas y ojeras generadas por la tarea maternal pueden ser ocultadas. Tras las puertas de cada casa muchas vivencias se asemejan, pero acaso por adopción -a veces no consciente- de esos parámetros.
"La forma de ser madre que está impuesta es muy ambigua. Una madre tiene que ser sacrificada, dulce, correcta, dejar todo por su 'cría', pero a la vez le imponen el 'kit desapego´: tiene que dar la mamadera, necesita guardería, debe usar carrito porque a upa se malcría", enumeró Laura Quinteros, una habitual participante del Encuentro Nacional de Mujeres que decidió tener a su hija Luciana en su casa.
Algunas militantes por la equidad de los géneros decidieron resignificar la idea de que "madre hay una sola", porque si cada mamá es única, entonces hay muchas maneras de serlo. "Me gustaría una construcción desde la mirada de las mujeres, que para mí sería disfrutar de los hijos en libertad", explicó, a su turno, la escritora y dibujante de Santiago de Chile. Lo mismo quiso y llevó a la práctica Quinteros, que, luego de mucho pensar, se negó a parir en un hospital, en una posición que facilite el trabajo del médico en detrimento de la comodidad de quienes protagonizan el momento: "Decidí buscar otra maternidad. Después de muchas peleas internas, elegí entregarme a mi hija, dejar algunas cosas y re adaptar rutinas para incluirla", describió.
La lucha que hace falta
Lo que para muchas es la experiencia más reconfortante de la vida, tiene un peso tal en las relaciones familiares y sociales que es difícil darle un abordaje acabado. "Es una enorme deuda de las mujeres" debatir sobre cómo se cuela el machismo en el útero al decidir sostener el embarazo y la crianza, consideró Pulido. "Por un lado vemos todos los cambios que ocurrieron a partir de la participación (de las ciudadanas) en la política, la educación y el trabajo. Pero eso no se dio en el mundo privado", observó.
En la mayoría de los hogares, por más que ellas estudien o trabajen, deben regresar al hogar para cumplir con las tareas domésticas, que "no se socializaron". Eso ocurre pese a que "no hay instinto materno en las humanas y los humanos. Si bien la maternidad como reproducción biológica recae por ahora en los cuerpos femeninos, desde el rol social puede ser ejercida por cualquier persona que tenga las condiciones psicológicas para acompañar a la 'cría' en su desarrollo equilibrado", instó. Defender lo que les sucede a las pares en el espacio íntimo de sus familias es una bandera a recuperar de las luchadoras de la década de 1970, que señalaron que por esas obligaciones las trabajadoras cumplían una "doble jornada" laboral.
"Las que elegimos ser madres nos encontramos muchas veces juzgadas y solas. Es como si tener un hijo y criarlo te alejara del feminismo, cuando es el momento en el que más se lo necesita para cambiar todo", subrayó Quinteros, sobre su experiencia. Además, durante la gestación ellas "están expuestas a que todos y todas puedan opinar", señaló la también educadora popular.
Así, cuestionadas y autoras de sus decisiones, muchas mamás buscan su propia manera de serlo. "Siento que fue una elección. Aprendo mucho y trato de no escuchar los mandatos", concluyó Laura. Si de frases se trata, ellas prefieren darle sentido a otra: "Ni sumisa ni devota. Mujer, te quiero libre, linda y loca".
Publicada en Marcha Noticias: http://www.marcha.org.ar/1/index.php/nacionales/92-generos/4518-dia-de-las-madres
Fotografiar para “encontrar” al pueblo

En la vecina orilla uruguaya, cada vez que alguien se va promete verse "en la vuelta", anuncio de que un nuevo encuentro sucederá en algún lugar, algún día. Ese es el espíritu que retoma el colectivo de “acción fotográfica” que lleva tal nombre y que acompaña a los actores del territorio en tanto protagonistas de sus luchas -no víctimas- en el "reencuentro" con sus derechos. Tres fotógrafos nacidos en el Conurbano bonaerense y un cuarto que colabora desde Alemania integran esta “guerrilla” de la imagen nacida en 2009 que a través de la mirada colectiva busca motivar la acción tras la contemplación.
Quizás los días que pasaron en el porteño parque Indoamericano cuando, en 2010, la Policía y la Gendarmería desalojaron, reprimieron y asesinaron fueron de los que más tallaron el matiz conjunto y militante del grupo. También los convocó el movimiento Chilenos Exiliados por la Educación en Argentina que cuestionaba al gobierno del presidente Sebastián Piñera por privatizar el acceso a las escuelas y que, en las marchas locales, terminó con uno de los integrantes del equipo detenido. Se conocieron cuando militaban en una agrupación anarquista poco después de 2001 y entendieron al “lenguaje” de congelar el movimiento como un medio para resistir.
“Retratamos a las persona en su experiencia de lucha y organización. Salimos de la tendencia de mostrar a la víctima pasiva, oprimida y sumisa en la que cae cierto periodismo de la miseria”, definió Mariano Arias, que integra En la vuelta con Patricio Arias y Alejandro Rodríguez. Mariana Morena es colaboradora del equipo, en el que es ley estar “dispuestos a renunciar a una foto propia en pos de la edición colectiva” a la hora de definir las series.
La "vuelta" que los unió definitivamente ocurrió cuando el colectivo uruguayo RebelArte le propuso a uno de los tres crear un grupo de intervención fotográfica en Buenos Aires. Hace 4 años coinciden en la necesidad de librar la imagen del tamiz de los medios de comunicación hegemónicos.
-¿Cuando se acercan a los barrios ¿sienten que las personas tienen necesidad de mostrar?
Alejandro Rodríguez: -Sí. Y está bueno que la fotografía se haya popularizado. Me parece que hay más accesibilidad a que el otro quiera ser retratado. Por ejemplo, en el Indoamericano fuimos de la mano de gente que estaba ahí. Había una enorme necesidad de ocupación. Las experiencias y las historias de los compañeros de la toma eran bastante duras. En la villa (la 20) vivían casi diez personas en un mismo terreno.
Patricio Arias: -Había necesidad de contar, eran receptivos, más allá de que teníamos contacto con el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL). Siempre es mejor estar acompañados por gente del lugar.
-¿Creen que tener una cámara los puede “proteger”?
AR: -No, porque pueden pensar que sos un buchón de la Policía o que querés estar en un lugar donde no tenés que estar.
Mariano Arias: -O que sos parte de la prensa tradicional. En el territorio se ve dónde se ubican esos medios.
-A partir del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki se hicieron análisis del lugar desde donde se construyó la imagen en las distintas coberturas ¿Consideran que desde entonces se instaló la urgencia de generar una prensa alternativa?
MA: -Antes ya se pensaba. El Puente Pueyrredón lo confirmó. Los medios de comunicación alternativos son necesarios pero tampoco hoy son suficientes.
AR: -También entran en el juego las redes sociales como propagadoras de noticias. Asistimos a debates donde se consideraba que Facebook está en caducidad y hay que generar plataformas libres de comunicación.

-¿La masividad de las redes genera cambios en la concepción de la fotografía?
AR: -Hay que hablar desde otro plano. Me pasó que iba en el tren y coincidí con adolescentes que se conocían entre sí. En un momento un chico se levantó, abrazó a una de las chicas y se sacó una foto. Al instante ella la tenía en su celular y le pedía que la borrase. Cualquier documentalista hubiese querido estar ahí para captar esa escena, pero ya era efímera. Francisco Mata Rosas es un fotógrafo mexicano que analiza que la estructura del pensamiento antes era analógica y ahora es digital. Eso te moviliza, te hace parar y pensar.
MA: -Alfredo Srur publicó un artículo en el que reflexiona sobre la experiencia de Martín Chambí (nacido en 1891 en Perú, considerado el ‘primer fotógrafo indígena’) y se pregunta si cien años después es posible que una persona de origen popular como él acceda al oficio. No es sólo tener una cámara sino manejar la técnica, la estética.
AR: -Pensamos la fotografía como un lenguaje. Hay que enseñar a utilizar las herramientas que todo el mundo tiene a mano.
-¿Consideran que quien se dedica a este rubro tiene un rol social?
AR: -Se tiene una sensibilidad especial. Para que la fotografía tenga un buen resultado, el espectador tiene que sentirse conmovido.
PA: -Buscamos mostrar la organización social. Así no sea parte de un grupo orgánico, quizás tenga una actividad independiente. Es parte de un proceso social. Por ejemplo, ahora estamos acompañando a estudiantes de la UBA que trabajan con una cuadrilla de Argentina Trabaja y el FOL en el saneamiento del arroyo San Francisco en Claypole, Almirante Brown.
MA: -Hay mucha gente que se sorprende al encontrarse. Por eso tenemos la costumbre de siempre hacerle llegar la toma. Algo para analizar es que en la era digital mucha gente no tiene ni un álbum familiar impreso. Si perdés tu celular puede que te quedes sin el registro de una parte de tu vida.
AR: -En ese sentido Mata Rosas decía que antes la fotografía estaba hecha para recordar y ahora es para olvidar. El desafío es convertirla en un medio para crear.
-¿Qué significa?
AR: -El cambio está en el matiz que se le da, en el cambio de punto de vista. Basta ver una buena fotografía para mejorarla digitalmente. Puede comunicar y hasta ponerse al lado del arte.
La foto en el medio
Si la fotografía “crea” pero también restituye el espacio de decir y contar ¿qué importancia tiene que tener en los medios de comunicación? “En la vuelta” prepara un taller para compartir con pares de la Red Nacional de Medios Alternativos para analizar si incluso en esos espacios tiene el lugar de “un lenguaje, no de mera ilustración de una nota”, señalaron.
“Algunas propuestas alternativas comienzan a prestarle más atención a las fotos y a la estética porque son herramientas para llegar a más gente. No es nuevo: Cuba (tras 1959) supo que un alto porcentaje de la población era analfabeta, por lo que el proceso revolucionario se apoyó mucho en la imagen para dar a conocer su programa y sus logros”, interpretó Rodríguez. Para profundizar, se proponen montar una galería fotográfica en el local del FOL 1° de Mayo de Constitución donde los expositores serán los vecinos. En adelante, les gustaría armar talleres territoriales “para generar una conciencia de lo que se está haciendo cuando se saca una foto”.
Publicada en Marcha Noticias:http://www.marcha.org.ar/1/index.php/cultura/145-cultura/4382-en-la-vuelta-fotografiar-para-encontrar-al-pueblo
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13 de septiembre de 2013
Una joven busca a su mamá después de 31 años
Por Noelia Leiva
Los documentos aseguran que nació en Avellaneda, aunque la joven nunca vivió allí y desde los 15 se mudó a España con sus padres adoptivos, a quienes defiende. El sanatorio donde se cree que llegó al mundo fue cerrado por apropiación de bebés durante la dictadura. Ella descartó ser hija de desaparecidos y por el momento no hará los estudios. Cualquier dato puede ayudarla.

Un mosaico de datos es sobre el que camina la joven, que vivió en Núñez y en Florida antes de irse del país. Si bien algunas pistas indican que la mujer que la dio a luz vive lejos del Gran Buenos Aires, las más fuertes subrayan que se encuentra en la zona porque su beba nació en 9 de Julio al 200 (o al 100, la caligrafía del acta es confusa) donde aseguran que se encontraba una importante clínica avellanedense. La médica que asistió el parto, Magdalena, es vecina de Quilmes pero “padece un déficit de la memoria o dice padecerlo” y no puede darle precisiones sobre el nacimiento.
Al sanatorio “lo cerraron, pasados los años, por causas políticas y militares y por tráfico ilegal de bebés”, reconoció la muchacha. Si bien se puso en contacto con las Abuelas de Plaza de Mayo, decidió no continuar con el esclarecimiento por esa vía “porque si resultaba ser hija de desaparecidos ellas iban a denunciar” a los padres que la criaron, le explicó a LA TERCERA. “Ellos me adoptaron ilegalmente pero creo que jamás hubieran aceptado un bebé robado”, enfatizó. Además “todos los estudios de (personas nacidas en) 1982 dieron negativo”, aseguró. Si cambia de opinión, tiene una invitación del Banco Nacional de Datos Genéticos para hacerse los análisis cuando vuelva a Argentina.
Valeria llegó a los brazos de quienes la cuidaron a través de una enfermera, que cree que se llamaba Isabel y que le avisó a la adoptante -también enfermera- que había una recién nacida que esperaba un hogar. La especialista era pareja de un compañero del “papá del corazón” en la marina mercante. Él y su esposa se desempeñaban en los buques, cada uno en su labor. La versión que más apoyan es que la mamá biológica se atendía en un hospital donde trabajaban Isabel o la partera, y que por ese conocimiento la llevaron a dar a luz al sanatorio, donde se gestionó el intercambio. Aseguran que entonces “sólo pagaron el importe del parto, que fue bastante elevado”, transmitió la joven.
Durante las primeras dos semanas, ella estuvo en la casa de una enfermera, a su cuidado. Hasta que la nueva familia la retiró de la casa de la médica. “Una vez en sus brazos ya me llevaron a su casa. Era un día lluvioso, con calles desiertas, y justo coincidió con la guerra de Malvinas”, relató la mujer, en función del testimonio que recolectó de quienes la cuidaron durante sus 31 años.
La chica asegura que tiene contactos con familiares en Avellaneda y Lanús. Sostiene que su madre era una adolescente de no más de 17 años cuando la tuvo. “Contaba con pocos medios para mantenerme, según le cuentan a mi mama en el sanatorio, y tenía problemas con su abuela” que bebía alcohol. “No quería darme. Me gestó con mucho amor según me cuentan y a final del embarazo decidió darme en adopción”, recalcó Valeria. Entiende que la persona a quien busca nació en 1965 o1966, según los datos que recolectó.
“Quiero decirle que no voy a cuestionarle nada”, enfatizó la muchacha sobre su progenitora biológica. “La identidad y el origen de una persona son fundamentales para tener una vida feliz”, recalcó. Agradece que ante cualquier dato le escriban a lamorochabsas@hotmail.com.
Publicado en La Tercera del 13 de septiembre de 2013 http://www.diariolatercera.com.ar/0/vnc/nota.vnc?id=5470
Etiquetas:
Familia,
Infancia y Juventud,
Maternidad,
Notas
3 de septiembre de 2013
Reconstruyeron los episodios previos al femicidio de Fátima
Por Noelia Leiva
Fue
en la casa de Villa Fiorito que la joven compartía con Martín
Santillán, su ex pareja. El hombre está detenido preventivamente acusado
de haberla asesinado. La medida fue pedida por la defensa. La familia
de la víctima reclama justicia.


Tres años de espera parecieron desplomarse sobre los hombros de la familia de Fátima Catán, la vecina de Lomas de Zamora que era víctima de la violencia machista y falleció por quemaduras severas, según se investiga. Es que a un año de la detención de la ex pareja de la joven y acusado de femicida, Martín Santillán, se realizó la reconstrucción de las últimas horas que compartieron en la casa de Villa Fiorito. La defensa insiste con la hipótesis del accidente o hasta del intento de suicidio, pero las pruebas en el expediente y los antecedentes agresivos del hombre parecen apoyar la culpabilidad del imputado.
La medida fue pedida por los abogados de Santillán, que guarda prisión preventiva en la Unidad Penitenciaria 40, y se realizó en la mañana del jueves último en Murature al 1600. A partir de hoy se esperan los resultados de la recreación que el papá y el hermano de Fátima, un policía que acudió cuando se denunció el caso y el acusado realizaron sobre los momentos previos a la agresión que provocó quemaduras en el 85 por ciento del cuerpo de la mujer.
También intervino el juez de Garantías Gabriel Vitale, el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 lomense, Gabriel Loureyro; el patrocinante de la familia de la víctima, Gabriel Juricich y los representantes de la parte acusada. “Él cumplió un año en la cárcel y tira patadas para que lo liberen, pero está cerca de su familia y lo pueden ir a visitar. A mí nadie me devuelve a mi hija. Él la mató y no me voy a cansar de decirlo”, enfatizó la mamá de Fátima, Elsa Gerez, sobre su ex yerno.
Había dejado de hablar con Santillán un año y medio antes de la muerte, cuando su hija le contó que él le pegaba y la maltrataba psicológicamente, pero no se separaba porque “pensaba que iba a cambiar”. Ese antecedente puede ser un indicador más de la atmósfera que rodeaba a la pareja el 19 de agosto de 2010, cuando, luego de una supuesta discusión, la joven fue incinerada, según averigua la Justicia. De hecho, lo acusan de “homicidio en contexto de violencia familiar”.
Si bien la reconstrucción no fue requerida por los allegados a la muchacha, puede favorecer al esclarecimiento de la hipótesis central. “Mi hija no tenía quemada la cara, el pelo ni las manos”, señaló Gerez, en diálogo con LA TERCERA. Esas zonas debían de haberse afectado si -como aseguran los defensores- la chica encendió un cigarrillo cuando limpiaba un CD con alcohol y por eso se hubiese generado la combustión. También circuló que habían intentado instalar la hipótesis del suicidio.
Sobre lo que persisten las dudas es el desempeño de los profesionales que recibieron a la vecina en la guardia del Hospital General de Agudos Evita de Lanús, de quienes la familia sospecha que ocultan información. Además, no descarta que datos relevantes de la investigación pudieron haber sido descartados por el anterior fiscal, Ramiro Varangot, de la UFI 8, que fue recusado.
Ofendido
Según Geréz, Santillán pidió que el intendente Martín Insaurralde, la Presidenta y ella “se retracten” por haber mencionado la muerte de Fátima como un femicidio durante la inauguración del refugio de mujeres que lleva el nombre de la muchacha.
Publicado en La Tercera del 2 de septiembre de 2013 http://www.diariolatercera.com.ar/0/vnc/nota.vnc?id=5212
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